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¿De qué modo está representada la figura de la mujer en el poemario?
En varios de los poemas, las mujeres aparecen representadas por medio de sinécdoques, es decir, por la mención de un órgano, una imagen o una parte de su cuerpo. Esto se relaciona con la forma en que el poeta introduce personajes humanos en general: son escasas las ocasiones en que se los presenta como seres activos, y están más corrientemente asociados, comparados o asimilados a una imagen objetivada. Al mismo tiempo, las mujeres aparecen casi siempre en relación a alguna construcción erótica, o bien porque el elemento de la sinécdoque es una parte del cuerpo asociada a lo sexual o un símbolo erótico, o bien porque el yo poético elige describir una imagen provocativa en relación a la mujer.
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¿Qué función tiene el cosmopolitismo en el poemario?
Veinte poemas para ser leídos en el tranvía es un texto asumidamente vanguardista: el autor, contemporáneamente a su publicación, redactó el manifiesto de la revista Martín Fierro, versando en torno a cómo debía ser la nueva poética de su época al respecto. La intención girondiana de renovar el lenguaje poético pretende incorporar en la poesía elementos heterogéneos, diversos, de origen múltiple, con una perspectiva llana y directa, en lugar de simbólica o alegórica.
La inclusión de lo cosmopolita en el poemario, a través de universos y elementos de diferentes ciudades del mundo, así como de palabras en idiomas extranjeros y objetos de novedad tecnológica, aporta al carácter vanguardista del libro, porque introduce en la poesía recursos y temas que antes quedaban por fuera de lo literario.
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¿Qué rol tiene el sensualismo en estos poemas?
El poemario está signado por el recurso de la descripción. Se basa, en buena medida, en paisajes que se suceden, sin una forma determinada o una métrica rígida. En este contexto, las imágenes sensoriales abundan, ya que son un recurso ideal para expresar la visión del poeta desde los distintos lugares que atraviesa, porque permiten transmitir la experiencia corporal de estar presente en un lugar determinado. Las imágenes sensoriales están de por sí en relación con el universo del sensualismo, porque requieren que el yo poético (y a su vez, el lector) sean permeables a la construcción de imágenes literarias construidas con elementos propios de los sentidos, abiertos a experienciar el mundo y sus estímulos con los sentidos del cuerpo. De este modo, encontramos imágenes sensoriales de diferente tipo, pero abundan especialmente aquellas asociadas al erotismo o la sensualidad, que refieren a órganos sexuales o imágenes eróticas. Estas imágenes apelan a construir una visión erótica de la poesía, en el sentido amplio del término, que es el del pleno uso de las posibilidades de los sentidos del cuerpo y su traducción en imágenes poéticas. El sensualismo cumple entonces, puede decirse, una función constructiva en el poemario.
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¿Cuál es el sentido del título del poemario?
El nombre del libro trae varios sentidos. El tranvía, en primer lugar, es un ícono de la modernización de las ciudades, una innovación que posibilitó a las personas multiplicar la velocidad de sus desplazamientos, reduciendo el tiempo que separa una ciudad de otra. Además, introdujo a la vida cotidiana la situación de observar, desde una ventana, desde un espacio de pasividad y entrega a la contemplación, las escenas en el espacio público que se suceden rápidamente.
Por otro lado, se trata de un libro de poemas breves, en prosa, sin grandes dificultades interpretativas, sin imágenes simbolistas o metafóricas que requieran una compleja actividad de decodificación: en este sentido, los veinte poemas pueden ser leídos con el nivel de atención que alguien tendría en un transporte público, es decir, no del todo profundo, sino en situación de movimiento. Esto también se relaciona con el lugar que Girondo adopta en relación a la modernidad: parece adaptarse, de algún modo, al nuevo tiempo y las nuevas formas.
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¿Por qué predomina la forma de la prosa poética?
Girondo transita en este poemario, y también en obras posteriores, la búsqueda de una obra que exprese su ubicación en un tiempo de cambios estéticos, de innovaciones formales, de inclusión de elementos que estaban excluidos del universo poético. En este sentido, apuesta por la experimentación con imágenes sensoriales directas, sin simbolismo, y la adopción de fragmentos heterogéneos: términos en lenguas extranjeras, nombres propios de lugares, exclamaciones disruptivas. En este contexto, la forma de un poema en prosa o prosa poética permite un máximo de flexibilidad en la forma, ya que no es necesario atenerse al corte de verso ni sostener un ritmo cerrado a lo largo de un poema, permitiéndole al poeta jugar y experimentar al máximo, ajeno a la métrica cerrada y regular que signaba las producciones de las escuelas poéticas previas, como el romanticismo. Como Girondo se ubica en un extremo opuesto a esta estética, opta por una métrica totalmente distinta, dejando de lado la rima y los versos regulares.