Resumen
Primera entrega
Acá inicia la primera de las dos partes de la novela. Esta se titula "Boquitas pintadas de rojo carmesí" e incluye desde la primera hasta la octava entrega.
La novela comienza con una nota publicada en abril de 1947 en una revista de Coronel Vallejos. Allí se da a conocer la noticia del fallecimiento de Juan Carlos Etchepare. La nota informa que el joven tenía 29 años y que padecía, hacía tiempo, una grave enfermedad. A continuación, se presentan seis cartas escritas por Nélida Fernández de Massa, también llamada Nené. Están dirigidas a Leonor, la madre de Juan Carlos. Todas son del año 1947.
La primera carta es del 12 de mayo. En ella, Nené le da su pésame, le dice que hace muchos años vive en Buenos Aires y agrega que no sabe si ella todavía le guarda rencor.
En la siguiente carta, Nené se alegra por haber recibido una respuesta de Leonor. Acuerda enviarle las cartas a la casilla de correo, tal como Leonor le pide, para así no tener problemas con Celina, su hija. Dice que sigue pensando en Juan Carlos, y le pregunta si cumplieron el deseo de éste de ser cremado. Ella espera que no lo hayan hecho, pues dice que está mal visto para la religión católica.
En la tercera carta, Nené comenta que está casada y que tiene dos hijos, uno de seis y otro de ocho años. Le pide a Leonor que, si es posible, le envíe las cartas que Juan Carlos le había escrito en el pasado. Nené se las había devuelto a Juan Carlos cuando se pelearon, y ahora desea leerlas nuevamente. También le indica que estaban atadas con una cinta celeste. Por otro lado, Nené se muestra sorprendida y felicita a Leonor por el pulso que tiene para escribir, puesto que parece el pulso de una persona más joven.
En la carta siguiente, Nené le pregunta si Juan Carlos está sepultado en tierra, en un nicho o en un panteón. Le dice que Juan Carlos deseaba no ser enterrado para que no se lo comieran los gusanos. Luego vuelve a referirse a las cartas escritas por Juan Carlos, y explica que no llevaban su nombre en el encabezado, y que estaban fechadas entre julio y septiembre de 1937.
En la quinta carta, Nené insiste en la devolución de la correspondencia de Juan Carlos.
En la sexta, Nené dice que aún no ha recibido respuesta a su carta anterior, y que sigue sintiéndose mal por la muerte de Juan Carlos. También le cuenta que tiene la cara muy demacrada y que se encierra en su habitación para que nadie la vea. Además, envía un recorte de la revista "Nuestra vecindad", del año 1936, donde se habla de una fiesta en el Club Deportivo "Social", donde ella bailó un vals con Juan Carlos, evento tras el cual empezaron a verse como novios. Ella dice que tenía veinte años por entonces. Al final le pide que le responda, por miedo a que su marido sospeche algo, si sigue viéndola tan desmejorada.
Segunda entrega
En esta entrega se presentan dos nuevas cartas de Nené dirigidas a Leonor. Ella ha dejado de responderle sus cartas, y la situación es angustiosa para Nené.
En la primera carta de esta segunda entrega, del 23 de julio, relata cómo comenzó la pelea entre ella y Celina, en la época en que había comenzado a asistir al Club Social. El Social era un club para jóvenes de familias adineradas y, aunque ella no lo era, había podido asistir gracias a que iban sus amigas Celina y Mabel. Para la fiesta de la primavera, habían sido seleccionadas para bailar ella y Mabel, pero Celina no. Envidiosa de la situación, Celina le pidió a Nené que no aceptara bailar. Luego le dijo que ya no sería su amiga debido a que ella no se había unido a su protesta. Nené entonces se enojó porque Celina no le había pedido lo mismo a su otra amiga, Mabel. También dice que el odio de Celina se debía a que ella quería que Juan Carlos, su hermano, saliera con Mabel, para emparentarse con su familia. Durante un tiempo estos dos habían salido, pero luego la relación se terminó, y Juan Carlos había comenzado a salir con Nené.
Por otro lado, Nené cuenta lo que le ocurrió con el doctor Aschero. Ella trabajaba como enfermera en el consultorio del doctor cuando tenía 19 años. En una oportunidad, fueron a visitar a un paciente al campo y él abusó de ella en el auto, en el camino de regreso. Luego de eso, mantuvieron relaciones sexuales con frecuencia, a pesar de que el doctor estaba casado. Cuando la mujer de él se enteró de la situación, ella tuvo que dejar ese trabajo y emplearse como empaquetadora en la tienda Al Barato Argentino. Hacia el final de la carta, Nené explica lo difícil que le resulta su vida de casada.
