Resumen
El narrador recomienda a todos aquellos interesados en que un camello pase por el ojo de una aguja que sigan al científico Arpad Niklaus. Dicho científico propone un método para desintegrar un camello y hacerlo pasar, como un chorro de electrones, por el ojo de una aguja. Luego del trayecto, un aparato receptor sería capaz de reconstruir al camello, con vida y todo. Niklaus ya ha logrado realizar el procedimiento con una gota de agua, por lo que está seguro de que podrá lograrlo con el camello.
Sin embargo, para poder realizar su experimento, necesita las instalaciones de una planta atómica privada, por lo que ha lanzado una campaña de recolección de dinero para costear su empresa. En verdad, con el dinero colectado se ha procedido a realizar material informativo para que Niklaus sea conocido en todo el mundo, y se ha comenzado a costear —además del sueldo del científico— toda una fundación que apoya el trabajo científico necesario para realizar el experimento.
Hasta el momento, Niklaus cuenta con el camello y con la aguja. El camello ha sido fácil de conseguir, puesto que todas las sociedades protectoras de animales aprueban su uso, ya que el proceso de desintegración y reintegración regeneraría las células del animal y lo haría mas longevo. La aguja, por otro lado, fue creada por Niklaus y hasta el momento la usa su mujer para zurcirle la ropa. Se trata de una aguja especial, hecha con isótopos de níquel, que ha despertado la curiosidad y las habladurías en la comunidad científica.
El proyecto cuenta con el apoyo de muchas instituciones internacionales, como la Liga Interplanetaria, que tiene sede en Londres, y recibe los aportes de muchos millonarios, que deben pagar cuotas mensuales a la fundación de Niklaus. Mientras tanto, muchos estafadores han desarrollado métodos para disolver el camello y hacerlo pasar -como vapor -por la aguja, pero en ningún caso han logrado devolverle la vida al animal.
Niklaus no especifica el monto necesario para desarrollar su proyecto, y solo alega que debe ser una suma elástica. Si el experimento es exitoso, los empresarios que conrtibuyen con el científico podrán transformarse en accionistas de la mejor empresa de transportes del mundo. Por el otro lado, si el proyecto fracasa, los ricos que invirtieron en él todas sus ganancias saldrán ganando igualmente: ya sin sus fortunas, empobrecidos entrarán más fácilmente al reino de los cielos, “por la puerta estrecha” (p. 21).
Análisis
"En verdad os digo" refiere los intentos de un científico por salvar las almas de los ricos, mediante un proyecto que intenta hacer pasar un camello por el ojo de una aguja.
Todo el cuento está basado en una famosa cita bíblica que dice que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el Reino de los Cielos. En el cuento, esta frase metafórica se expresa de forma literal y así se crea un juego con los significados literales y figurados del lenguaje. Así, la propuesta de Arreola es manipular en su relato la cita bíblica y descontextualizarla al interpretarla de forma literal y no figurada: los ricos podrán entrar en el Cielo si él consigue hacer pasar un camello por el ojo de la aguja.
El procedimiento de interpretación literal es una forma de satirizar a la sociedad moderna, definida por el materialismo, y al discurso positivista de las ciencias. En verdad, el relato de Arreola remeda el discurso científico y lo atraviesa de bromas y sinsentidos que lo ridiculizan totalmente. Un ejemplo claro de este procedimiento puede observarse en el pasaje dedicado a la aguja que utilizará en su experimento:
No es una aguja cualquiera, sino un maravilloso objeto dado a luz por su laborioso talento. A primera vista, podría ser confundida con una aguja común y corriente. La señora Niklaus, dando muestra de fino humor, se complace en zurcir con ella la ropa de su marido. Pero su valor es infinito. Está hecha de un portentoso metal todavía no clasificado, cuyo símbolo químico, apenas insinuado por Niklaus, parece dar a entender que se trata de un cuerpo compuesto exclusivamente de isótopos de níquel. Esta sustancia misteriosa ha dado mucho que pensar a los hombres de ciencia. No ha faltado quien sostenga la hipótesis risible de un osmio sintético o de un molibdeno aberrante… Lo que se sabe a ciencia cierta es que la aguja de Niklaus puede resistir la fricción de un chorro de electrones a velocidad ultracósmica (p. 19).
El párrafo citado es uno de los más humorísticos de todo el cuento y muestra muy bien el carácter del humor arreoliano, cargado de ironías. En este caso, al introducir una subversión en las expectativas (se supondría que una aguja tan especial se tratara de forma muy cuidadosa, no para zurcir la ropa) Arreola juega con la estructura básica de la ironía, que implica la creación de una situación en que las expectativas no coinciden con la realidad presentada.
