Americanah (2013) es la tercera novela publicada por la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. La novela tiene 55 capítulos organizados en siete partes. Tanto los capítulos como las partes tienen extensiones muy variables, es decir, algunas secciones son mucho más largas que otras. Por otro lado, la estructura de la novela es original, ya que quiebra con el orden cronológico clásico y propone idas y vueltas en el tiempo de manera permanente. En otras palabras, se trata de una narración construida a partir de analepsis (saltos hacia el pasado) y prolepsis (saltos hacia el futuro).
De esa manera, prácticamente toda la novela relata recuerdos y memorias de Ifemelu, su protagonista, mientras ella se encuentra en una peluquería de Estados Unidos. Tanto las memorias como las acciones del presente en el salón de trenzado son narradas con detalle y detenimiento por una voz omnisciente en tercera persona que sigue de cerca las reflexiones de Ifemelu. De todas maneras, Americanah es, entre otras cosas, una historia de amor, por lo que Obinze, el primer novio de Ifemelu, también ocupa un lugar central en la narración, y conocemos su vida, sus pensamientos y sus sentimientos, aunque ella sea, sin dudas, la gran protagonista de la obra.
En términos de estructura, además, la narración muchas veces se detiene para dar lugar a fragmentos o entradas completas del blog que Ifemelu comienza a escribir cuando vive en Estados Unidos para reflexionar sobre cuestiones raciales. En estos textos, marcados con una tipografía diferente en las páginas, leemos la primera persona de Ifemelu. Si bien todo en la novela forma parte de la ficción, las entradas que pertenecen al blog tienen un tono más crítico, argumentativo y ensayístico, y presentan posturas políticas de manera explícita.
Al igual que sus dos novelas previas, La flor púrpura y Medio sol amarillo, esta obra tiene como protagonistas a personajes nigerianos que viven en el mundo contemporáneo. En este caso, la narración es realista y tiene como eje a Ifemelu, una joven nacida y criada en Nigeria que se muda a Estados Unidos cuando tiene alrededor de veinte años, con el objetivo de estudiar en la universidad. A partir de esa migración, la protagonista descubre su propia negritud y empieza a reflexionar sobre cuestiones raciales, motivada por el contexto estadounidense. Si bien hay algunos elementos de la historia de Ifemelu que coinciden con la biografía de Chimamanda Ngozi Adichie, esta es una narrativa ficcional. Por ejemplo, la autora también migra a Estados Unidos para estudiar más o menos a la misma edad que su personaje, pero no debe atravesar las mismas dificultades económicas que Ifemelu. En entrevistas, Adichie ha dejado en claro que esta no es una autobiografía.
La novela reflexiona sobre asuntos relacionados con la raza y el racismo, el género y la sexualidad, las migraciones, la clase social y el dinero, cuestiones que le interesan mucho a la autora. Estos tópicos se conectan con la identidad, tanto individual como colectiva. Así, Americanah es la historia de un personaje singular, Ifemelu, pero a través de sus experiencias ella nos presenta de manera crítica las realidades de las personas negras, de las personas africanas, de las personas migrantes y de las mujeres y, específicamente, de las mujeres negras en el mundo contemporáneo, concentrándose en la vida en Estados Unidos. Es por ello que, además, el libro está repleto de personajes secundarios -con mayor o menor participación en la vida de la protagonista- que muestran posiciones y perspectivas diferentes, pero no necesariamente contrapuestas, a las de Ifemelu. De ese modo, la novela muestra que ningún grupo social o racial puede reducirse a un estereotipo único y cerrado. Por ejemplo, la mujer senegalesa que le trenza el cabello a Ifemelu pertenece a una clase social más baja y tiene hábitos culturales distintos, pero ambas tienen la africanidad como punto en común.
La centralidad del cabello, en particular el cabello crespo de las mujeres negras, y de la peluquería como espacio significativo para la identidad, se resalta en esta novela. Si bien el cabello es un elemento vertebral en las discusiones cotidianas y políticas de las mujeres negras, esta obra se destaca por trabajarlo de manera literaria. El pelo es fundamental en Americanah porque no solo sirve para describir a los personajes, sino que además aporta el ritmo de la narración: la mayor parte de los capítulos reconstruyen recuerdos de Ifemelu mientras ella se trenza el cabello. Además, se está haciendo ese peinado porque planea volver a Nigeria y quiere estar bien preparada. El regreso al lugar de origen es también un motivo central de esta novela.
Inmediatamente después de publicarse, Americanah ha sido aclamada por la crítica y por el público lector en diversos países del mundo. Ha recibido múltiples premios, como el National Book Critics Cicle Award in Fiction de Estados Unidos en 2013. También es uno de los mejores diez libros de ese año de acuerdo con la publicación New York Times Book Review. Según el sitio web de la autora, la novela ha sido traducida a veintinueve lenguas hasta el momento. La edición en lengua española aparece en 2014. Han existido proyectos para adaptar la historia al formato audiovisual, ya sea como película o como serie, pero hasta el momento no se han concretado.