Coplas por la muerte de su padre

Coplas por la muerte de su padre Preguntas de Ensayo

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    ¿En cuántas partes se suele dividir el poema? ¿Qué motiva esa división?

    En general, la mayoría de los críticos consideran que la obra tiene tres partes que se distinguen por los temas que el poeta explora y el modo en que los desarrolla. La primera parte de la elegía es más filosófico y universal. El tono es moralizante y exhortativo, ya que el poeta invita a los lectores a recordar lo inexorable de la muerte, la fugacidad del tiempo y la caducidad de lo terrenal. En la segunda parte, el poeta ejemplifica aquello que mencionó de modo más general para mostrar a través de casos concretos la inestabilidad del mundo. Finalmente, la tercera parte es todavía más concreta porque se centra solamente en la figura de don Rodrigo, el padre del poeta para quién escribe esta elegía. Además, las tres partes también presentan una progresión del tema de las tres vidas: en la primera el poeta explora la vida terrenal; luego, mediante el tópico del ubi sunt, empezamos a ver la vida de la fama con el desfile de personajes ilustres de la historia reciente, cuyo nombre también es sensible al olvido; en último lugar, la tercera parte explora tanto la vida de la fama como la vida eterna. No obstante, el tratamiento de la vida de la fama en la tercera parte se distingue de la segunda parte porque don Rodrigo ha desdeñado lo mundano para dedicarse a una vida de honor que, a su vez, le permite morir con la confianza de haberse ganado el cielo.

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    Analiza el uso del tópico del ubi sunt en las Coplas a la muerte de su padre.

    Manrique inicia esta sección en la Copla XV mediante un recurso que ya había empleado en la Copla IV: primero, demuestra que conoce la tradición que suele recurrir a figuras del pasado remoto para tratar el tema del ubi sunt; en segundo lugar, descarta esa tradición y elige otro camino. En este caso, Manrique sugiere dejar de lado a los troyanos y a los romanos para referirse a un pasado más próximo. Al igual que con la elección de un vocabulario más llano, este proceder del poeta acerca la obra a sus lectores y la despoja de erudición. Por otra parte, al referirse a "lo d'ayer" (v.178), Manrique consigue crear un retrato de la frivolidad de la corte durante su época que, a su vez, le permite engrandecer la figura de su padre por contraste, dado que él no se dedicó a esos placeres terrenales a los que el poeta se refiere de manera crítica a lo largo de las coplas destinadas al ubi sunt.

    Manrique elige jerarquizar la presentación de los distintos personajes ilustres y empieza por reyes e infantes que pertenecen al pasado castellano, aragonés y portugués más cercano. Luego, menciona a los nobles que más cerca estuvieron de los reyes y los infantes: marqueses, condestables, maestres. El poeta intercala las menciones a personajes concretos con coplas que apuntan a aspectos más generales de la corte donde desfilan mujeres con sus tocados, trovadores, varones y caballeros. Como lo ha hecho a lo largo de toda su obra, Manrique combina lo general con lo particular.

    Cabe mencionar dos metáforas que apuntan al propósito con el que Manrique utiliza el tópico: ¿qué fueron sino verduras / de las eras...? (vv.187-188) y ¿qué fueron sino rocíos / de los prados? (vv.227-228). Con estas dos metáforas, el poeta apunta a la caducidad de las glorias de estos hombres ilustres, la inestabilidad de lo terrenal y la fugacidad del tiempo. La primera metáfora nos remite a una imagen de un campo de trigo cuyo verdor dura apenas un tiempo muy corto. Lo mismo sucede con el rocío, que solo dura unas pocas horas de la madrugada y brevemente se evapora con el sol. Las dos imágenes que ofrece Manrique condensan la idea de que todo lo que han alcanzado estos hombres ilustres es efímero. La vida de la fama también es perecedera y más cuando muchas de las ocupaciones de estos hombres famosos han sido enteramente mundanales.

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    ¿Cuáles son las diferentes versiones de la muerte que encontramos en las Coplas a la muerte de su padre?

