-
1
¿En qué sentido puede afirmarse que la novela trata sobre una adolescente que, de pronto, es arrojada a la vida adulta?
Como en todo Bildungsroman, el personaje que ocupa el rol protagónico debe iniciar un camino de aprendizaje que lo lleve progresivamente de la ignorancia al conocimiento o, si se quiere, de la infancia a la vida adulta. En el caso de Luciérnagas, el inicio de ese trayecto se da de manera intempestiva, inesperada y traumática. Sol y el resto de los protagonistas jóvenes se hallan, de un momento a otro, inmersos en una ciudad en guerra, por lo que sus actividades cotidianas cambian drásticamente. Esto no quiere decir que Sol no pueda realizar el trayecto estratificado que toda novela de formación propone, porque de hecho lo hace y llega a la "iluminación". Sino que, en este caso, las bases de su vida cambian por completo y debe desaprender lo aprendido en la escuela, en su infancia y en su familia para adaptarse a un panorama totalmente nuevo.
De esta manera, la vida adulta sorprende a la protagonista que debe comenzar a trabajar para tener un plato de comida o hacer largas filas para llevar una ración a su hogar y que, además, debe acostumbrarse al panorama de muerte que la rodea.
-
2
¿Cuáles son las dificultades que debe atravesar la pareja conformada por Sol y Cristián?
Desde un inicio, la relación entre Sol y Cristián está signada por la tragedia, dado que se conocen en la casa de él cuando ella acompaña a su hermano Eduardo a despedirse de Daniel, el hermano de Cristián, que está en su lecho de muerte. Sol, que se queda a solas con Cristián durante los últimos minutos de vida de Daniel, lo ayuda a atravesar este doloroso momento. Pero, además, instantes después del fallecimiento del más pequeño de los Borrero, una bomba destruye parte de la casa, por lo que allí perece el padre de Cristián y es malherido el hermano mayor, Pablo, quien, acto seguido, se suicida ante la vista de la joven pareja. Este comienzo trágico de la relación parece una señal de lo que vendrá.
Íntimamente conectados, deciden ir a la antigua casa de Pablo y viven allí libremente su amor durante un periodo en el que pierden la noción del tiempo. Así y todo, pronto llegan nuevas dificultades: oficiales se hacen presentes en el lugar y se los llevan y los dejan encarcelados en sitios diferentes. Cuando ambos quedan en libertad, se buscan, pero no se encuentran. Hasta que, por fin, gracias a Chano, Sol da con el paradero de Cristián. Vuelven a unirse y renacen las esperanzas de poder formar una familia y tener un futuro mejor, pero, al salir, una bala perdida impacta en la cabeza de Cristián y lo mata, dejando sola a Sol embarazada.
-
3
¿De qué forma impacta en la familia Roda la muerte del padre?
Luis es el padre de la familia Roda. Cumple con el rol prototípico y tradicional de jefe de familia que actúa como protector de los suyos. Se encarga de inculcarles a sus hijos sus ideas morales y es el sostén económico de todos. Está presentado en la novela como un hombre católico, conservador y respetuoso de las normas y los mandatos sociales. Espera poder legar a su hijo varón los negocios que él, a su vez, heredó de su familia y casar a su hija con un hombre con sus mismos valores.
Cuando el padre muere, la vida de cada uno de los integrantes de la familia cambia por completo. Ellos son conscientes de que este trágico hecho será de gran impacto en sus vidas, aunque en cada uno de ellos esto es diferente: "Sol se sintió sacudida por un vértigo extraño. Tuvo, de pronto, conciencia de que dentro de ella algo se había desquiciado, algo irremediable había sucedido que trastornaba el curso de su vida. Un mundo había concluido" (43-44); "Elena, desde la muerte de su marido, pareció volcar todo su amor hacia Eduardo, con más intensidad. Buscaba en él un apoyo que el muchacho estaba muy lejos de proporcionarle" (45); Eduardo, como le confiesa un tiempo después de la muerte del padre a su hermana, se siente aliviado, dado que no tendrá que continuar con su legado.
-
4
¿Qué fechas se establecen en la novela y por qué son importantes para la interpretación y contextualización de los hechos narrados?
Son siete las fechas que aparecen en la novela y que sirven para contextualizar los hechos ficticios en la realidad de Barcelona de la década del 30 del siglo XX.
Las dos primeras que aparecen son las del cuaderno de Sol, que indican el inicio y la finalización de sus estudios: 2 de octubre de 1927 y 15 de junio de 1936. Sol termina la escuela un mes antes del comienzo del conflicto bélico que tendrá en vilo a España hasta 1939. La fecha de inicio de la Guerra Civil, el 17 de julio de 1936, también se menciona, en el momento en el que se está realizando la recapitulación de los hechos acontecidos en la vida de Pablo Borrero, y esta fecha es para él significativa porque, al oír la noticia del levantamiento en la radio, decide iniciar una revuelta en su pueblo.
Hacia el final del texto, aparecen cuatro fechas más, muy cercanas unas de otras: Sol le dice a Cristián, cuando están en Sarriá, y unos días antes de que los encarcelen, que es el 15 de noviembre de 1938. Él le dice que no olvide esa fecha, como si pudieran anclar su relación a un punto definido entre tantas cosas acontecidas de repente en el último tiempo. Por último, tres fechas más: Cristián es liberado el 18 de enero de 1939; Sol, el 23 de enero de 1939; Cristián muere el 26 de enero de 1939, el mismo día que las tropas de Franco ingresan a la ciudad de Barcelona comandadas por el General Yagüe. La guerra termina en abril, faltan tres meses cuando la novela se cierra.
-
5
Explica, a la luz de los hechos narrados en la novela, el significado que se le puede asignar al epígrafe con el que se abre el texto.
La novela se abre con un epígrafe que es una cita del Deuteronomio, uno de los libros del Antiguo Testamento de la Biblia. El mismo dice lo siguiente: "Verás de frente la tierra que yo daré a los hijos de Israel: Y no entrarás en ella".
En el contexto bíblico, estas palabras son dichas por Dios a Moisés, quien durante cuarenta años guía al pueblo de Israel, a través del desierto, hacia la tierra prometida. Como Dios considera que el pueblo que Moisés guía está en falta con él, le advierte que verá la tierra, que tomarán posesión de ella sus hijos (dado que pasan cuarenta años, los que llegan son los hijos de quienes inician el proceso que enoja a Dios), pero que él no podrá cruzar el río Jordán para ingresar.
En la novela de Matute, quien lee frecuentemente la Biblia y toma esta frase como bandera es Pablo Borrero. La hace significativa en dos oportunidades: primero, cuando, además de leer la Biblia, realiza lecturas anarquistas y organiza un levantamiento para liberar a los jornaleros presos de su pueblo; luego, cuando le entrega la Biblia a Sol y a Cristián, que la lee y la convierte en su legado. Es una frase en la que se funden pesimismo y esperanza, porque si bien plantea la existencia de un futuro promisorio para quienes son considerados los "hijos", también se infiere una exclusión para quien sea el guía hacia esa tierra prometida.
Cristián, como heredero de su hermano, muere el día que, junto a Sol, cree ver lo que será para ellos la tierra prometida. No puede "cruzar el Jordán", pero continúa latente la esperanza en el hijo que Sol lleva en su vientre.