El Corazón de las Tinieblas

El Corazón de las Tinieblas Resumen y Análisis : Parte 2

Resumen

Una noche, mientras yace en la cubierta de su barco, Marlow escucha una conversación entre el director y su tío, líder del grupo de expedición que ha estado llegando durante las últimas semanas. Algunos fragmentos de la conversación indican que están hablando sobre Kurtz. El director dice que se vio obligado a enviarlo a ese puesto ubicado en el "interior" ya que el nivel de influencia que ejercía Kurtz sobre el resto era espantoso y problemático. Después agregan que Kurtz se quedó solo tras echar a todos sus asistentes. El director y su tío también se preguntan cómo Kurtz ha llegado a obtener todo ese marfil, y por qué aún no ha regresado al puesto principal, como debería haberlo hecho. Marlow cree que a partir de esta conversación puede hacerse una idea un poco más clara respecto de quién es este señor Kurtz. Por último, el director y su tío dicen que Kurtz -o alguien cercano a él- debería ser ahorcado como ejemplo, para así terminar de una vez por todas con la competencia desleal. Al darse cuenta de que Marlow está cerca, dejan de hablar.

Durante los días subsiguientes, la expedición comandada por el tío del director se interna en la jungla. Los expedicionarios tienen muchos problemas y pierden gran parte de sus animales. Por su parte, Marlow, el director y el resto de la tripulación, compuesta por un grupo de caníbales, el timonel y algunos peregrinos, parten río arriba. Marlow siente entusiasmo ante la probabilidad de encontrarse pronto con Kurtz. Para Marlow, navegar río arriba no solo es estar más cerca de conocer a Kurtz: también lo vive como un viaje a los orígenes del mundo. Más allá de la idealización de Marlow sobre el lugar y sobre Kurtz, no siente ni calma ni alegría, ya que el pasado lo acosa en todo momento durante el viaje en el río.

Hay una quietud, una calma, que nada tiene que ver con la paz. Esta quietud está viva y observa a Marlow. A él le preocupa que su barco roce el fondo del río, algo que es muy vergonzoso para cualquier hombre de mar. Navegando y pasando por diferentes puestos, escuchan la palabra "marfil" todo el tiempo. Los enormes árboles hacen que Marlow se sienta muy pequeño y que la tierra parezca "sobrenatural". En este punto, la percepción de Marlow comienza a deformarse. Siente que los hombres son monstruosos, pero no necesariamente inhumanos. La idea de que la mente del hombre es capaz de cualquier cosa se instala con mucha fuerza en él.

Continúan deslizándose hacia el puesto Kurtz. En un punto del viaje, encuentran una vivienda abandonada. Allí, Marlow halla un libro escondido que trata sobre la vida de un marinero. Tiene varias notas en un idioma que Marlow no entiende. Luego lo guarda, vuelve al barco y continúan el viaje río arriba.

A ocho millas de la estación de Kurtz, el director decide que se quedarán allí a pasar la noche. No se escuchan sonidos. A medida que sale el sol, un "clamor lastimoso lleno de salvajes disonancias" (p.158) inunda sus oídos. Todos temen un ataque. Uno de los miembros negros de la tripulación dice que los atacantes deberían ser entregados a ellos para ser comidos. Marlow se pregunta por qué él y los otros miembros blancos de la tripulación no han sido comidos, si los caníbales podrían dominarlos fácilmente. El director no es sincero al mostrarse preocupado con respecto a que algo le haya sucedido a Kurtz. Marlow no cree que vaya a haber un ataque porque la jungla y la niebla parecen impenetrables. Nadie le cree. Algunos hombres van a investigar la orilla. De repente, comienzan a escucharse zumbidos. Al instante se dan cuenta de que son flechas. Los están atacando. El timonel entra en pánico y pierde el control del barco. La tripulación dispara sus rifles hacia los arbustos.

