Sal y Remi aprovechan su autoridad para robar
Cuando Sal llega a San Francisco durante su primer viaje y se instala en casa de su amigo Remi, este le consigue trabajo como guardia en los barracones del puerto. Sin embargo, en sus noches de guardia, Sal y Remi aprovechan su autoridad para robar las provisiones de la cantina, con lo que subvierten absolutamente el rol que deberían estar cumpliendo.
Cuando Sal piensa que va a morir de hambre, lo recoge un conductor que practica el ayuno como un método para cuidar la salud
Sal siente que va a desfallecer del hambre. Irónicamente, el conductor que lo recoge en la carretera cree que pasar hambre hace bien a la salud, y lleva él mismo tres días sin comer. Al final, el hombre le ofrece unos sándwiches de mantequilla y lo lleva todo el trayecto que falta hasta Nueva York.
