"(...) parecen ustedes un par de chiquillos jugando con una muñeca" (Mrs. Higgins, Acto III, p. 66) (Símil)
Mrs. Higgins es el primer personaje en cuestionar el proceder de Higgins y Pickering en relación a Elisa. Al oír el modo en que refieren a ella como objeto de sus experimentos, la mujer los acusa de no estar comportándose como adultos, sino como niños que juegan. Mediante el símil utilizado, además, Mrs. Higgins establece una crítica que puede leerse desde una perspectiva feminista: ninguno de los hombres trata a Elisa como a un ser humano, sino que lidian con ella como si fuera un objeto, una muñeca sin voluntad ni juicio a la cual pueden moldear según su parecer.
"(...) antes era una partícula de la hez" (Higgins, Acto V, p. 86) (Metáfora)
Higgins se caracteriza por su falta de delicadeza y de modales en su trato con las personas. En sus conversaciones con Elisa, el hombre no deja de recordarle a la muchacha, con desprecio, su origen pobre. La metáfora empleada se compone además de un juego de significados: la "hez" denomina un líquido que se sedimenta en un pozo, pero también refiere al estrato más bajo de una sociedad. Llamándola "partícula de la hez", Higgins procura recordarle a Elisa dos aspectos de su origen: trabajaba cerca del arroyo, en una zona poco fina de Londres, y no era más que una parte del grupo para él más despreciable y pobre de la sociedad.
"(...) yo trato a una duquesa como si fuera una florista" (Higgins, Acto V, p. 91) (Símil)
Elisa afirma que Pickering, al contrario de Higgins, trata a una florista —ella misma— como si fuera una duquesa. En su defensa, Higgins sentencia que él hace lo inverso, y que entonces se dirige a todas las personas de la misma manera: trata sin respeto a todas, por lo que no discrimina haciendo diferencias entre las mismas.
"(...) no quiero ser un cero a la izquierda" (Elisa, Acto V, p. 91) (Metáfora)
Elisa reprocha el modo en que Higgins pretende tratarla. La muchacha se queja de que él no se dirija a ella con el respeto y la devoción que cree merecer por parte de un compañero. Mediante la metáfora utilizada, Elisa plantea con firmeza su postura: no quiere ocupar el lugar que Higgins puede darle, insignificante como un número que no suma en una cifra, y que, por lo tanto, daría lo mismo que no estuviera.
"Me trata usted como si fuera una criatura" (Elisa, Acto V, p. 95) (Símil)
La mayor parte de la crítica feminista que puede leerse en la obra se encarna en el personaje de Elisa. A pesar de su compleja situación, la muchacha nunca se deja doblegar por los hombres que pretenden tratarla como a un ser inferior, falto de juicio. El símil citado es utilizado por Elisa en el último acto, y es dirigido a Higgins: él pretende darle órdenes a la joven, explicándole con tono de superioridad qué le conviene, pero Elisa le hace frente, señalando que ella no es una niña y no debería ser tratada como tal.