Resumen
Capítulo 11
El lunes por la mañana, en la escuela, Starr se entera por Hailey de que los alumnos han organizado una protesta por Khalil, pero solo para perderse las clases. Furiosa, se pelea con Hailey y se niega a participar en la protesta. Otros la acompañan en su decisión.
Seven la recoge a ella y a Sekani, y juntos se dirigen a la tienda. Hay periodistas televisivos entrevistando a gente en la calle por los disturbios que aquejan al barrio. El señor Lewis, dueño de una tienda vecina a la de Maverick, acusa a King con un periodista, afirmando que es el culpable de los problemas que hay en el barrio. Cuando termina, Maverick le advierte que se ha puesto en grave peligro al acusar a los pandilleros en la televisión, pero el señor Lewis no lo acepta y comienzan discutir.
La discusión se interrumpe cuando dos policías intervienen. Aunque los hombres afirman que solo están conversando, los policías advierten que Maverick es el padre de Starr y lo obligan, con violencia, a tirarse al suelo para cachearlo. La situación es humillante y agresiva, pero Maverick se contiene para no exponer a sus hijos a una situación peligrosa.
De nuevo en la tienda, un cliente explica que los vecinos de Garden Heights saben que Starr es la testigo de la muerte de Khalil. Kenya, que también está en la tienda, oye el comentario y acusa a Starr de ser una cobarde por no defender públicamente a Khalil.
Capítulo 12
De vuelta en casa, Maverick trabaja con sus plantas en el jardín, cuando Starr ve un tanque rodando por la calle. En él, un oficial uniformado advierte que cualquiera que viole el toque de queda será arrestado. Starr y Maverick entran a la casa y se disponen a comer. Mientras cena con su familia, Starr trabaja en su nuevo Tumblr, un blog anónimo llamado “El Khalil que conozco”. En él publica fotos e información de la infancia de su amigo para contrarrestar la imagen de pandillero narcotraficante que han construido los medios sobre él.
Como la fiscal del distrito quiere hablar con Starr por el caso de Khalil, Lisa le permite faltar a la escuela para tener una cita con la señorita Ofrah, de Just Us for Justice. Ofrah explica que el caso se llevará a un gran jurado, y que el arma que el oficial pensó que tenía Khalil era, en realidad, un cepillo de pelo. Luego se ofrece a representar a Starr gratis. Starr acepta la oferta, así como también la invitación a dar una entrevista televisiva, siempre y cuando se proteja su identidad. Antes de que la conversación termine, Maverick recibe una llamada de DeVante: algo ha sucedido en la tienda y necesita ayuda.
Capítulo 13
El señor Lewis ha sido duramente golpeado por los King Lords. Maverick cree que se debe a la insensata entrevista que dio en la televisión, pero el hombre le dice que estaban buscando a DeVante, ya que el chico le robó cinco mil dólares a King.
Enfurecido, Maverick va en busca de DeVante, quien confiesa, entre llantos, que robó el dinero para sacar a su madre y a sus hermanas del barrio: los King Lords lo estaban presionando para matar a unos Discípulos del Jardín y, en caso de hacerlo, su familia estaría en grave peligro. Para protegerlo, Maverick decide llevarlo a la casa de Carlos. Al llegar, Starr se molesta al descubrir que su tío Carlos fue suspendido de la fuerza policial y se culpa a sí misma. Carlos acepta que DeVante se quede con ellos, aunque la abuela de Starr no lo aprueba.
Carlos comienza a contarle a DeVante las reglas de la casa cuando Chris toca el timbre: vio el auto de la familia y quiere saber por qué Starr faltó a la escuela. Por primera vez, Starr presenta a Chris como su novio ante Maverick, quien se enfurece porque el chico es blanco, y también porque todos en su familia lo conocen menos él. Eventualmente, Chris y Starr se quedan solos y comienzan a besarse hasta que Lisa entra de improvisto, avergonzándolos. Starr aprovecha para hablar con su madre sobre la discusión que tuvo con Maverick por su deseo de mudarse de Garden Heights.
Luego, DeVante y Starr meriendan y conversan sobre Khalil. DeVante explica que Khalil no era un King Lord. En realidad, él rechazó a King, quien puso un pañuelo gris en su ataúd para salvar las apariencias. Si Khalil vendió drogas fue para pagar una deuda de su madre, Brenda, quien le debía dinero a King. DeVante explica que eso es común: él y su hermano también se unieron a la pandilla para que alguien los cuidara, y para tener dinero para cuidar a su familia.
Capítulo 14
Starr deja la casa de Carlos y camina hacia la de Maya, que vive cerca. Maya juega videojuegos con Hailey en su habitación. Starr se une, pero la situación es incómoda. Eventualmente, Hailey interpela a Starr, quien admite que está enfadada con ellas por participar en la falsa protesta. Maya se disculpa, pero Hailey se niega a hacerlo, y quiere, en cambio, que Starr se disculpe por haberla acusado de racista.
