Starr les desea a sus amigas que se diviertan en la protesta, aunque es claro que está en desacuerdo con ella (Ironía verbal)
Cuando la noticia del asesinato de Khalil cobra una cobertura mediática nacional, los alumnos de la preparatoria Williamson acaban por enterarse de la noticia. En ese momento, y sin saber aún que Starr es la testigo del crimen, el hermano de Hailey, Remy, convoca a una protesta que no tiene más objetivo que saltarse las clases del día. Al enterarse de que los alumnos de la escuela usan la muerte de su amigo para evitar estudiar, Starr se enfurece y les desea, irónicamente, a sus amigas: “Divertíos en vuestra protesta” (183). Está claro que sus deseos son los contrarios.
Starr afirma que Khalil solo era un maleante que merecía morir con el objetivo de exponer críticamente la injusticia de su país (Ironía verbal)
Cuando se entera de que la resolución del gran jurado no es otra que la de absolver al oficial Cruise, el asesino de Khalil, Starr se enfurece por completo. La resolución es, como suele suceder, profundamente racista, y el asesinato de Khalil, así como los de otros afroamericanos víctimas de la policía, no parece “ser lo suficientemente horrible como para considerarse un crimen por la ley” (379). En ese momento, Starr habla dura e irónicamente sobre su amigo: “Sólo fue un maleante que merecía morir” (ídem). Con ello, busca reproducir críticamente la postura de la ley racista.
Starr le dice a Sekani que le dará un billete de tres dólares, aunque sabe que ese valor no existe (Ironía verbal)
Starr se molesta siempre que su medio hermano Seven habla de la casa de Iesha y de sus hermanas, Kenya y Lyric, como si solo tuviera esa casa y esas hermanas, sin darle a ella misma y a su hogar el mismo tratamiento: “Yo también soy su hermana”, le dice enojada, “No sólo ellas” (274). Un día comienza a discutir con él por este motivo y termina insultándolo en tres oportunidades. En su hogar, existe la regla de que debe depositarse un dólar por cada vez que se profiera un insulto, y Sekani, su hermano menor, aprovecha para pedirle el dinero. Aún furiosa, Starr le responde con ironía: “—Está bien. Perfecto. Te daré un billete de tres dólares” (274). Claramente, ni existen los billetes de este valor ni Starr planea darle nada su hermano.
El padre del agente Cruise afirma que su hijo solo desea salvar afroamericanos. Irónicamente, estos solo necesitan ser salvados de gente como él (Ironía situacional)
En el capítulo 14, Starr y sus amigas presencian en la televisión un reportaje que le hacen al padre del oficial Cruise, el asesino de Khalil. En ella, el hombre pinta un retrato de su hijo muy distinto al que vivenció Starr en persona: afirma que es un hombre bueno y abnegado que solo busca salvar a las personas afroamericanas de Garden Heights. Starr piensa en lo irónico de que salvar implique, para gente como el oficial Cruise, asesinar, y lo compara con la perspectiva de los blancos esclavistas en los siglos pasados: “Es curioso. También los esclavistas pensaban que estaban marcando la diferencia en las vidas de los negros. Que los salvaban de sus modos africanos salvajes. La misma mierda” (243).