"Se agachaba a recoger piedras planas y las echaba al río; brincaban dos o tres veces antes de hundirse, parecían ranitas, y a mí me gustaba mirar los círculos que dejaban en el agua" (12). (Símil)
Tali escribe en su diario íntimo sobre su encuentro con Gertru, su amiga. Gertru le cuenta sobre su vida amorosa y Tali siente nostalgia y añora el pasado infantil compartido con su amiga. En ese momento, Gertru comienza a arrojar piedras al río y Tali, que la observa, compara el movimiento de esas piedras con pequeñas ranas saltarinas. Esto da cuenta de la mirada infantil que conserva Tali.
"Me dio la impresión de que era como una gran familia de viajeros y que todos o casi todos se conocían" (27). (Símil)
Pablo Klein viaja en tren y compara la camaradería de los pasajeros con el trato en una familia. Le llama la atención que muchos se conozcan entre sí. Esto prefigura que llega a una ciudad pequeña, donde todos tienen conocimiento sobre la vida de los demás.
"La chica de Madrid era rubia y llevaba el pelo muy corto peinado con flequillo a lo Marina Vlady" (38). (Símil)
Marina Vlady es una actriz francesa. Aquí se compara el corte de pelo de la chica que llega de Madrid con el peinado de una actriz famosa de la época. Esto da cuenta de la modernidad de este personaje y contrasta con Goyita, por ejemplo, que presenta una imagen más anticuada y pueblerina.
"Casi todo lo veía como cualquier turista profesional, pero de vez en cuando alguna cosa insignificante me hería en los ojos de otra manera y la reconocía, se identificaba con una imagen que yo guardaba en la memoria sin saberlo" (50). (Símil y Metáfora)
Pablo Klein pasea por la ciudad, en la que ya ha vivido de chico y a la que ha vuelto para trabajar, y se compara con un turista por la forma en la que observa lo que lo rodea. Sin embargo, algunas cosas lo hacen recordar parte de su pasado y por eso emplea la metáfora de los ojos heridos: hay algunas cosas que lo trasladan a su pasado y a su niñez.
"Me ha parecido que estos días no estaba el horno para bollos, con eso de la carta que le ha escrito Miguel" (223). (Metáfora)
La expresión popular "el horno no está para bollos" es una metáfora que se utiliza para aludir a que una situación no es propicia para realizar algo debido al estado de ánimo de los involucrados y que lo mejor es esperar el momento adecuado. Se dice que el horno no está listo para meter los bollos de pan en él para cocerlos, es decir que todavía le falta alcanzar la temperatura adecuada; de hacerlo de todas maneras, el objetivo no será el esperado.
En este caso, la frase la pronuncia Tali cuando Julia, su hermana, le pide que interceda entre el padre y ella para que le permita viajar a Madrid a ver a su novio. Tali le dice que lo hará, pero que buscará el momento adecuado, dado que considera que durante esos días el ánimo del padre no es el propicio para encontrar una respuesta favorable, dado que ha recibido una carta de Miguel que lo ha puesto de malhumor.