Rosario Tijeras

Rosario Tijeras Ironía

Rosario quiere huir de la violencia de Medellín, pero termina reproduciendo esa misma violencia.

A lo largo de la novela, Rosario se siente atrapada por la locura y la violencia de Medellín. Desde pequeña, ella es víctima de violencia sexual y, por su origen social y económico, carece de perspectivas de acceso a una vida mejor. Así, busca poder escapar de Medellín con diversos planes o estrategias. Sin embargo, al final, Rosario ejerce en los demás la misma violencia que tanto padeció. No duda en disparar o asesinar a quien se le oponga en su camino. Al formar parte de este mismo sistema complejo, la mujer reproduce las agresiones recibidas y ayuda, irónicamente, al crecimiento de la violencia en la ciudad.

A pesar de que los hombres ven a Rosario como un objeto, ella, finalmente, impone su voluntad sobre ellos.

A lo largo de la novela, los hombres desean sexualmente a Rosario. Si bien en numerosas ocasiones ellos se imponen por la fuerza y abusan de la integridad física de la mujer, Rosario termina resistiéndose y dominándolos. Es ejemplar al respecto el vínculo que sostiene con los hombres de su vida: Emilio, Antonio, Johnefe y Ferney. A pesar de sus particularidades y personalidades, cada uno se somete a la voluntad de Rosario. Así, el lema de Johnefe que estructura la novela es: “Que la niña decida” (p.98).

Por momentos, Rosario está convencida de que su vida mejorará, pero los lectores sabemos que no será así.

Ya en los primeros capítulos, Antonio nos advierte que la vida de Rosario tuvo numerosas complicaciones y altibajos. Además, sabemos que está siendo trasladada a un hospital porque fue herida en una balacera. El narrador, luego, rememora cómo conoció a Rosario y cómo fue la vida de ella en el pasado. En esos recuerdos, Rosario varias veces siente que ha conseguido cierta paz y tiene esperanza de tener una vida mejor, lo que, irónicamente, tanto el narrador como los lectores sabemos que no será así. De esta forma, tenemos conciencia de que los momentos de felicidad de Rosario durarán poco y que su destino trágico se impondrá sobre sus esperanzas.

El nombre de la protagonista.

En la novela, el nombre de la protagonista resulta irónico si se tiene en cuenta lo que simbolizan cada una de las palabras que lo componen. Por un lado, su nombre de pila, Rosario, refleja el lado religioso; es decir, remite al rezo, a lo sagrado, a lo santo. Por otra parte, el apodo "Tijeras" surge de la violencia y viene a reemplazar el apellido desconocido de la protagonista. De esta forma, en Rosario Tijeras convive lo divino con lo siniestro, y este contraste irónicamente acaba siendo lo que define su identidad.

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