Primero sueño

Primero sueño Guía de Estudio

La obra de Sor Juana Inés de la Cruz, escritora mexicana de la segunda mitad del siglo XVII, es muy vasta y puede organizarse en tres grandes categorías: la poesía filosófica y personal, las obras de teatro y la prosa autobiográfica. Primero Sueño se incluye en el primer grupo. Tal como la propia monja asegura en su Respuesta a Sor Filotea, este extenso poema es el único texto que ha escrito motivada por su verdadera voluntad y verdadero placer: “yo nunca he escrito cosa alguna por mi voluntad, sino por ruegos y preceptos ajenos; de tal manera, que no me acuerdo haber escrito por mi gusto sino es un papelillo que llaman El Sueño”.

Primero Sueño es, según la crítica literaria especializada, el poema más importante de Sor Juana Inés de la Cruz. Se publica por primera vez en Sevilla (España), en 1692, dentro del segundo tomo de sus obras, bajo el título “Primero Sueño, que así intituló y compuso la madre Juana Inés de la Cruz, imitando a Góngora”. Sin embargo, hoy sabemos que el título Primero Sueño es un aporte de sus editores, ya que la propia autora se refiere a él únicamente como "Sueño" en otro de sus textos más conocidos, la Respuesta a Sor Filotea. De ese título extenso aportado por editores, es importante destacar la idea de imitación a Góngora, que se analiza más adelante.

El poema está protagonizado por una voz que, en primera persona del singular, expresa cómo su alma realiza un viaje imaginario, mental, desde el anochecer hasta el amanecer. Ese viaje es un sueño en el que la imaginación y la comprensión ascienden a los cielos en búsqueda del conocimiento de todas las cosas y de Dios. De acuerdo con la monja, Dios es la “Causa Primera” y el interés principal del intelecto humano.

Es el poema más extenso de esta escritora, cuenta con 975 versos. Su forma es la silva, estructura poética que intercala versos heptasílabos (7 sílabas) y endecasílabos (11 sílabas). La mayor parte de los versos forma rimas con otros versos más o menos próximos, pero algunos quedan "sueltos", es decir que no encuentran rima en ningún otro. Puede decirse que se trata de una silva gongorina, ya que imita con excelencia el estilo del poeta español Luis de Góngora y Argote, tal como se lo propone la poeta. Así pues, toma el vocabulario, la sintaxis e incluso ciertas construcciones directamente del poema llamado Soledades del célebre español. Así, podemos afirmar que la intertextualidad es un procedimiento central en la escritura de Primero Sueño.

El tema principal de Primero Sueño es el alcance del intelecto humano en la búsqueda de la divinidad y los conocimientos. Se lo presenta de un modo sumamente complejo, a través de una escritura barroca, con frases largas y sobrecargada de adjetivos. Si bien la mayor parte del vocabulario parece accesible a primera vista, muchos significados remiten al pensamiento científico de la época y a referencias intertextuales con otras obras literarias y filosóficas. La estructura sintáctica de cada verso y del poema en su conjunto es compleja y desafiante. Esto se debe a que reproduce un ordenamiento de las estructuras característico del latín. Las frases suenan poco naturales en español por ese motivo. Muchas veces, es necesario reordenar los versos para comprender su sentido. Tanto los lectores generales como los estudiosos de esta obra coinciden en clasificarla como un texto difícil. El discurso es abstracto y la poética, estetizante.

De acuerdo con Roberto González Echeverría, crítico literario cubano que investiga literaturas latinoamericanas, la poética de Sor Juana es un hito fundamental de la literatura producida en español:

La poesía de Sor Juana Inés de la Cruz culmina el proceso de renovación poética en lengua castellana que empieza con la publicación de la poesía de Garcilaso de la Vega en 1543 y que alcanza cimas inigualadas en las obras de San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Lope de Vega, Francisco de Quevedo y Pedro Calderón de la Barca. Su obra es una síntesis a la vez que un balance a la altura de todo lo precedente. Pero fue además una conclusión. Tendría que pasar mucho tiempo antes de que surgiera, en nuestra lengua, un poeta de su calidad —pienso que hasta Rubén Darío, y más adelante la generación del 27—. La evolución poética que termina con Sor Juana abarca dos períodos reconocibles, el Renacimiento y el Barroco, siendo el segundo una transformación sustancial, pero no absoluta y deliberada del primero.

Algo similar asegura Georgina Sabat de Rivers, otra estudiosa de la obra: “Las últimas poesías significativas del Siglo de Oro español fueron escritas por una mujer, la única poetisa importante de la tradición renacentista. Y lo que puede asombrar a algunos es que no se escribieron en España, sino en el virreinato de la Nueva España, o sea en México. La figura de Sor Juana Inés de la Cruz [...] es fascinadora y a veces inquietante. Como poetisa, se nutre de la tradición española, y muestra al mismo tiempo, una profunda originalidad”.

Estas afirmaciones dejan en claro el rol central de la obra sorjuanina en la literatura en español. Esta poética se incluye en el Siglo de Oro español, movimiento literario que tuvo lugar desde la conquista de América hasta finales del siglo XVII. Este período de la escritura castellana se caracteriza por una producción abundante de literatura, así como de la filosofía, la pintura y la música desarrolladas sobre todo en España, pero también en el Nuevo Mundo. El Siglo de Oro abarca dos períodos histórico-culturales: el Renacimiento y el Barroco. Sor Juana es una de las principales exponentes de esta corriente literaria. En Primero Sueño, particularmente, se observan características barrocas y características renacentistas. La poeta se destaca como la última gran poeta del Siglo de Oro y brilla por su triple carácter de mujer, religiosa y criolla americana. A ello se suma su calidad de letrada con saberes excepcionales para la época.

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