En la televisión, ven una entrevista que le realizan al padre de Brian Cruise, el oficial que le disparó a Khalil. El hombre afirma que Khalil había excedido la velocidad permitida y amenazó a su hijo. También dice que Cruise fue atacado por un compañero oficial. Starr comprende que se trata de su tío. En ese momento, Hailey dice que se siente mal por la familia de Cruise, ya que sus vidas también importan. Furiosa, Starr responde que las vidas de los blancos siempre importan más que las de los negros, y luego le pregunta por qué dejó de seguirla en Tumblr. Hailey responde que es porque ya no sabe quién es y se va dando un portazo.
Cuando quedan solas, Maya le dice a Starr que Hailey estaba mintiendo: dejó de seguir su Tumblr porque no quería ver más imágenes relacionadas con el antirracismo. Maya, que es china, revela que Hailey también se ha comportado de forma racista con ella. En ese momento, las amigas acuerdan no permitir que Hailey vuelva a tener una actitud semejante.
Capítulo 15
La mañana de su reunión con la fiscal, Lisa lleva a Starr a desayunar. Allí conversan sobre la pelea que tuvo con Hailey y sus sentimientos por Khalil. Luego, regresan a casa para que Starr se cambie.
Maverick y Lisa llevan a Starr a su cita con Karen Monroe, la fiscal del distrito. Starr responde sus preguntas sobre la noche del asesinato de Khalil, pero cuando llega el momento de dar detalles sobre su muerte, empieza a vomitar. Sus padres la ayudan a volver al auto; a Starr le molesta que la compadezcan.
Maverick y Starr pasan el resto del día en la tienda. Maverick admite que le molesta que Starr salga con Chris porque piensa que eso significa que no le ha dado un buen ejemplo de cómo son los hombres negros. Starr le asegura lo contrario. De pronto, King ingresa en la tienda y le pregunta a Maverick dónde está DeVante. Maverick le dice que no lo sabe. King los amenaza, sugiriendo que es mejor que Starr no implique a su pandilla al declarar, y se marcha.
Esa noche, Lisa revela buenas noticias: tiene una entrevista para un puesto de gerencia en el sector de enfermería pediátrica; se trata de un trabajo bien remunerado. En ese momento, Maverick dice que acepta mudarse a un barrio más seguro, y Lisa se alegra. Sin embargo, Seven afirma que no irá a una universidad lejos de allí, porque quiere proteger a su madre y a sus hermanas de los maltratos de King.
Análisis
En la sección anterior, Maverick tuvo una profunda conversación con su hija acerca del significado de Thug Life, concepto acuñado por el rapero Tupac Shakur. Ahora, vemos cómo ese significado se encarna concretamente en la figura de DeVante.
Tupac Shakur fue un famoso rapero estadounidense cuyas letras giraban en torno a las dificultades vividas por las personas negras a causa del racismo, la brutalidad policial y la opresión social. Thug Life es un acrónimo; es decir, una palabra formada mediante la unión de partes del principio y del final de dos o más palabras que constituyen una expresión. En este caso, significa ‘The hate u give little infants fucks everybody’ (‘El odio que le das a los niños nos jode a todos’), y alude al ciclo de marginalidad y pobreza que surge a causa del racismo, y que vuelve en forma de violencia a la sociedad en su conjunto.
Anteriormente, Starr ya había tenido una conversación sobre el significado de Thug Life con Khalil, momentos antes de que la policía lo asesinara. En esa oportunidad, Khalil afirmaba que se refería al modo en que el odio con que la sociedad alimentaba a sus jóvenes volvía más tarde a la sociedad en forma de venganza.
Ahora, Maverick amplía un poco más esta explicación, diciéndole a su hija que, en Garden Heights, muchos jóvenes se vuelven traficantes de drogas porque carecen de oportunidades educativas y profesionales:
Las drogas vienen de algún lado, y están destrozando nuestra comunidad —dice papá—. Hay gente como Brenda, que piensa que la necesita para sobrevivir, y luego hay otros como Khalil, que piensan que deben venderla para sobrevivir. Las Brendas no pueden conseguir trabajo a menos que no estén enganchadas, y no pueden pagar una rehabilitación a menos que tengan trabajo. Cuando arrestan a los Khalils por vender drogas, o se pasan la mayor parte de sus vidas en la cárcel, que es otra industria de miles de millones de dólares, o les cuesta muchísimo conseguir un trabajo de verdad, y lo más probable es que comiencen a vender drogas otra vez. Ése es el odio que dan, nena, un sistema diseñado en contra de nosotros. Eso quiere decir Tugh Life (171).
Esta conversación es importante porque le abre aún más los ojos a Starr acerca de la injusticia que la rodea, decidiéndola a ‘perdonar’ los errores de Khalil y convenciéndola a hablar por él. Pero, además, la lleva a comprender y empatizar con la situación de DeVante, quien se encuentra en un lugar muy delicado por la amenaza de King que pende sobre él: “DeVante. Khalil. Ninguno de los dos pensó que tuviera muchas opciones. En su lugar, no estoy segura de si habría tomado una mejor decisión” (237).
