Aunque la alusión es sutil, "Encender un fuego" tiene lugar durante la fiebre de oro de Klondike, también conocida como la fiebre del oro del Yukón o la fiebre del oro de Alaska. Se trató de un fenómeno que se inició a fines del siglo XIX tras el descubrimiento de prospecciones auríferas a lo largo del río Klondike, y que movilizó a decenas de miles de personas hacia esas tierras en busca del preciado metal.
Todo comenzó el 16 de agosto de 1896, cuando un grupo de exploradores encontró depósitos aluvionales de oro en el arroyo Bonanza (Rabbit), en Yukón, al noroeste de Canadá. A partir de este descubrimiento, las noticias se difundieron a otros campamentos mineros en el valle del río Yukón, y miles de mineros de la región dejaron a sus familias y se fueron a buscar oro.
Pero los rumores siguieron su curso y en 1897 llegaron a Estados Unidos, que venía atravesando una fuerte recesión financiera, una serie de quiebras bancarias y un alto nivel de desempleo. Así fue que miles de víctimas de la adversa situación económica se vieron motivados a probar suerte en aquellas reservas auríferas. Se dirigieron a Canadá hombres de diversas regiones de Estados Unidos, como California, Washington y Nueva York. Incluso numerosos profesionales abandonaron sus respetables carreras para probar suerte, aún concientes de que las probabilidades de encontrar cantidades significativas de oro eran escasas. El fenómeno migratorio fue tal que, en 1898, la población de Klondike ya llegaba a los 40.000 habitantes.
Se calcula que, durante este período, que se extendió durante unos pocos años, se extrajeron alrededor de 12,5 millones de onzas de oro (alrededor de 20,12 m3) del área de Klondike.