Americanah

Americanah Resumen y Análisis Segunda Parte, Capítulos 12-22

Resumen

Capítulo 12

Ginika recibe a Ifemelu en Filadelfia, donde se ubica su universidad. Lo primero que observa la protagonista es cuán flaca está su amiga. Ginika intenta hablar en inglés nigeriano, pero usa expresiones muy antiguas; parece haberse adaptado completamente a la sociedad estadounidense. Su pelo está alisado y usa reflejos rubios. Conversan sobre diferencias culturales relacionadas con la raza y el idioma. Por ejemplo, Ginika le cuenta que la palabra "mestizo" en Estados Unidos es peyorativa y debe usarse el término "birracial", mientras que en Nigeria es un elogio y las personas mestizas, por tener la piel más clara, son consideradas más atractivas. Ese mismo día se juntan con otras chicas en el apartamento de una amiga de Ginika. Todas provienen de países diferentes, pero para Ifemelu están muy americanizadas. Otro día, Ifemelu y Ginika van de compras y conversan sobre los estilos y criterios de vestimenta propios de la sociedad estadounidense. Ifemelu se muda a un apartamento que comparte con otras tres chicas: Jackie, Elena y Allison. Las tres son blancas, delgadas, atléticas y de familias adineradas. La protagonista no se siente cómoda con ellas.

Capítulo 13

Ifemelu está preocupada por conseguir trabajo porque se van acabando sus ahorros y debe pagar la matrícula de la universidad. Para trabajar debe usar la documentación que le entregó su tía y fingir ser otra persona. Entrena para presentarse como si fuera Ngozi Okonwo. Va a muchas entrevistas, pero no consigue ningún empleo y empieza a obsesionarse con el asunto porque su cuenta bancaria está por vaciarse. La universidad le envía cartas reclamando pagos que no puede hacer. Si bien las conversaciones con Obinze y Dike la animan un poco, empieza a angustiarse porque siente que no hay salida.

Capítulo 14

En la universidad, una chica llamada Cristina Tomas le habla extremadamente lento porque piensa que Ifemelu no entiende inglés. Esto hace que empiece a practicar su acento estadounidense y a ocultar cada vez más sus hábitos nigerianos. Para adaptarse, debe aprender los códigos y las dinámicas de la educación en Estados Unidos. Los exámenes no le resultan complicados, pero le cuesta mucho participar en clase. Se da cuenta de que los estudiantes norteamericanos hablan constantemente en clase, y cree que, muchas veces, el debate es innecesario porque no saben lo que dicen. También cree que aprobar las materias es demasiado fácil. Como no tiene dinero para comprar libros, comienza a frecuentar la biblioteca, y allí lee obras de autores como James Baldwin.

Con el correr de las semanas, Ifemelu incorpora expresiones estadounidenses y empieza a disfrutar más de las lecciones. En una clase sobre comunicación, ven escenas de una película llamada Raíces, acerca de la esclavitud en Estados Unidos. La profesora quiere discutir la representación histórica y una alumna de voz firme inicia el debate preguntando por qué la película reemplaza la palabra "nigger" por un pitido. Los alumnos estadounidenses están convencidos de que esa palabra no debe pronunciarse porque ha causado mucho daño a las personas negras, mientras que la chica de voz firme sostiene que debe ser usada para representar bien la realidad histórica del país: "O sea, nigger es un término denigratorio para referirse a los negros, una palabra que existe, la gente la usa. Forma parte de Estados Unidos. Ha causado mucho dolor y considero que es insultante sustituirla por un pitido" (160). Ifemelu se siente identificada con esta postura y, al final de la clase, se acerca a esa compañera para conversar. Se llama Wambui y es keniana. Wambui invita a Ifemelu a las reuniones de la AEA, la Asociación Estudiantil Africana. La protagonista disfruta mucho de esos encuentros con personas que comprenden los desafíos de lidiar con la cultura estadounidenses desde una perspectiva africana. Uno de los temas sobre los que más conversan es cómo relacionarse, específicamente, con los estudiantes negros estadounidenses, es decir, los afroamericanos. Estos tienen otra asociación, el SEN, Sindicato de Estudiantes Negros.