    Al igual que en otros aspectos de la obra, Manrique parte de lo general o abstracto y luego lo ejemplifica o particulariza. Eso mismo sucede con la muerte. La primera mención a la muerte aparece en la primera copla, lo que nos da el indicio de que este será un tema central. Allí el poeta menciona la inevitabilidad de la muerte y repara en cómo se aproxima sigilosamente. Precisamente el poema es una invitación a no olvidarnos de la mortalidad y por lo tanto no permitir que venga "tan callando" (v.6). La imagen a la que recurre Manrique para referirse a la muerte en esta primera parte del poema es el mar. Con la imagen de la vida como ríos que desembocan en el mar que es la muerte, Manrique trata un aspecto específico de la muerte: su carácter igualador.

    Luego, en la segunda parte del poema el poeta utiliza el apóstrofe, una figura poética en la que el yo lírico interpela a una persona ausente o a una personificación de un concepto, para hacerle preguntas a la Muerte. En esta misma parte la muerte toma una forma conocida para el mundo medieval porque se trata de una personificación que caracteriza a la muerte como un ser despiadado, cruel, iracundo y guerrero. Por ejemplo, en la Copla XIV, la Muerte logra franquear todos los mecanismos de defensa con sus flechas.

    Esta caracterización de la Muerte cambia radicalmente en la última parte de las Coplas a la muerte de su padre cuando la Muerte aparece como personaje y el yo lírico le cede la voz para que establezca un diálogo con don Rodrigo. Esta última versión es gentil y cortés. Coincide con una visión cristiana de la muerte, ya que a una vida virtuosa como la de don Rodrigo le corresponde una muerte galante. A lo largo de la obra, el poeta insiste en que la vida terrenal y la vida eterna no están separadas, están hechas de la misma sustancia y la vida terrenal sin duda influye en la vida eterna. Esto que desarrolló de manera abstracta hasta el momento se vuelve concreto e individual en el caso del padre del poeta.

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    ¿Cómo trata Jorge Manrique el tópico de homo viator?

    El tópico homo viator puede traducirse como "hombre caminante" y apunta a que la vida es un camino que el hombre debe recorrer. Desde la perspectiva cristiana este concepto se complementa con la idea de que estamos de paso en este mundo. En la Copla V, Manrique desarrolla el tópico estableciendo una serie de comparaciones entre la vida y el viaje. Cuando nacemos iniciamos el camino; mientras vivimos, lo recorremos; y cuando morimos, descansamos. Manrique enfatiza la fugacidad de la vida al mencionar que este viaje toma una jornada, es decir, un día. Por otro lado, en el tópico de homo viator confluyen otros como el contemptus mundi y el llamado "vanidad de vanidades" porque vemos que el punto de llegada es la muerte, que desde la perspectiva cristiana no interrumpe nada sino que es la puerta de entrada a la vida eterna. En este sentido, todo lo que nos ofrezca en mundo mientras caminamos no es valioso y no puede distraernos del final del camino.

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    ¿Qué es la vida de la fama? ¿Qué valor tiene?

    En su obra, Manrique trata tres vidas: la vida terrenal, la vida de la fama y la vida eterna. Solo una de ellas es verdadera y perdurable: la vida eterna. En cambio, la vida terrenal es fugaz y engañosa porque todo lo que disfrutamos en la vida es inestable y perecedero. Entra estas dos vidas se ubica la vida de la fama, que es mejor que la terrenal porque implica haber llevado a cabo hazañas que hacen que la persona viva en la memoria de otros y sea bien considerada; en ese sentido, no es una vida llena de vanidades. Por otra parte, esta vida de la fama es más larga que la vida mundanal porque sobrevive a la muerte corporal. La familia y los criados de don Rodrigo sienten consuelo porque lo recuerdan. Además, la vida de la fama, si ha sido bien ganada, da a la persona la confianza de que ha hecho lo suficiente para ganarse la vida eterna.

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