Sin terminar de escribir rompe la carta, iracunda, y comienza a escribir una nueva. En un tono visiblemente más calmo y contenido, Nélida le dice a Leonor que no comprende por qué dejó de responderle. Contrariamente a lo que confiesa en la carta rota, declara que está conforme con su vida, con sus hijos y con su marido, que él no le hace faltar nada y que llevan un buen pasar económico. También comenta que, en la época en que salía con Juan Carlos, él siempre iba a la casa de la viuda Di Carlo, y que una vez vio que él tenía un pañuelo de otra mujer, que no era la viuda, y nunca supo quién era.
Tercera entrega
Al comienzo de esta entrega se describen fotografías de un álbum de Juan Carlos de 1937. Las fotos corresponden a su infancia, adolescencia y adultez. Hay tres fotografías en las que aparece Mabel. Luego se describe el dormitorio de Mabel en 1937. En la habitación hay libros, fotografías, muñecas. Hay una foto de Juan Carlos escondida entre dos libros, dentro de un cajón. Debajo de ellos, están escondidos dos números de la revista "Mundo femenino" de 1936. En cada número hay una consulta de una lectora y su respectiva respuesta. A continuación se reproducen esos fragmentos.
En la primera carta, la lectora (que es Mabel) cuenta que tiene una relación sentimental con un hombre de dudoso porvenir, que sus padres rechazan. Por otro lado, dice que un hombre de origen inglés la invitó a pasar unos días en su estancia, y que ella no sabe qué hacer. En su respuesta, la redactora le aconseja terminar con la relación a la que sus padres se oponen y aceptar la invitación del estanciero. En el siguiente número, la misma lectora dice que ha ido a la estancia, y a consecuencia de eso se terminó su relación con el otro pretendiente. Además, cuenta que este ha contraído una enfermedad muy contagiosa. Luego, en su respuesta, la consejera le recomienda tomar precauciones frente a esa enfermedad.
Por último, al final de esta entrega, se presentan las anotaciones de Juan Carlos en una agenda de 1935. Allí tiene agendadas citas con varias mujeres. En julio conoce a Mabel. Dice estar enamorado de ella y querer casarse.
Análisis
En lugar de una narración tradicional de los hechos, en esta novela la información aparece en distintos tipos de soportes, como cartas, revistas, notas periodísticas, un álbum fotográfico, una agenda y otras clases de textos. El lector debe interpretar la información de estos textos, reconstruir la historia y hacer sus valoraciones respecto a ella. Las primeras entregas sirven para presentar a los personajes principales, Nené, Juan Carlos, Mabel y Celina. Las cartas, las fotos, la agenda, muestran la intimidad de estos personajes, y es a través de estos elementos que podemos conocerlos; no hay un narrador que valore ni explique el comportamiento de los personajes.
En estas primeras entregas hay un total de ocho cartas escritas por Nené, separadas entre ellas por una breve descripción de las circunstancias en las que ella termina de escribirlas, textos a los que llamaremos de aquí en adelante "comentarios de acciones posteriores". La anteúltima carta no es enviada, pues Nené la rompe cuando termina de escribirla. Entre cada una de las cartas se producen elipsis narrativas, es decir, suceden cosas de las que no nos enteramos. Por ejemplo, no se nos dice lo que escribe Leonor en sus cartas, ni por qué deja repentinamente de escribir, ni qué hace ella con las cartas que recibe. Estas elipsis narrativas serán fundamentales al final de la novela, cuando se descubra parte de la información que aquí se oculta. Lo que sabemos es lo que podemos extraer de las cartas de Nené. Ella es una ama de casa con dos hijos. Tiene una mala relación con su marido, al que por momentos detesta. También se siente agobiada por el mal comportamiento de los niños. En su descripción podemos ver lo frustraste que le resulta la vida que lleva:
Mire, yo me voy a morir con esta vida que hago, nada más que trabajar en la casa y renegar con los chicos. A la mañana, todas las santas mañanas, empieza la lucha de sacarlos de la cama, el más grande peor, tiene ocho años y está en segundo grado, y el más chico por suerte este año ya va al jardín de infantes, darles la leche, vestirlos y acompañarlos hasta el colegio, todo a sopapo limpio, qué cansadores son los varones, cuando no empieza uno empieza el otro. De vuelta me hago las compras, todo en la feria porque es mucho más barato, pero mucho más cansador porque hay que ir puesto por puesto, y hacer cola. (p. 26)
En las cartas, Nené insiste reiteradamente en su pregunta por el tipo de sepultura que recibió Juan Carlos. Él quería que lo cremaran, es decir, que incineraran sus restos. Pero Nené alega que eso está mal visto por la religión católica, según la cual los cuerpos resucitarán en carne y espíritu. Además, desea que no esté sepultado en tierra, pues dice que la tierra es fría y húmeda y hay gusanos:
Tengo tantos deseos de que no esté en tierra... ¿Usted nunca se metió en un pozo que alguien estuviera cavando? Porque entonces si pone la mano contra la tierra dura del pozo siente lo fría y húmeda que es, con pedazos de cascotes, filosos, y donde la tierra es más blanda peor todavía, porque están los gusanos. (p. 15).