DeVante se une a los King Lords para mantenerse y mantener a su hermano Dalvin, pero luego quiere salir del juego. Así, se vuelve hacia Maverick en busca de consejo, y este le explica lo difícil que es para una persona salirse de las pandillas. El propio Maverick tuvo que ir a prisión en lugar de King para hacerlo. De este modo, la experiencia de DeVante deja en evidencia que, para salir de una pandilla, es importante contar con un sistema de apoyo externo, algo que Maverick, Lisa y Carlos pueden, afortunadamente, brindarle.
El tema de la brutalidad policial hacia las minorías se explora aún más en estos capítulos. Aunque Maverick y el señor Lewis no tienen más que un desacuerdo verbal, el oficial de policía que los ve discutiendo en la calle responde a la situación con una violencia desproporcionada, especialmente tras advertir que Maverick es el padre de Starr. La forma en que lo obliga a tirarse al suelo ilustra la desconfianza inherente que tiene hacia Maverick debido a su apariencia y a su color de piel. La situación es extremadamente humillante para el padre de Starr, ya que evidencia el modo en el que el racismo institucional produce jerarquías entre las personas. Ante ello, Maverick no puede hacer nada, puesto que esta violencia no es más que la antesala de otras formas aún más exacerbadas de maltrato. El asesinato de Khalil es la prueba de ello.
En paralelo, somos testigos del modo en que los propios medios televisivos colaboran con la perpetuación de los estereotipos raciales que tanto sustentan como justifican la brutalidad policial para con las minorías. La entrevista con el padre del oficial Cruise, en este sentido, es comprensiblemente frustrante para Starr: se trata de una defensa repleta de falsedades que tiene como objetivo victimizar al propio asesino y protegerlo de la opinión pública, que es la que luego presionará la decisión del gran jurado.
En la entrevista que Starr mira junto a Maya y Hailey, el hombre pinta un retrato de su hijo muy distinto al que vivenció nuestra protagonista en persona. Allí, afirma que se trata de un hombre bueno y abnegado, que solo busca salvar a las personas afroamericanas de Garden Heights: “—Mi hijo amaba trabajar en el barrio —afirma el padre de Ciento Quince—. Siempre quiso marcar la diferencia en las vidas de la gente que vive ahí (…). Él temía por su vida —dice—. Sólo quería volver a casa con su esposa e hijos” (242-243). Ante ello, Starr piensa en lo irónico que resulta el hecho de que ‘salvar’ implique, para gente como el oficial Cruise, asesinar, y lo compara con la perspectiva que tenían los blancos esclavistas en los siglos pasados: “Es curioso. También los esclavistas pensaban que estaban marcando la diferencia en las vidas de los negros. Que los salvaban de sus modos africanos salvajes. La misma mierda” (243).
Aún más difícil que escuchar la entrevista es, para Starr, la respuesta de Hailey, quien representa la típica reacción de una perspectiva blanca desentendida del prejuicio racial que existe en la sociedad: “—Qué horrible —dice Hailey—. Esa pobre familia (…). Su hijo perdió todo porque intentaba hacer su trabajo y protegerse. Su vida también importa, ¿sabes?” (246). En este punto, la posición de Hailey encarna una postura que ha sido ampliamente criticada por los activistas antirracistas en los Estados Unidos, y que encuentra su más claro exponente en un movimiento que surge como contrapartida a la masificación del Black Lives Matter (‘Las vidas negras importan’): el All Lives Matter (‘Todas las vidas importan’).
Este segundo movimiento ignora la opresión estructural e histórica que pesa sobre las vidas de las personas afroamericanas al afirmar que todas las vidas importan en la misma medida. Básicamente, el All Lives Matter se sostiene en la idea de que hay un racismo contra las personas blancas, como si estas estuvieran en una situación de desventaja como consecuencia de las políticas y los activismos antirracistas que buscan democratizar el acceso de las personas afrodescendientes a los derechos humanos. Sin embargo, esta posición pierde sentido frente a los datos concretos que indican que las personas negras tienden a tener menos posibilidades de acceder a buenos empleos y menos oportunidades en términos educativos, y que están más empobrecidas y son víctimas usuales de la brutalidad policial.
Ahora bien, frente a los estereotipos raciales que difunde la televisión, o a los que están profundamente arraigados en la mente de personas como Hailey, en esta sección, Starr toma cartas en el asunto y comprende que debe utilizar su propia voz para combatir el racismo. Así, Starr crea un blog sobre Khalil, “El Khalil que conozco”, para mostrarlo públicamente del modo en que ella lo conoció; una imagen que poco tiene que ver con la calificación de pandillero peligroso y narcotraficante que se fue instalando en el sentido común de la gente. Este es un primer paso en el camino a la transformación interna que hará de Starr una valiente activista antirracista.