Capítulo 15

Se profundizan los problemas de Ifemelu para conseguir trabajo y se ve forzada a presentarse a una entrevista con un hombre que busca una "ayudante personal, mujer" (167). La descripción de las tareas no es clara y el hombre, que dice ser entrenador de tenis, tiene "el aspecto de una persona para quien la corrupción era algo habitual" (167). Le explica a Ifemelu que busca a una chica que pueda ayudarlo a "relajarse" (168). Ella se siente muy incómoda y se va sin darle una respuesta. Luego se presenta en otras entrevistas y tampoco consigue empleo. Gracias a Ginika, conoce a una mujer blanca llamada Kimberly que busca niñera. Si bien Ifemelu y Kimberly se llevan bien de inmediato, al principio no la contrata. Los ahorros de Ifemelu se agotan y ella se atrasa con el pago del alquiler, por lo que crecen las tensiones con sus compañeras de apartamento. Se siente tan frustrada que casi golpea a Elena.

Apremiada por conseguir dinero, Ifemelu regresa a la casa del entrenador y acepta el trabajo. Concretamente, él le pide que se acueste en la cama sin ropa y la masturba; no tienen relaciones con penetración. Luego, le da un billete de cien dólares y le propone volver dos veces por semana. Ella contiene el llanto hasta que se encuentra en el tren de regreso. Cuando llega a su casa, está abrumada por las emociones. Tiene un mensaje de Obinze, pero siente que no soportaría hablar con él en ese momento. Llama a la tía Uju y le cuenta solo una parte del asunto. Esa noche no logra dormir y se imagina matando al entrenador de tenis.

Llega el invierno, Ifemelu ve nevar por primera vez y se hunde en una profunda depresión: no habla con nadie, ni siquiera con Obinze o Ginika; deja de ir a clases; se pasa el día en la cama; nada le interesa y no tiene ganas de estar viva. Un día, repentinamente, Ginika la llama por teléfono para contarle que Kimberly le ofrece el trabajo de niñera y le pagará con dinero en efectivo en mano. Si bien la alegra la noticia, está tan deprimida que Ginika debe ayudarla a vestirse y llevarla hasta la casa de Kimberly. Ginika le da su apoyo y le dice que está pasando por una depresión. Ifemelu se siente acompañada, pero no le cuenta lo que ocurrió con el entrenador.

Capítulo 16

El trabajo de niñera le permite pagar sus cuentas y reorganizar su vida cotidiana, pero Ifemelu sigue ignorando las llamadas, emails y cartas de Obinze; corta la comunicación sin darle una explicación. Mientras tanto, conoce cada vez más a Morgan y Talyor, los hijos de Kimberly. Siente mucho cariño por ellos. El niño es el menor; es juguetón, alegre y afectuoso. Morgan es rebelde y parece estar siempre enojada. Ifemelu logra establecer ciertos límites y la nena le hace más caso que a su madre. Un día, Morgan tiene una crisis y comienza a romper violentamente todos los objetos rosados de su cuarto. Ifemelu debe agarrarla para que pare y se tranquilice. Kimberly tiene actitudes problemáticas relacionadas con su situación de privilegio, pero tiene buen corazón, e Ifemelu se siente bien con ella. Por el contrario, Laura, la hermana de Kimberly, que pasa mucho tiempo en la casa, es agresiva, desconfiada y rígida.

