La novela está dividida en dos partes: la primera mitad son las memorias de la infancia y la segunda se centra en la adolescencia y los años universitarios del protagonista. Explora temas como la memoria, la identidad y la búsqueda del sentido de la vida. También es una meditación sobre los efectos del colonialismo y la lucha por la independencia, así como una crítica de los valores occidentales y su imposición en la cultura cubana. En esencia, Paradiso es una exploración de la identidad, tanto en sentido personal como colectivo, y sirve como visión de la historia cubana.
El protagonista, José Cemi, se presenta como un niño cubano de clase alta que vive en un hogar acomodado. La historia sigue la vida de José y la de su familia, incluidas sus conexiones con Inglaterra y Jacksonville. A medida que José madura, dos amigos, Ricardo y Eugenio, desempeñan un papel destacado en su vida, mientras que la sexualidad y la religión se convierten en conceptos importantes en la narración. José se enfrenta a la muerte de su padre cuando aún es un niño y pasa la segunda mitad de la novela intentando dar sentido a su ausencia. En la universidad, José entabla amistad con otros dos jóvenes, Fronesis y Foción. Fronesis es un alma equilibrada, mientras que Foción es un individuo ansioso y superior, capaz tanto de la amistad como de reacciones violentas. A través de las relaciones de José con estos personajes, la narración explora los conceptos de amor, religión, filosofía, mito y muerte.
A través del viaje de Cemi, vemos cómo intenta encontrar su lugar en el mundo sin la presencia de su padre. La relación con sus dos amigos también habla de la importancia de la amistad y el compañerismo. La religión, la filosofía y el mito sirven para profundizar en los personajes y mostrar que hay un mundo mucho más complejo más allá de la superficie.
La narración es un viaje de autodescubrimiento y una meditación sobre el arte, la belleza y el amor. A lo largo de la novela, los temas de la dualidad, la oposición y la ambigüedad están muy presentes. Cemí lucha constantemente con la tensión entre lo espiritual y lo físico, el pasado y el presente, y los valores contradictorios de la cultura cubana. Estos conflictos se expresan en la historia mediante el uso del lenguaje y la imaginería, a menudo expresados en secuencias oníricas e imágenes surrealistas.