A su vez, en el pasaje, puede observarse que el discurso científico, caracterizado por la precisión, la objetividad y el uso de un vocabulario técnico y específico (isótopos, osmio, molibdeno, símbolo químico, electrones, etc.) está puesto al servicio del humor y se presenta dentro de una situación ridícula: la creación de una aguja fabulosa que, hasta el momento, solo ha usado la mujer del científico para zurcir su ropa. Esta subversión resulta en una parodia del discurso científico: Arreola se burla, en todo su cuento, de los científicos, sus hipótesis, sus experimentos y sus alardes de objetividad. Así, el discurso objetivo está atravesado por marcas de subjetividad que son inadmisibles en el mundo de las ciencias, por ejemplo, “maravilloso objeto”, “valor infinito”, “portentoso” “sustancia misteriosa”.
El narrador en tercera persona también es un elemento que dota al texto de una supuesta objetividad y contribuye a su carácter paródico: el relato se propone como una descripción del experimento de Niklaus y como un ejemplo de texto de divulgación científica, mientras que en realidad trata de convencer a los ricos de que participen económicamente en la investigación de Niklaus, con lo que la función explicativa en realidad está atravesada por un objetivo persuasivo.
Otro juego que propone el narrador es la mención de instituciones y autores científicos que vengan a sustentar, con su prestigio, el proyecto de Niklaus. La cita de autoridad es un recurso fundamental para los textos expositivos y muy utilizado en los textos de divulgación científica, ya que sirve para dotar a las palabras del divulgador de la autoridad derivada del prestigio de las instituciones científicas y de los propios investigadores. Este recurso también es utilizado por Arreola y está atravesado de la burla, como puede verse en la siguiente cita: “El proyecto es del todo viable, y hasta diríamos que peca de científico. Cuenta ya con la simpatía y el apoyo moral (todavía no confirmado oficialmente) de la Liga Interplanetaria que preside en Londres el eminente Olaf Stapledon” (p. 20).
En la cita de autoridad, Arreola introduce la burla en diversos niveles: en primer lugar, desacredita su propia cita al mencionar el apoyo de una institución que todavía no está confirma oficialmente, por lo que no existe un respaldo real para el experimento. En segundo lugar, cita una institución inexistente y de nombre burlesco, la “Liga Interplanetaria”, pero incluye una referencia a una autoridad real: Olaf Stapledon. Sin embargo, este filósofo británico de finales del siglo XIX y principios del siglo XX se caracterizó principalmente por sus obras de ciencia ficción, y no por su labor científica, por lo que incluso la cita a un autor real se burla del discurso científico.
Como se ha mencionado al inicio del análisis, el juego principal con el lenguaje y los dobles significados (figurados y literales) que se produce a lo largo del texto es la descontextualización de la cita bíblica. La interpretación literal propuesta por Niklaus posibilita el desarrollo de toda la trama. Así, el texto presenta un experimento científico llevado al absurdo y el objetivo pseudo humanitario de Niklaus ofrece una interpretación satírica de la sociedad en la que vive. El texto se burla del discurso científico, pero también de los ricos. Para que los adinerados salven su alma no es necesario invertir en un proyecto complicado y absurdo, sino pasar a ser pobre. Esto puede conseguirse de muchos modos, como se indica al final del relato, cuando el narrador reconoce que el proyecto de Niklaus será exitoso consiga o no hacer pasar el camello por el ojo de la aguja: si lo consigue, los ricos entrarán al Reino de los Cielos, como la cita bíblica indica. Si no lo consigue, los ricos habrán de todas formas invertido tanto dinero que se habrán vuelto pobres, por lo que de todos modos entrarán al Reino de los Cielos.
En ese sentido, el narrador hace énfasis en que los ricos no necesitan ya de la religión y de la caridad para salvarse, puesto que la ciencia se ha convertido en una creencia nueva. En la siguiente cita se esboza dicha idea: “En vez de derretir toneladas de cirios y de gastar el dinero en indescifrables obras de caridad, las personas interesadas en la vida eterna que posean un capital estorboso deben patrocinar la desintegración del camello, que es científica, vistosa y en el último término lucrativa” (p. 20).
La descontextualización de una cita bíblica y su interpretación literal ofrece entonces a Arreola la posibilidad de burlarse al mismo tiempo de una sociedad tecnocrática, cuyos valores están basados en la ciencia y en el materialismo, y de la religión, que ofrece valores abstractos que no se fundan más que en la fe. Uno de los temas fundamentales de la obra de Arreola es el progreso técnico y científico y su preocupación por el destino del hombre que vive en la modernidad; con todos sus elementos deshumanizantes, “En verdad os digo” es un ejemplo excelente en este tema. Aunque el carácter humorístico suaviza la crítica social, no debe escapársele al lector esta dimensión de crítica fundamental en toda la obra de Arreola.
