Ningún autor de la Generación beat ha sido tan influyente y conocido como Jack Kerouac, y fue En el camino, publicada en 1957, la novela que lo catapultó a la fama, especialmente gracias a una reseña aparecida en el New York Times de septiembre de ese año. En 1957, el público norteamericano ya había comenzado a ganar conciencia de la existencia de la cultura beat, especialmente debido al juicio por obscenidad que sufrió Allen Ginsburg tras la publicación de Aullido. Con la publicación de En el camino, Kerouac se convirtió en el rostro y la voz de la Generación beat, y grandes medios de comunicación, como Life y Playboy comenzaron a publicar notas y entrevistas sobre él. Así, Kerouac llegó incluso a la televisión.
A pesar de que En el camino es una novela sobre un grupo de gente joven que vive al margen de la cultura norteamericana, la cultura beat cobró vida propia en la conciencia norteamericana después de 1957. Muchas firmas comenzaron a disputarse los derechos para grabar una película, personajes de la cultura beat comenzaron a aparecer en programas de televisión y la revista Mad incluso comenzó a parodiar a la cultura beat. Kerouac, un artista serio y gran defensor del estilo de vida bohemio del que escribía en sus textos, encontró que su concepción de la generación beat estaba siendo absorbida por la cultura popular norteamericana y siendo vendida a Hollywood. Los pasajes de su novela que tratan de la "Hollywoodización" de Norteamérica, como la escena en la que Sal y Dean duermen en un cine nocturno, parecen predecir en algún punto este estallido de popularidad de la cultura beat que generó la publicación de su novela.
A pesar de su popularidad, Kerouac y los beats eran culpados a menudo de todo lo malo que sucedía en Estados Unidos. J. Edgar Hoover, el director del FBI, dijo en un comunicado famoso que los comunistas y los beats eran las dos grandes amenazas para la cultura Norteamericana. De la misma manera, parecía que cualquiera podía encontrar algún mal en el país que pudiera ser atribuido a la cultura beat y a En el camino. Los defensores de los derechos afroamericanos, por otro lado, alegaron que los personajes afroamericanos del libro eran caricaturas de la vida real, y que el tono de Kerouac era paternalista y condescendiente sobre las luchas raciales que sucedían en Norteamérica en aquellos tiempos. A su vez, los opositores a los movimientos pro derechos civiles clamaban que el libro glorificaba la cultura afroamericana y mezclaba a los negros con los blancos de una forma que era simplemente inaceptable para la sensibilidad blanca.
Mientras que enormes cambios culturales sucedían en Norteamérica durante la década de 1960, el impacto de En el camino no paraba de crecer. Kerouac era tomado como una influencia por muchos movimientos estudiantiles radicales de la época y el famoso cantante Bob Dylan proclamaba que había sido Kerouac su primera inspiración para convertirse en un cantante de protesta. A pesar de que la novela no había ganado prestigio en los círculos académicos, era ampliamente leía por estudiantes entre los '60s y los '70s, y estaba influyendo sobre toda una generación de escritores y pensadores, entre los que se encontraban, por ejemplo, Sven Birkerts y Thomas Pynchon.
En el siglo XXI, En el camino continúa siendo un faro para la cultura hípster y el estilo de vida bohemio. Una película protagonizada por estrellas del cine fue publicada en 2012 y en 2007, al cumplirse 50 años de su publicación, se editó una edición del "manuscrito", el rollo de papel de 36 m de largo con el que Kerouac alimentaba su máquina de escribir para no perder tiempo cambiando las hojas.
Es innegable que En el camino se ha convertido en parte del panorama cultural estadounidense y así permanecerá en la historia de la literatura y de la cultura, ya que no se trata simplemente de una novela que habla de una época y un lugar en particular, sino que se ha transformado en una fuente de inspiración para generaciones enteras de jóvenes dentro y fuera de los Estados Unidos.