Sin Novedad en el Frente Oeste comienza en algún lugar cerca del frente alemano/francés durante la Primera Guerra Mundial. La obra es narrada por Paul Baumer, un soldado de 19 años de edad. Él y sus amigos están sirviéndose una bien merecida comida después de combatir y sufrir fuertes bajas. Luego de la comida Paul, Kropp y Muller se dirigen hacia los retretes al aire libre y juegan a las cartas.
Paul y algunos de sus compañeros asistieron a la misma escuela y su profesor, Kantorek, los animó a unirse al ejército. Ahora, como soldados, saben que Kantorek conoce poco acerca de la guerra. Uno de sus amigos, Kemmerich, se encuentra grave en el hospital. Ellos van a visitarlo. Estando allí, Muller le pide sus botas. Sobornan a un enfermero para darle algún medicamento para el dolor y salen.
Cuando Paul visita nuevamente a Kemmerich, Kemmerich le da sus botas para que se las entregue a Muller porque sabe que va a morir. Paul hace lo que él le pide. Nuevos reclutas llegan después de su entrenamiento, y pronto aprenden las duras lecciones de la lucha en el frente. Paul y sus compañeros pasaban el tiempo observando batallas aéreas y fumando. Se les informa que Himmelstoss, el cabo que abusó de ellos en el campo de entrenamiento, está siendo enviado al frente, y están felices de que puedan vengarse de él.
Ellos son enviados al frente a colocar una cerca de alambre de púas. Estando allí, son bombardeados y tienen que buscar un lugar para cubrirse. Un nuevo recluta al que Paul ayuda es herido gravemente. Todo esto Paul lo considera natural. Después del bombardeo, ellos retornan al campamento, donde pasan el tiempo matando piojos. Tjaden, amigo de Paul, tiene un encuentro con Himmelstoss y es grosero con él. Himmelstoss lo reporta ante el comandante, Bertink, por insubordinación. El Teniente le da un leve castigo a Tajden, y le da un sermón a Himmelstoss acerca de las realidades en el frente en comparación con lo que se ve en el campo de entrenamiento. Paul y Kat, sus mentores, roban gansos y los cocinan.
Los hombres son enviados al frente para una ofensiva. Pasan muchos días en las trincheras con la tensión en aumento, hasta que finalmente empieza el enfrentamiento. La lucha es una locura y muchos hombres son asesinados. Finalmente, después de muchas semanas, son enviados de regreso al campamento, pero solo regresan 32 de los 150 hombres que originalmente fueron al frente.
Ellos descansan un poco, mientras se recomponía el número de sus efectivos, y ellos utilizan bien este tiempo, relajándose y disfrutando de sí mismos. Paul y sus amigos ven a unas chicas francesas al otro lado del canal frente al campamento, y se escabullen esa noche a escondidas para darles comida a las chicas y tener relaciones sexuales.
Antes de que su regimiento sea enviado de regreso al frente, le otorgan permiso a Paul para ir a casa y asistir luego a un mes de entrenamiento. El toma el tren a casa. Cuando llega, descubre que su madre tiene cáncer. Se siente extraño estando de vuelta en casa, y evita hablar con la gente sobre la guerra, porque tiene claro que ellos no entienden lo que está sucediendo. Se entera a través de un antiguo compañero que Kantorek, su profesor, ha sido reclutado para servir como soldado. Visita a la madre de Kemmerich, quien llora y le pide que le cuente sobre la muerte de su hijo. Paul pasa más tiempo con su madre, pero cuando tiene que partir para el entrenamiento, lamenta haber ido a casa porque se siente completamente afligido y desdichado.
Durante el entrenamiento, pasa la mayor parte de su tiempo observando a los prisioneros rusos que se encontraban en un lugar próximo al campo de entrenamiento. Siente lástima por ellos porque sólo son soldados como él. Después de un mes, su padre y su hermana lo visitan y le comunican que su madre se encuentra hospitalizada para ser sometida a una operación quirúrgica. El regresa al frente con el corazón afligido.
De retorno en el frente, Paul teme que los días de licencia lo hayan hecho débil, y se siente aterrado de la guerra en torno a él. Termina atrapado en un agujero durante los bombardeos y, luego, mata a un soldado enemigo con su cuchillo. Se siente muy turbado porque sabe que ha matado a otro ser humano, pero él aleja esos sentimientos.
Él y sus compañeros vigilan durante unas semanas una aldea desierta que fuera bombardeada, y viven felices cocinándose para ellos mismos. Después, son enviados a evacuar una aldea, resultando heridos tanto Paul como su amigo Albert. Ellos son enviados al hospital por tren, donde Paul es curado. Albert, por el contrario, pierde su pierna. Ellos pasan mucho tiempo allí durante su tratamiento, y se hacen amigos de otros soldados en su habitación. Estando allí, Paul camina por los pasillos y ve toda la muerte y la destrucción que está ocurriendo y se da cuenta de que su hospital es sólo uno de miles similares, atiborrados de jóvenes moribundos. Se siente abrumado por la desesperanza de la guerra.
Paul es enviado nuevamente al frente, donde muchos de sus amigos han sido matados o mueren poco después que él llega. Finalmente, en un caluroso día de verano, Kat es herido. Paul lo recoge y lo transporta a una zona segura, pero es demasiado tarde - una esquirla de una granada se ha incrustado en la cabeza de Kat, y él ha muerto. Paul es ahora el último de sus compañeros que sobrevive. Unos meses más tarde, hablándose de paz a su alrededor, Paul se da por vencido y muere, con una mirada de alivio en su rostro.