Rosario Tijeras

Rosario Tijeras Resumen

La novela comienza con Rosario Tijeras llegando al hospital, herida en una balacera. Antonio, el narrador, la acompaña. El hombre decide llamar a Emilio, su amigo fiel y exnovio de Rosario, para contarle la noticia. Mientras espera novedades de los médicos, se dispone a recordar su vida junto a la mujer.

Así, cuenta el origen del apodo de Rosario. El nombre de "Tijeras" se debe a que ella es conocida por haber castrado a un hombre. Víctima desde pequeña de violencia sexual, decide vengarse de un hombre que la ha violado. Entonces, lo seduce y lo convoca a su casa, en donde finalmente le corta los testículos y el pene. Desde este momento, Rosario comienza con su vida de venganza y muerte.

El narrador considera que la vida de Rosario ha sido siempre dura y hostil con ella. Sin embargo, ella ha contado con personas que la cuidaron y protegieron: Johnefe, su hermano, y Ferney, amigo de él y enamorado de Rosario. Luego, el narrador recuerda cómo se conocieron con Rosario: es en una discoteca. Ella, proveniente de una clase social humilde, está allí con sus amigos; si bien Antonio y Emilio se enamoran al instante de la mujer, el narrador mantiene sus sentimientos ocultos.

Luego de este encuentro, el mundo de Antonio y Emilio se transforma y comienzan a conocer otros aspectos de la ciudad de Medellín, en donde viven las clases sociales más bajas. Antonio recuerda haber ido hacia estos sitios, ya que a raíz de la muerte de Johnefe, Rosario le pide que la acompañe hasta su casa familiar.

Un médico interrumpe estos recuerdos al comentarle que Rosario está muy grave. Luego de este corte, Antonio rememora el ingreso de Rosario al mundo de los capos del narcotráfico. Presentada por su hermano Johnefe, ella comienza a trabajar como prostituta para estos jefes. Así, ellos le ofrecen a cambio el dinero suficiente como para que Rosario pueda mantener un apartamento y un coche.

Rosario comienza a ser famosa en Medellín. En la ciudad, su fama violenta y sus vínculos con el narcotráfico la han transformado en un ídolo popular. Por momentos, el narrador siente miedo de ser su amigo, ya que teme que por los celos de Ferney, lo asesinen. Sin embargo, la mujer le asegura que Ferney hace lo que ella le pide. Esta fortaleza de Rosario también se replica en su relación con la mafia: la mujer cumple con su parte del contrato, y los hombres le pagan como corresponde. El hecho de que Rosario sea prostituta enloquece a Emilio, que se enfurece al enterarse.

Según el narrador, Rosario intenta huir de esta vida de violencia. Una vez, les pide que se vayan de la región hacia una finca cercana. Allí, Rosario, Emilio y Antonio se dedican a consumir de manera abusiva todo tipo de drogas. Esto lleva a la autodestrucción del narrador, que decide alejarse de la pareja por un tiempo y regresa a su casa. En ese momento, descubre que él es adicto a Rosario y que no puede alejarse demasiado tiempo de ella.

Tiempo más tarde, el narrador también se entera de que han asesinado a Ferney. Aunque teme tener que darle la noticia a Rosario, finalmente la mujer se da cuenta de que algo raro pasa. Destruida por la congoja, jura vengarse de quienes han matado a su amigo y desaparece por varios meses. Al reaparecer, los invita a su apartamento a proponerles un plan para salir de la pobreza. Antonio acepta su propuesta, pero, súbitamente, aparecen militares que los llevan detenidos a los dos. Ambos pueden salir de la cárcel, aunque ese hecho representa el final de la relación. A partir de este episodio, Antonio no sabe nada de Rosario por tres años, hasta que se entera de que ha sido herida en una balacera y va al hospital.

Finalmente, se presenta un médico y confirma que Rosario ha fallecido. Al ver el cuerpo, el narrador rememora la única noche en la que estuvo con la mujer y pudo confesarle que estaba enamorado de ella. La novela concluye con Antonio despidiéndose de Rosario para que ella pueda descansar en paz.

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