La amistad y la confianza crecen entre ambas, y Kimberly le propone mudarse a la casa con ellos. Ifemelu rechaza la propuesta porque quiere tener independencia, pero acepta usar un auto de la familia. También la invitan a reuniones sociales con el pretexto de cuidar a los niños, pero en realidad estos se duermen temprano e Ifemelu no tiene mucho para hacer. En una fiesta, Kimberly la presenta como su "canguro y amiga" (198). Casi todos los invitados son blancos y le hacen comentarios que exotizan e hipersexualizan a las mujeres africanas. También se regocijan hablando de sus actos de caridad en África. Cuando se va de la fiesta, Ifemelu llama a Dike para saber cómo está. La tía Uju le dice que ha tenido problemas en la escuela; las maestras creen que tiene comportamientos agresivos y quieren que asista a las clases de educación especial. Uju piensa que es puro racismo, que lo señalan por ser diferente.

Capítulo 17

Un día del mes de julio, Ifemelu conoce a Blaine, quien será su novio años más tarde. La narración no menciona exactamente cuánto tiempo ha pasado desde que comenzó a trabajar para Kimberly, pero ahora Ifemelu vive sola en su propio apartamento. Ese mismo día decide dejar de fingir el acento estadounidense. Esto se debe a que recibe la llamada de un joven telemarketer, que le dice que "Habla como una estadounidense" (204). Ella se siente elogiada y avergonzada al mismo tiempo. Más tarde, toma un tren y se sienta al lado de un hombre afroamericano. Conversan, coquetean y toman una cerveza. Se trata de Blaine, que es profesor en la Universidad de Yale. Antes de bajar del tren, intercambian números de teléfono, pero él tiene una actitud reticente. Ella lo llama más tarde y él jamás le responde. Ese fin de semana, la protagonista visita a Uju, que se ha mudado a Warrington. La tía se queja sin parar. Ifemelu aprovecha para pasar tiempo con Dike; este le cuenta un episodio de racismo que ha vivido: en un campamento, la cuidadora les puso protector solar a todos los niños menos a él. Le dijo que no lo necesitaba y los demás se rieron. Ifemelu lo contiene: le explica que todas las pieles necesitan cuidarse del sol y le compra un protector. A partir de estas secuencias, la protagonista escribe una nueva entrada en su blog, titulada "Comprender Estados Unidos para los negros no estadounidenses: el tribalismo estadounidense" (215), en la que analiza los comportamientos de la sociedad local de acuerdo con la clase, la ideología, la región y la raza.

Capítulo 18

La narración regresa al presente en el salón de trenzado. Entran otras clientas, entre ellas una mujer blanca con mucho entusiasmo que también se trenza el cabello. A Ifemelu le molesta su actitud y el modo en que habla de literaturas africanas. Esta secuencia le recuerda su relación con Curt y empieza a reconstruir esas memorias.

Muchos años antes, conoció a Curt en una fiesta de Kimberly, ya que él era su primo. Él dice que se enamoró de Ifemelu a primera vista, mientras ella se ríe de una payasada de Taylor. Desde el comienzo de su noviazgo, él la hace sentirse hermosa y se esfuerza porque esté cómoda. Curt es blanco y muy rico, pero tiene una actitud modesta y crítica, y reconoce sus privilegios. Le confiesa que nunca antes había estado con una mujer negra y siempre elogia su cuerpo. Ella se deja llevar por la relación y se acomoda en la vida fácil y feliz que Curt lleva adelante. Salen mucho y hacen viajes internacionales. Ifemelu nunca le habla acerca de Obinze, porque siente que es un "sacrilegio" (228) hablar de él como un ex.

Capítulo 19

Curt le sugiere que deje de trabajar como niñera, pero ella no quiere perder su independencia y se propone enviarles más dinero a sus padres. Más tarde, él le consigue una entrevista para trabajar en el área de relaciones públicas de una empresa a través de contactos familiares. Ella consigue el empleo y esto le permite tramitar la documentación para permanecer y trabajar de manera legal en Estados Unidos. Para presentarse a esa entrevista, Ifemelu se saca las trenzas y se alisa el cabello. Reconoce que se ha reído de la tía Uju por hacerlo y ahora entiende cuán fuertes son las reglas sociales estadounidenses al respecto. En ese país, se considera poco profesional el cabello afro si no está alisado. Sin embargo, no le gusta su aspecto con el pelo lacio, y luego su cuero cabelludo se irrita de manera extrema por los productos que le pusieron en la peluquería. Curt se indigna y repite que la situación es muy grave. En este punto, la narración se detiene y leemos otra entrada de su blog, titulada "Comprender Estados Unidos para los negros no estadounidenses: ¿A qué aspiran los blancos anglosajones protestantes?" (239), en la que analiza el concepto de "olimpíada de la opresión", una obsesión estadounidense por clasificar a las personas y determinar qué grupo social es el más oprimido.

