Cuentos de Silvina Ocampo

Cuentos de Silvina Ocampo Preguntas de Ensayo

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    ¿Qué relación puede establecerse entre la caracterización de Winifred y los estereotipos de género en "La furia"?

    En literatura, los discursos hegemónicos de género suelen replicar estereotipos que implican una concepción de la mujer socialmente aceptada. Este arquetipo de mujer reúne las siguientes características: la mujer buena, santa, madre, esposa, víctima etcétera versus la femme fatal, mala, seductora, traicionera y peligrosa.

    En "La furia" la representación de la asesina se centra en su apariencia física. Se menciona inicialmente que "Recuerda a una de las Furias" (p.141), deidades infernales en la mitología griega, espíritus vengativos que atormentaban a los hombres que cometían crímenes contra el orden social, especialmente crímenes de traición. Así, las Furias actuaban como cazadoras. Esto le da un nuevo significado a la descripción de los "ojos de hiena" (Ibid.).

    Además de caracterizarla como una mujer peligrosa, también se la muestra como una mentirosa: "Winifred no era muy joven; lo advertí por las venas de las piernas, que formaban pequeños arbolitos azules a la altura de la rodilla y por la hinchazón pronunciada de los párpados. Me dijo que tenía veinte años" (Ibid.), relata el narrador. Esta descripción prepara a los lectores para encarar una narradora no confiable, cuando la mujer tome la palabra y accedan a su propio relato.

    Es posible decir, entonces, que la personalidad y mentalidad de Winifred se juzga antes que nada por su apariencia. Su aspecto no se ajusta al estándar de belleza convencional. Por otra parte, la fragilidad y el nerviosismo que se le atribuyen contrastan con la supuesta racionalidad del narrador.

    Sin embargo, al final del cuento se demuestra que la verdadera persona metódica es ella. El narrador está cegado por los discursos sociales (representados, en parte, en la figura de su interlocutor, Octavio) y la subestima, a pesar de los signos de alerta, lo que le impide ver más allá de las apariencias y prever el plan de Winifred a tiempo, así como anticipar su crueldad.

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    ¿Por qué puede decirse que "Jardín de infierno" es una parodia?

    Una parodia, en literatura, es una obra que reescribe el estilo, la forma o el argumento de otra obra, autor o género literario. Aunque muchas veces el propósito de una parodia puede ser es burlarse o satirizar el texto original, a menudo exagerando sus características o elementos, no siempre es así. A menudo, la intención es crear una obra que sea una reinterpretación del texto parodiado que produzca otras lecturas y significados. Así, la parodia puede ser utilizada como una forma de crítica.

    En "Jardín de infierno" Silvina Ocampo parodia el cuento infantil tradicional "Barba azul" al repetir parte de su argumento y estructura, pero invirtiendo los roles y cambiando el final. Para empezar, el rol de poder lo tiene la mujer, Bárbara, y el de sumisión, el hombre, quien es, además, el narrador. Esto genera una lectura completamente distinta de la historia: si en el original se podía interpretar una clara sanción a la curiosidad e independencia de la mujer, al tratarse, en la nueva versión, de un hombre, la trama adopta un sentido disruptivo. Es él, ahora, el que es castigado por no respetar las órdenes de su esposa.

    Por otra parte, en el final de "Barba azul" la esposa se salva, lo que constituye una norma del cuento de hadas, que exige un final feliz. En cambio, en la versión de Ocampo, no solo no se salva, sino que el hombre se suicida. Se trata de un desenlace irónico que subvierte la estructura fundamental del cuento tradicional, reemplazando el restablecimiento del orden (en el cuento de hadas siempre triunfa el bien) por la ambigüedad del fantástico, y propiciando una lectura completamente nueva.

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    ¿Cómo aparece representado el tema de las diferencias de clase social en la obra de Ocampo? Ejemplifique con algunos cuentos vistos.

    En "El vestido de terciopelo" aparecen claramente representadas dos clases sociales opuestas: la clase baja y la clase alta. La niña y la costurera pertenecen a las clases populares, lo que se evidencia por su ocupación (costurera) y su lugar de origen (la periferia de la provincia de Buenos Aires, Burzaco). Cornelia Catalpina, por su parte, representa a la alta sociedad de la Recoleta (barrio exclusivo, todavía hoy, de la aristocracia porteña). La señora es superficial, ostentosa y egocéntrica, lo que la lleva a su propio fin.

