Todos los fuegos el fuego (1966) es el cuarto libro de cuentos de Julio Cortázar. Contiene ocho relatos que son considerados clásicos del escritor rioplatense.
“La autopista del sur”: un domingo por la tarde se produce un gran embotellamiento en una ruta que se dirige a París. Los pasajeros se aburren, se preocupan, se frustran y pierden noción del paso del tiempo a la espera de poder moverse. Comienzan a organizarse para racionar la comida, el agua y los cuidados. Pasan los meses, nieva, una mujer queda embarazada y una anciana fallece. El embotellamiento repentinamente se disuelve y los pasajeros avanzan sin mirar atrás.
“La salud de los enfermos”: el personaje de “mamá” logra que toda la familia gire alrededor de ella y de los cuidados que necesita por sus problemas de salud. Cuando Alejandro, su hijo, muere, el doctor está de acuerdo con el plan familiar de ocultarle la noticia. Le dicen que Alejandro está viviendo en Brasil por trabajo y le envían cartas haciéndose pasar por él. Cuando la tía Clelia se descompone, le dicen a “mamá” que se va a un quinta a descansar. La tía tiene un síncope y muere, y la familia también se lo oculta. Luego, la salud de “mamá” empeora y muere. La familia entiende que, de alguna manera, ella ha sabido siempre la verdad.
“Reunión”: el cuento comienza con un epígrafe de Ernesto “Che” Guevara. Esto sugiere que el narrador de la historia es el combatiente revolucionario en su desembarco a la isla de Cuba durante la revolución. El narrador y sus compañeros soportan ataques de aviones y se esconden en cuevas para sobrevivir. Reciben el rumor de que Luis, quien está al mando, ha muerto, y el narrador se preocupa porque él quedaría a la cabeza del campamento. Finalmente se reencuentran con Luis y vuelven a soñar con la victoria.
“La Señorita Cora”: Pablo, un adolescente de 15 años, es internado en un hospital para ser operado de apendicitis. Allí intenta que su madre sobreprotectora lo trate como a un adulto. Se enamora de una enfermera joven llamada Cora e intenta llamar su atención. Ella se involucra emocionalmente con su paciente. El estado de salud de Pablo se complica y muere.
“La isla al mediodía”: Marini, un steward italiano que viaja en la ruta Roma-Teherán, se obsesiona con una isla griega que ve por la ventana del avión a la hora del mediodía. Investiga sobre Xiros, viaja hacia allí y siente que nunca dejará la isla. De pronto, ve un avión que se estrella en el mar y saca a un hombre malherido del agua. Este hombre muere en la orilla y los lugareños ven solo al cadáver.
“Instrucciones para John Howell”: Rice se aburre en Londres y entra al teatro Aldwych a ver una comedia teatral. En el intervalo luego del primer acto dos personas lo llevan a los camerinos, le ponen una peluca y anteojos y le dicen que, en el segundo acto, él interpretará a John Howell. No entiende qué sucede, pero se siente amenazado. Cuando entra a escena el personaje de Eva le expresa que van a matarla y le pide ayuda. Rice decide apartarse de las instrucciones que le han dado, así que terminan expulsándolo del teatro. Huye corriendo y se encuentra con Howell.
“Todos los fuegos el fuego”: Irene y su esposo, un precónsul de la época del Imperio Romano, asisten al circo en el que lucha Marcos, un gladiador amante de Irene. En simultáneo, pero en la París del siglo XX, Roland habla por teléfono con Jeanne sobre el triángulo amoroso que mantienen con Sonia. En ambos espacios suceden incendios que terminan con las vidas de los personajes.
“El otro cielo”: El protagonista escapa de una vida monótona y rutinaria trabajando en la bolsa de Buenos Aires y sosteniendo un noviazgo aburrido con Irina, y se va hacia galerías parisinas en el siglo XIX, donde sale de fiesta con Josiane. Acompaña a Josiane durante un período de miedo a causa de un asesino suelto en la ciudad, pero luego de este es capturado, y a raíz de una madre sobreprotectora que le exige presencia en Buenos Aires, el protagonista deja sus viajes mentales a la capital francesa, se casa con Irina y espera un hijo.