Capítulo 20

El nuevo trabajo es en Baltimore, por lo que Ifemelu se muda a esta ciudad y, con el tiempo, llega a encariñarse con el lugar. Un día, un taxista le dice que no parece africana porque usa una blusa ajustada. A partir de experiencias como esa continúa reflexionando sobre asuntos relacionados con la raza en Estados Unidos. En Baltimore tiene su propio apartamento, pero pasa la mayor parte del tiempo en la casa de Curt. Cada vez ganan mayor cercanía y ella empieza a notar que él es muy inseguro e incapaz de quedarse quieto. Por el uso constante de productos para alisarse el cabello, este se le empieza a caer. No sabe qué hacer, y Wambui le dice que la única solución es cortárselo muy cortito. Cuando lo hace, pasa tres días sin ir al trabajo porque se avergüenza de la apariencia que le da ese pequeño peinado afro. Siente que parece un varón. Wambui le recomienda un sitio web llamado FelizmenteCrespoEnsortijado.com, una comunidad virtual dedicada al pelo natural crespo en la que mujeres negras intercambian experiencias. Ifemelu va a abrir el sitio en la computadora de Curt y ve que él conversa de manera seductora con otra mujer. Se enoja, pero rápidamente lo perdona y superan el problema: él apenas se ha enviado algunos emails con esa mujer. Gracias a FelizmenteCrespoEnsortijado.com, Ifemelu se enamora de su cabello.

Capítulo 21

Un fin de semana, Ifemelu y Curt visitan a la tía Uju y a Dike. Curt se comporta como un novio encantador y juega al basket con Dike. Uju se queja mucho de su relación con Bartholomew. Algunos días más tarde, en una conversación telefónica, la mujer le cuenta a Ifemelu que ha decido separarse de Bartholomew, y que ella y Dike se mudarán a una ciudad llamada Willow. Tiene la esperanza de que allí haya mejores escuelas para el chico. En este punto, la narración vuelve a interrumpirse para dejar lugar a una entrada del blog de la protagonista. Se trata del texto "A mis compañeros negros no estadounidenses: en Estados Unidos sois negros, muchachos" (256), en el que analiza cómo las personas africanas siempre son clasificadas como negras en ese país, sin importar cómo se vean a sí mismas.

Capítulo 22

Ifemelu se encuentra a Kayode DaSilva, su amigo de la escuela, en un centro comercial. Conversando con él, se entera de que Obinze está en Inglaterra. Por un motivo que no termina de entender, Ifemelu trata a Kayode con frialdad y marca una firme distancia, a pesar de que el chico se alegra de verla. Más tarde ese mismo día, le escribe un email a Obinze; le pide disculpas y le dice que lo extraña, pero no le da explicaciones. Él no le responde. Al final de la Segunda Parte, tiene una conversación con Curt y este se muestra frustrado porque quiere ser el amor de su vida, pero ella solo le responde: "Eres un encanto" (260).