    De esta manera, se puede leer una crítica a la sociedad burguesa de la época y a su obsesión con las apariencias y los bienes materiales. El destino trágico y absurdo de Catalpina ridiculiza las prioridades y valores de la clase alta, mostrando cómo su superficialidad puede convertirse en una trampa mortal. El vestido, que es un símbolo de lujo y estatus, se convierte en una herramienta de destrucción, demostrando cómo los objetos de deseo pueden volverse peligrosos.

    Por otra parte, en "El crimen perfecto", la autora describe a la familia de Gilberta Pax, pertenecientes a la alta sociedad, como un grupo de burgueses con altas pretensiones, pero sin capacidad de procurarse por sí mismo un mínimo bienestar: no saben cocinarse, pero tampoco pueden enfrentar al cocinero. De esta manera, todo el grupo familiar, que en verdad es el patrón en la relación económica, termina quedando a merced de su empleado.

    La sumisión de Gilberta y de su familia constituye una sátira de la moral burguesa y una crítica a la comodidad extrema de esos estratos sociales. El mensaje implícito, al igual que con el vestido de Cornelia, es que la disociación con la realidad, producto de la situación acomodada, puede ser peligrosa. Como sucede con los músculos atrofiados, los ricos han descansado tanto en las facilidades de su estilo de vida que no tienen ni siquiera instinto de supervivencia.

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    ¿Qué operaciones gramaticales inusuales pueden observarse en "Hombres animales enredaderas"? ¿Cuál es su explicación?

    En "Hombres animales enredaderas", el título del cuento ya presenta una peculiaridad gramatical que enmarca el tono y el ritmo del cuento: los tres sustantivos que lo componen aparecen sin comas ni conjunciones. Pero además tiene una función temática: la omisión tiene un propósito y es acentuar una idea de fluidez en el proceso de metamorfosis sobre el que se desarrollará la trama. Gracias a ese "error" gramatical, el relato logra transmitir la idea de una transformación lenta y gradual, pero igualmente irreversible.

    Así, se representa el pasaje entre especies (de humano a animal) y, luego, de un reino a otro (de animal a vegetal). La idea de continuación entre estos mundos subraya la posición del hombre frente al mundo de la naturaleza, al que pertenece, pero que no puede dominar. Esa idea de transición fluida entre el mundo de los hombres y el resto cuestiona el pensamiento occidental antropocéntrico, y discute las categorías tradicionales y los supuestos con respecto a los límites y la definición misma de lo humano.

    Por otro lado, en el último párrafo del cuento, el narrador, que durante todo el relato ha usado el género masculino, cambia repentinamente al género gramatical y utiliza el femenino en varios adjetivos, como "ociosa" y "ocupada" (p. 9). Apenas después de pensar en contar la anécdota a sus amigos humanos, confirma su transformación en enredadera: dice que teje trenzas en las ramas, que se olvida de beber y alimentarse, y, finalmente, se autopercibe como planta cuando habla de sus "tallos verdes" (Ibid.). De esta manera se confirma a los lectores que la metamorfosis ha sido completada.

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    ¿Cómo puede interpretarse la sordera de Clodomira en "Los funámbulos"?

    En el cuento "Los funámbulos" se dice, casi al pasar, que la madre de los dos protagonistas del cuento, Valerio y Cipriano, es una mujer sorda: "Cipriano y Valerio los llamaba sin oírlos la planchadora sorda" (p. 21). Pero, además, que "[Cipriano y Valerio] cada vez se volvían más desconocidos para ella" (Ibid.), lo que supera por mucho un mero problema de comunicación por una discapacidad sensorial.

    Profundizando un poco la línea de análisis y siguiendo las temáticas recurrentes en el mundo ficcional ocampiano, puede decirse que el hecho de que la mujer sea sorda simboliza la imposibilidad de los adultos para escuchar a los niños y comprenderlos. Este tema, en muchas oportunidades, asocia el misterio de la infancia a los destinos trágicos de sus historias. De esta manera pueden leerse los "designios obscuros" (p. 21) de los dos hermanos del cuento.

    El mundo adulto, representado por signos que el lector puede interpretar, desde afuera de la ficción, es incomprensible para los personajes-niños y viceversa. La crueldad, la violencia y la desolación de estos relatos tiene que ver, justamente, con el peso de esa incomprensión —y, por ende, de esa exclusión— que se traduce en angustia. Tal es el caso de Valerio y su episodio con las muñecas, que termina en humillación y aislamiento, lo que anticipa el final macabro del cuento.

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