El lector puede advertir que el deseo de Nené va más allá de querer que se cumpla un mandato religioso o evitar que los gusanos deshagan el cuerpo. Ella cree en la promesa de la reencarnación, y su interés en que no cremen el cuerpo de Juan Carlos tiene que ver con que ella espera reencontrarse con él luego de la muerte. El tema de la putrefacción de los cuerpos aparece en varias oportunidades en la novela, y es una de las formas en las que el tema de la muerte se desarrolla a lo largo de la novela.
En la tercera entrega se describe un álbum fotográfico de Juan Carlos, del año 1937, es decir, diez años anterior a su muerte. El narrador hace una descripción detallada de las fotos sin decir quiénes son las personas retratadas. Podemos ver que son fotos de Juan Carlos, de su familia, de su amigo Pancho, de Mabel, y probablemente también de Nené. Luego se describe la habitación de Mabel en el mismo año. El narrador, nuevamente, da detalles muy precisos de los objetos y su ubicación. Este recurso narrativo se asemeja a un procedimiento cinematográfico. La descripción funciona como una cámara lenta que recorre el espacio y muestra cada detalle (sobre este recurso ver el apartado "Puig y el lenguaje cinematográfico"). Sabemos que se trata de la habitación de Mabel por las etiquetas con su nombre que rotulan los libros que se describen. A través de esta descripción podemos saber mucho de este personaje sin que el narrador lo diga. Por ejemplo, podemos ver que el personaje pertenece a una clase social alta, por la decoración y los muebles que posee. También podemos notar que es maestra de escuela por los libros que tiene en su biblioteca. Es importante destacar a este respecto que pocas jóvenes en el pueblo tienen el privilegio de acceder a esta profesión.
Además, en esta sección se presentan dos textos de revistas que Mabel escondía en un cajón, con los que nos enteramos de su situación sentimental con Juan Carlos y con Cecil. Aunque ella está enamorada de Juan Carlos, la familia no está muy de acuerdo con esa relación. En cambio, aprueban la relación con Cecil, el estanciero inglés, quien puede proporcionarle una unión más ventajosa económicamente. Esta situación se presenta en cartas anónimas dirigidas a una consejera sentimental de la revista femenina que Mabel esconde en aquel cajón. Por esto nos damos cuenta de que las cartas fueron escritas por Mabel, aunque su nombre no figure en ninguna de las dos. En este intercambio epistolar se pueden ver los intereses económicos que se priorizan socialmente al abordar el tema de las relaciones amorosas. La consejera sentimental alienta a Mabel a inclinarse por la relación con Cecil, cuyo estatus social y posición económica resultarían más beneficiosos para el futuro de la joven, en comparación con lo que Juan Carlos puede ofrecerle. No obstante, lo hace de manera solapada, mediante la alusión al idioma inglés: "En cuanto a tu futuro, no olvides que el inglés es un extraño pero bello idioma" (p. 42).
En esta misma entrega también se nos ofrece una agenda de Juan Carlos del año 1935. En ella aparecen las múltiples citas que planea con distintas mujeres. Además, podemos notar que en ocasiones miente. También leemos al final de la agenda que está enamorado de Mabel, puesto que luego de un encuentro con ella escribe: “soy el hombre más felis de la tierra y prometo ante Dios comprometerme como un hombre de verdad, juro no contarlo a nadie y casarme con ella.” (p. 46). Por otro lado, como podemos ver, Juan Carlos escribe con faltas de ortografía. Esta agenda nos ayuda a construir una imagen del personaje: aquí vemos que es mujeriego, mentiroso y con pocos estudios. Es una imagen de antihéroe, distinta a la que podíamos imaginar leyendo las cartas de Nené o en la nota necrológica de la revista del pueblo.