Análisis

La Segunda Parte es la más extensa de la novela, y narra los primeros tiempos de Ifemelu en Estados Unidos, época en que ella debe enfrentar situaciones muy arduas, especialmente marcadas por su condición de mujer negra, joven y migrante africana. Entre los capítulos 12 y 22 se relata la segunda parte de su experiencia estadounidense, una vez que se muda a Filadelfia y comienza a estudiar. Si bien los meses previos, cuando todavía está en Brooklyn, son de espera y desilusión porque todavía no encuentra el país idealizado que deseaba, allí aún tiene ahorros y el apoyo de la tía Uju. Contradiciendo sus esperanzas de encontrar en Filadelfia ese Estados Unidos ideal de los anuncions publicitarios, en esta segunda etapa su vida se complica de manera extrema. Toda esta parte de la historia de Ifemelu ilumina las problemáticas específicas de las personas migrantes con respecto al trabajo y el dinero. La chica no logra conseguir empleo, se queda sin ahorros y se ve obligada a aceptar el trabajo sexual para el entrenador de tenis. Esto le genera un malestar enorme y termina por deprimirse, lo cual empeora aún más su situación, porque no quiere salir de la cama y deja de ir a clase.

La salud mental es abordada en la novela en relación directa con el racismo que enfrentan las personas negras, ya sean afroamericanas o migrantes, tal como puede verse en esta secuencia dolorosa que atraviesa Ifemelu. La falta de empleo, la desesperación por no tener dinero, la soledad y la marginalización que vive en el seno de la sociedad estadounidense son las causas de su depresión. En paralelo, comienza a desarrollarse la historia de Dike, que está creciendo y se enfrenta a varias dificultades por ser el único chico negro en su escuela y en los campamentos de verano. Más adelante, la acumulación de esas manifestaciones del racismo también afectará la salud mental de Dike, al punto tal que el chico intentará suicidarse.

Además, como se ha mencionado, Ifemelu debe hacer uso de documentación que pertenece a otra mujer para poder trabajar. Fingir ser otra persona la lleva a atravesar una crisis de identidad sumamente aguda. Y esa despersonalización se potencia porque la protagonista, para sobrevivir en medio de un contexto tan hostil, comienza a abandonar sus hábitos nigerianos para adoptar los estadounidenses: entre otras cosas, empieza a hablar con el acento del inglés norteamericano y aprende los códigos de los estudiantes universitarios para sentirse más cómoda en clase.

Ese corte con respecto a Nigeria también se manifiesta en la situación romántica y afectiva de la protagonista. Ifemelu interrumpe toda comunicación con Obinze sin darle ninguna explicación. En principio, ella deja de hablar con su novio porque se siente humillada y abrumada por lo que ha ocurrido con el entrenador de tenis y por su situación de desesperación económica. Sin embargo, más adelante, cuando consigue empleo como niñera de los hijos de Kimberly, su vida se reorganiza, pero no vuelve a entrar en contacto con Obinze. Después de un tiempo comienza a salir con Curt y conoce a Blaine. Aunque estos dos hombres son muy diferentes entre sí, ambos son estadounidenses y señalan el enraízamiento cada vez más firme de la protagonista en Estados Unidos.

Finalmente, en sintonía con la necesidad de adaptarse a los imperativos de la sociedad local, Ifemelu vive una situación espejada a la de su tía Uju con respecto al cabello. Cuando tiene una entrevista para el trabajo formal que le consigue Curt, se ve forzada a alisarse el pelo. Antes había juzgado a Uju por sobreadaptarse a los criterios estadounidenses, pero ahora entiende que es una cuestión de supervivencia. Ahora bien, la narración demuestra que el alisado obligatorio es una forma de violencia racista. Tanto es así que, primero, Ifemelu no se reconoce con el pelo lacio; no le agrada su apariencia. Y, después, los químicos dañan mucho su cuero cabelludo y le causan un gran dolor, es decir, violentan directamente su cuerpo. A su pesar, debe cortarse el pelo muy cortito para recuperarse. Al principio tampoco se identifica con el cabello tan corto: siente que parece un varón y se queda encerrada en la casa tres días porque le avergüenza que la vean así. De esta manera, queda evidenciado el nivel de daño que provocan las visiones y mandatos racistas con respecto al cabello de las mujeres negras, y cuán importante es esta parte del cuerpo para la identidad, tanto individual como colectiva.