Resumen
La baronesa viuda de Büsshausen recibe, tras la muerte de su marido, la enorme obra titulada Historia comparada de las relaciones sexuales, que este escribiera antes de morir.
El narrador explica que entre los libros científicos, el del barón Büsshausen se destaca, y encuentra lectores de una enorme diversidad. Para algunos, defensores del materialismo histórico, el libro es una refutación de Engels. Para los teólogos, es la ilustración de uno de los círculos del infierno. Los psicoanalistas, por otro lado, revisan el tomo y lo leen como las fantasías de un alma atormentada por las más extraviadas pasiones. Los antropólogos niegan que Büsshausen sea uno de sus colegas, y los críticos literarios leen sus páginas como si fueran una novela.
Cualquier lector, indica el narrador, puede extraer algunas conclusiones de aquellas páginas: la primera, que el matrimonio surgió en tiempos remotos como un castigo impuesto a las parejas que violaban el tabú de la endogamia. El matrimonio era, también, una condena para aquellos que caían en el pecado de la posesión. Por otro lado, esa institución servía, según Büsshausen para perfeccionar dos almas expuestas al roce continuo, o para reducirlas a polvo. En ese sentido, compara el matrimonio a un molino en el que dos piedras se muelen a sí mismas, interminablemente, hasta la muerte.
En verdad, la tibia personalidad del barón, comparada a una piedra blanda y porosa, se encontró al lado del cuarzo que era su esposa y que lo sobrevivió intacta. Mientras tanto, la baronesa permanece impasible frente a quienes festejan la obra de su marido, o a aquellos que, como el narrador, encuentran en ella una extensa epopeya doméstica.
Análisis
Este relato presenta un episodio de la vida de la baronesa Büssenhausen, cuyo marido difunto escribió un libro dedicado a la investigación de la historia de las relaciones entre el hombre y la mujer. La baronesa lee la dedicatoria del libro, titulado Historia comparada de las relaciones sexuales, escrito en su honor. Mediante tal introducción, el narrador comienza una crítica de la obra que se extiende desde el tercer párrafo hasta el final del libro.
La estructura textual presenta el inicio de una narración convencional: se introduce primero al personaje de la viuda que lee la dedicatoria del libro, pero que ignora el contenido de sus 50 capítulos, “por consejo amistoso” (p. 61). Este inicio funciona a modo de excusa para introducir luego una reseña crítica del libro del barón Büsshausen, verdadero objetivo del relato.
La crítica es mayormente negativa; reconoce en el libro cierto valor literario, pero prácticamente ningún valor científico, antropológico o psicológico. Las apreciaciones negativas abundan en los comentarios de la obra; algunos se refieren a “la página más descabellada” (p. 63), otros mencionan “centenares de páginas estancadas” (p. 62) y dicen también que “el rigor científico del barón decae con frecuencia y da lugar a ciertas páginas de gelatina”(p. 64), o le atribuyen al autor una imaginación que “alcanza envidiable altura” (p.62). Sin embargo, y a pesar de la crítica, una versión resumida y traducida al inglés se convierte en un best-seller, probablemente por su carácter sensacionalista: “Entre los libros científicos redactados sobre el tema, la obra de barón Büssenhausen se destaca de modo casi sensacional, y encuentra lectores entusiastas en un público cuya diversidad mueve a envidia hasta a los más austeros hombres de estudio. (La versión abreviada en inglés ha sido un best-seller.)” (p. 61).
De esta manera, el narrador presenta el libro como una investigación de calidad discutible en la que cada crítico encuentra algo diferente según su propio trasfondo:
Para los adalides del materialismo histórico, este libro no es más que una enconada refutación de Engels. Para los teólogos, el empeño de un luterano que dibuja en la arena del hastío círculos de esmerado infierno. Los psicoanalistas, felices, bucean un mar de dos mil páginas de pretendida subconsciencia (…) los críticos literarios le otorgan su mejor fortuna. Todos están de acuerdo en colocar el libro dentro del género novelístico, y no escatiman el recuerdo de Marcel Proust y de James Joyce” (pp. 61-62).
Sin embargo, el narrador indica que pertenece a un “reducido grupo de los espíritus selectos” (p. 64) que ignora estas diferentes críticas y piensa la Historia comparada de las relaciones sexuales como "Una extensa epopeya doméstica, consagrada a una mujer de temple troyano" (p. 64). Al considerarse dentro de un grupo selecto, el narrador degrada todas las interpretaciones que ha mencionado anteriormente y se burla de sus críticas, indicando que su erudición no les deja ver el verdadero significado del texto: la escritura del libro no es nada más ni menos que un intento del barón de superar la frustración sexual de su matrimonio. Como indican las interpretaciones psicoanalistas, el barón “sublima” su deseo “a lo largo de un arduo y triunfante proceso” (p. 62) en una obra pseudocientífica, dedicada a las relaciones sexuales.
Es de fundamental importancia destacar, desde esta nueva perspectiva, cuál es el valor que el barón otorga al matrimonio en su libro y, si este se comprende como un proceso de sublimación, en su propia vida: se informa que era “un castigo impuesto a las parejas que violaban el tabú de endogamia” (p. 62) y se define como “un rasgo característico de la crueldad babilonia” (p. 62) que poco a poco se convierte “en apasionado ejercicio de neuróticos, un increíble pasatiempo de masoquistas” (p. 63). Finalmente, el matrimonio se asemeja a un “molino prehistórico en el que dos piedras ruejas se muelen a sí mismas, interminablemente, hasta su muerte” (p. 64) y se informa que el barón “pasó treinta años en el molino, con una mujer abrasiva” (p. 64), de donde se insinúa que la culpa de su muerte la tiene su mujer. Todo esto puede ser interpretado como una expresión de la frustración matrimonial del barón; ello se hace evidente en la descripción que se hace de su esposa, de quien se dice, por ejemplo, que tiene un “temple troyano” (p. 64), es decir, una gran capacidad para resistirse a los deseos de su marido.
A modo de conclusión, puede observarse que el cuento se burla del matrimonio de los Büsshausen al mismo tiempo que critica a la comunidad científica, cuya erudición ciega muchas veces los juicios más elementales y no les permite comprender el verdadero motivo que dio origen al libro del barón. Si se interpreta en un plano general, puede leerse en este cuento una crítica de Arreola a los eruditos que, muchas veces, olvidan en su sabiduría el sentido común.