Un hombre negro recibe un flechazo y cae a los pies de Marlow. Intenta hablar, pero muere antes de que pueda pronunciar palabra. Marlow supone que Kurtz ha muerto en este ataque. Está extremadamente molesto, porque hablar con este hombre mítico se había convertido en su principal interés. En un ataque de angustia, arroja sus zapatos por la borda. En este punto de la historia, Marlow interrumpe la narración del ataque y les dice a quienes están escuchando su historia en el barco del Támesis que el privilegio de hablar con Kurtz lo estaba esperando. De esta forma da a entender que finalmente pudo hablar con él.

Marlow cuenta que la choza de Kurtz rebosa de marfil. Kurtz ahora ha tomado la posición de "demonio de la tierra". Si bien ha recibido una buena educación, el tiempo que lleva allí lo ha vuelto prácticamente un nativo de África, hasta el punto de participar en rituales. Esto confirma la idea que tiene Marlow respecto de Kurtz, en cuanto a que no es un hombre convencional.

Marlow retoma el relato del ataque y cuenta que el timonel había muerto durante el ataque. Arroja su cuerpo por la borda y, después de un funeral muy simple, el barco continúa río arriba. De casualidad ven la estación de Kurtz, que suponían perdida. En la orilla, divisan la figura de un hombre vestido como si fuera un bufón. Este hombre dice que Kurtz está vivo, y les asegura a Marlow y al resto de la tripulación que no deben temer a los nativos, ya que son personas simples. Él habla con Marlow y se presenta como "ruso". Le dice que el libro que encontró en esa vivienda es suyo, y que está agradecido de que se lo devuelva. El ruso finalmente le cuenta que los nativos atacaron el barco porque no quieren que se lleven a Kurtz. Este hombre ha expandido la mente de todos allí; no solo la de los nativos, sino también la del propio ruso.

Análisis

Incluso en esta caótica jungla existe un retorcido sentido de moralidad. Cuando el director y su tío discuten sobre Kurtz, demuestran estar dispuestos a hacer cualquier cosa para que Kurtz o su asistente, el ruso, acaben ahorcados, y que el comercio del marfil se nivele a su favor. Pueden considerar este plan porque "todo, todo puede hacerse en este país" (p.142). Más allá de que los dos aún conservan cierto sentido de justicia asociado a las normas europeas, sus intenciones, en África, están gobernadas por sus más bajos instintos, y no hay límite para la ambición. Para ellos, la ley civilizada del continente europeo ha sido dejada de lado en pos de esta "justicia" avasallante que se basa en la imposición de una idea o un deseo por la fuerza.

La revelación de la naturaleza depredadora de estos hombres apunta al tema del salvajismo. Conrad sugiere que existen conexiones integrales entre la mente, el cuerpo y la naturaleza. Esto, de alguna manera, subyace al problema de que las líneas entre lo civilizado y lo salvaje son borrosas. El director y su tío proponen, por ejemplo, una solución definitivamente salvaje al problema en apariencia civilizado de la competencia comercial.

El Congo tiene un efecto transformador en los europeos; de seguro en la mente y quizás, también, en el cuerpo. Marlow ve que el tío del director extiende "la corta aleta que tenía por brazo en un gesto que abarcaba la selva, el fango, el remanso, el río (…), una llamada traicionera a la muerte al acecho, al mal oculto, a las oscuras tinieblas de sus profundidades" (p.143). Este es uno de los pocos casos en los que un hombre blanco se animaliza en esta novela. La tierra es una entidad viviente, que tiene el potencial de crear maldad o de fusionar al hombre nuevamente con la naturaleza.

Uno de los pensamientos más angustiantes de Marlow es la comprensión de que las tendencias "monstruosas" de los "caníbales" negros no son tendencias inhumanas, después de todo. En todo caso, los hombres blancos también las poseen, aunque de una forma diferente. La tierra africana sirve para igualar a las personas. Así y todo, más allá de que África mimetice a todas las personas con su naturaleza salvaje, la complejidad de los instrumentos de poder (las armas, los barcos) cumple una función determinante en la cuestión de quiénes se imponen sobre quiénes.

