Entre visillos

Entre visillos Ironía

Goyita responde como si algo no tuviera importancia, cuando no es así para ella.

José María le cuenta a su hermana Goyita que Manolo Torre ha llegado a la ciudad junto a su tío para ver la corrida de toros. Goyita se pone nerviosa y no quiere mostrar su interés. Cuando José María le dice que Manolo ha preguntado por ella, contesta, irónica: "Hombre, qué acontecimiento. Ya lo puedo apuntar en mis memorias" (46). Con esta frase irónica, quiere dejarle en claro al hermano que el asunto no le interesa. Sin embargo, nos damos cuenta de que esto no es así, dado que apenas su hermano se retira del cuarto, Goyita se levanta de la cama, se mira en el espejo, pronuncia la frase "Te he echado tanto de menos, tanto..." (46) con un tono similar al de los doblajes cinematográficos, se dirige al teléfono y llama a Manolo solo para escuchar su voz: cuando el joven responde, ella corta sin decir nada.

Mientras la mayor parte de las muchachas se muestra interesada en conseguir un novio notario, la única que lo hace es Elvira, la menos interesada en esa profesión.

En varias oportunidades, las jóvenes mujeres de la novela comentan la fortuna de casarse con un notario: "Las chicas sin novio andaban revueltas a cada principio de temporada, pendientes de los chicos conocidos que preparaban oposición de Notarías" (192). El hermano de Elvira estudia para convertirse en notario y también su novio, Emilio, sin embargo, ella en ningún momento demuestra estar interesada en la profesión de ellos o en el poder adquisitivo que pueden llegar a tener con su trabajo. De manera irónica, la única en conseguir un novio que será un futuro notario es aquella que no parece interesada en ello, como queda demostrado en el siguiente diálogo que mantienen ambos cuando ella afirma que sí son novios:

"—Lo que tú quieras, mi vida. Pero dime qué hago: ¿la oposición la firmo?, ¿quieres tú que la firme? Ya he empezado a estudiar un poco, pero no tenía aliciente; ahora haré lo que digas, ahora tengo fuerzas para todo.
—Ya lo pensaremos —dijo Elvira—. Mejor que me escribas. Vete, van a venir. " (128)

Gertru se muestra como una mujer madura por estar comprometida, pero su novio la infantiliza todo el tiempo.

Desde el inicio de la novela, Gertru se muestra como una muchacha madura, sobre todo, al compararse con Natalia, su amiga que no quiere ponerse de largo ni asistir a fiestas. Sin embargo, esa apariencia de muchacha mayor se resquebraja cada vez que su novio la reta como si fuera una niña o cuando con sus amigos hablan de ella en los siguientes términos: "Y sobre todo mira, lo más importante, que es una cría. Ya ves, dieciséis años no cumplidos. Más ingenua que un grillo" (47).

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