El hombre que el mundo conoció como Lewis Carroll nació con el nombre de Charles Lutwidge Dogson el 27 de enero de 1832, en Daresbury, en el condado de Cheshire, en Inglaterra. Sus padres provenían de buenas familias del Norte del país y su padre fue pastor protestante. Lewis fue el tercero de once hijos y el mayor de los varones. En su infancia Lewis Carroll entretenía a sus hermanos y hermanas con juegos inventados por él y con historias y versos de revistas familiares que editó, ilustró y en gran parte escribió.
A los 12 años, Carroll abandonó la escuela. Era un estudiante laborioso pero no disfrutaba de la vida de internado. Carroll era algo tímido y solitario, en parte debido a un tartamudeo. Se distinguió en matemáticas y a los 19 años fue a estudiar a Christ Church, en Oxford. La Oxford en la que Carroll pasó sus años universitarios no era la institución de generaciones anteriores. En los tiempos de Carroll, Oxford era un lugar de acalorados debates sobre temas como la reforma de la iglesia y el libro El origen de las especies de Charles Darwin. Carroll fue más bien ortodoxo y conservador en sus pensamientos.
Después de obtener su título, Carroll se convirtió en profesor de matemáticas en Christ Church, donde vivió prácticamente hasta el final de su vida. En Oxford, Caroll se creo un nombre como humorista, parodista y versificador freelance. Su seudónimo apareció por primera vez en 1856. (El nombre Lewis Carroll proviene de una versión latinizada de Charles Lutwigde-Carolus Ludovic).
Aunque era bueno escribiendo, enseñar no era lo más apropiado para él. No le gustaba dictar clases a estudiantes universitarios ni a niños en internados. En clase, le daba mucho trabajo mantener el orden. Carroll odiaba el desorden e intentaba mantener su propia vida en un orden meticuloso; por ejemplo, llevó un registro detallado de cada carta que escribió y recibió en su vida adulta. Las malas experiencias docentes de Carroll deben haber contribuido, en parte, a su desagrado por los niños varones. Una vez escribió, “Me gustan los niños (excepto los varones)”.
Algunas de las niñas que conoció y por las que más cariño sintió en Oxford fueron las hijas de Henry Liddell, el decano de Christ Church. Una de sus hijas, Alice Liddell, fue la primera de una larga lista de las que Carroll llamó sus “niñas amigas”. En una época en la que las jovencitas eran vistas como emblemas de la pureza y la belleza, Carroll apreciaba a las niñas, con adoración, casi devoción.
En una excursión en barco que realizó en julio de 1862 junto con un colega docente y tres de las hijas de Liddell, Carroll contó una historia muy entretenida. Alice, cuyo nombre tomó para la heroína de la historia, le suplicó a Carroll que se la escribiera para ella. Carroll estuvo de acuerdo y más tarde expandió esa historia para crear Alicia en el País de las Maravillas, ilustrada por John Tenniel y publicada en 1865.
Carroll escribió otros libros, desde el complejo poema La caza de Snark y el cuento didáctico para niños, Silvia y Bruno, así como libros y panfletos sobre teoría matemática, los que hoy en día están casi todos perdidos. Es conocido principalmente por Alicia y su secuela, A través del espejo. Estos dos libros fueron un quiebre en la literatura tradicional para niños, que se caracterizaba por ser realista, educativa y, sobre todo, moralista. En muchos de los libros para niños previos a Alicia, los autores trataban con condescendencia a sus jóvenes lectores y no le daban mucha oportunidad al niño o la niña de utilizar su imaginación. Carroll estimuló la imaginación y decidió que Alicia en el País de las Maravillas no tuviera un objetivo moral.
Además de sus profesiones como escritor y matemático, Carroll fue un talentoso fotógrafo amateur y además fue ordenado diácono de la Iglesia de Inglaterra. Fue un autor reconocido durante toda su vida, pero con el tiempo y con los años prefirió cada vez más que la gente no supiera que Charles Dogson en la vida privada era Lewis Carroll el escritor. Murió el 14 de enero de 1898 en Guildford, Inglaterra.