Mientras Marlow viaja, comienza a tener algunas alucinaciones. El viaje por el río trae de vuelta el pasado, ampliándolo y distorsionándolo, hasta que se convierte en una paranoia incontrolable sobre lo que observa. La narración de la historia adquiere el tono de una búsqueda épica. Hay un silencio amplificado y fallan los sentidos. Marlow parece estar viajando profundamente a través de su propia mente. Su obsesión por el buen funcionamiento de las cosas es evidente cuando afirma que sería "pecaminoso" si el barco rozara el fondo del río. El lenguaje religioso, que en otro contexto podría ser humorístico, demuestra el pánico creciente de Marlow. Esta paranoia, a su vez, distorsiona su percepción de la realidad, lo vuelve aún menos fiable y, según algunos críticos, lo aleja aún más de la perspectiva de Conrad. La transformación de Marlow ayuda en parte a explicar su obsesión por Kurtz. Detrás del mito de esta misteriosa figura, hay una persona real y sustancial. Kurtz es el "misterio" de la zona y, lógicamente, alguien sobre quien se puede desarrollar una fijación con facilidad.

La inferioridad de los nativos es un tema constante. Sobre el hombre que se encarga del fuego en su barco, Marlow comenta: "Trabajaba debajo de donde yo estaba y (...) mirarlo era tan edificante como ver a un perro, con unos calzones y un sombrero de plumas, caminar sobre las patas traseras" (p.152). La posición física inferior del cuerpo corresponde a un estado mental y social. El narrador participa en creer que lo que se describe es la inferioridad inherente de los negros. En todos los aspectos posibles, parecen subordinados a los hombres blancos; incluso verlos usar pantalones equivale a un chiste retorcido. La única vez que un nativo realmente habla es cuando el barco se acerca a la maleza, justo antes del ataque, y todo lo que tiene para decir es que cualquier prisionero debe ser entregado a ellos como comida. Marlow no puede entender por qué los hombres blancos no han sido comidos aún. Durante el enfrentamiento, un nativo recibe un disparo, mientras Marlow y el director observan. "Confieso que me pareció que iba a preguntarnos algo en un idioma inteligible, pero murió sin emitir el menor sonido…¨ (p.175), dice Marlow. Para él, no hay comprensión posible de los negros que encuentra. Parece que siempre son evaluados y silenciados antes de que puedan hablar. Sin embargo, Marlow siente un verdadero parentesco con su tripulación "salvaje", lo que lo coloca por encima de otros blancos en la narrativa. Así y todo, incluso aquí tiene deficiencias: su reacción después de la muerte del timonel parece más mecánica que humana. Muchos críticos afirman que la posición de Marlow es compleja porque, si bien no es fácil condenarlo como racista, tampoco es posible eximirlo de esta condición.

La figura de Kurtz se vuelve más enigmática en este capítulo, y volvemos al tema de las voces y la comunicación. La comunicación falla cuando Marlow no puede descifrar lo que está en el libro del ruso. La obsesión de Marlow con Kurtz, por su parte, ha alcanzado su apogeo. Hablar con él se ha convertido en la razón principal de Marlow para internarse en esta jungla. El hecho de que a las figuras autoritarias y desagradables, como el director, no les guste Kurtz hace que el lector sea más receptivo hacia él. Hay que tener en cuenta que Marlow y Kurtz son los únicos dos personajes en toda la historia que tienen nombre. Todos los demás son denominados por su función y, por lo tanto, deshumanizados. Este es un medio efectivo para ilustrar una relación o algún tipo de comparación entre los dos personajes antes de que se encuentren. Tan pronto como Marlow cree que Kurtz está muerto, su presencia comienza a dominarlo más vívidamente: Marlow escucha su voz, lo ve en acción. Kurtz, en este punto, es incluso más fuerte que la muerte para Marlow. La razón por la que Kurtz afecta a Marlow tan profundamente es que le ha dado la espalda a sus raíces y se ha convertido casi en un nativo africano. Esto demuestra que también la personalidad de Marlow es más compleja y profunda que la del resto de los personajes, exceptuando a Kurtz, por supuesto. Al igual que este, Marlow no es el europeo promedio. El lector entiende que habrá un retrato más preciso de Marlow cuando este interactúe con Kurtz.

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