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¿Qué paralelismo se puede establecer entre los dos narradores de esta novela?
El narrador-escritor y el hablador se dedican a contar historias. El primero de ellos tuvo, durante un tiempo, un programa en la televisión peruana y recorrió diversas partes del mundo para llevar a su audiencia una amplia variedad de historias. El hablador, de manera análoga, recorre grandes distancias en la Amazonía peruana para llevar sus historias a los grupos de machiguengas dispersos en la selva. Ambos personajes tienen, entonces, un propósito común. Sus actividades además cumplen funciones semejantes: sirven de entretenimiento para la audiencia y mantienen viva la memoria cultural de un pueblo o una comunidad. -
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En el capítulo 7, el hablador establece una analogía entre los machiguengas y el pueblo judío. Explique en qué consiste y qué función cumple en el contexto de los relatos del hablador.
La historia del pueblo judío y la de los machiguengas tienen algunos puntos en común: la diáspora judía, es decir el abandono de su lugar de procedencia y su dispersión por el mundo, se relaciona con el "andar" machiguenga. Igual que en el caso de los machiguengas, muchas familias judías tuvieron que separarse. Pero, también como los machiguengas, los judíos sobrevivieron mucho más tiempo que otros pueblos más poderosos. Finalmente, para ambos pueblos, respetar sus reglas y prohibiciones es vital para mantener un sentido de comunidad y no desaparecer. El hablador utiliza este relato para advertirles a los machiguengas sobre los peligros que implica perder sus costumbres.
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Examine dos historias en las que el hablador muestre los perjuicios de no respetar las prohibiciones o de no cumplir las obligaciones.
La historia de Tasurinchi, el cazador, muestra las consecuencias de ignorar las prohibiciones: Tasurinchi mata y come un animal prohibido, el venado. Al principio no advierte consecuencias negativas, entonces continúa matándolos y comiéndolos. Un día llega a una zona donde hay muchos venados pero, curiosamente, ninguna de sus flechas acierta en ellos. Finalmente, a causa de su desobediencia, termina convirtiéndose él mismo en un venado.
La historia del kamagarini (un diablillo) que convenció a los machiguengas de ayudar a Kashiri (la luna) en vez de al sol, muestra las consecuencias que trae para una comunidad no cumplir con sus obligaciones: los machiguengas, engañados, habían abandonado su obligación de "andar" para ayudar al sol, y comenzaron a ayudar a la luna. Hicieron nocturnas sus costumbres diurnas. Cambiaron su forma de vida y empezaron a ocurrir desgracias. Casi todos los hombres se convirtieron en animales. Entonces recurrieron a un seripigari (un sabio), quien les dijo era necesario volver a su formas de vida tradicional y respetar las obligaciones para no perturbar el orden del mundo.
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¿De qué manera interfiere el hablador en las prácticas machiguengas? ¿Qué podemos concluir a partir de la reacción de sus oyentes?
El hablador cuestiona la práctica del infanticidio que mantienen los machiguengas. De esta manera, intenta interferir en las creencias de la tribu. El hablador les cuenta que él nació con una mancha en la cara y, sin embargo, lo dejaron vivir. Sus oyentes se ríen y no creen que eso sea posible, puesto que ellos matan a los quienes nacen con imperfecciones: “No se rían, les estoy diciendo la verdad. Nací con ella. De veras, no hay motivo para la risa. Ya sé que no me creen" (p.82). A partir de las reacciones de los machiguengas podemos ver que ellos no son meros receptores pasivos. Esto demuestra que las intervenciones en su cultura no conduce necesariamente a los machiguengas a modificar sus creencias.
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¿Cómo aparece cuestionada la idea de progreso en esta novela?
Muchas de las formas de vida que para los occidentales están asociadas a la idea de progreso pueden resultar contraproducentes para los miembros de las tribus nativas. En esta novela vemos, por ejemplo, que el proceso de occidentalización "convirtió a los Incas en un pueblo de sonámbulos y de vasallos" (p.40). Los indígenas semi aculturados se vuelven “zombies” en las calles limeñas, ya que, apartados de su cultura, pierden el sentido de su existencia. Como sostiene Saúl Zuratas, llevar el progreso a las tribus puede significar su destrucción: "Ahora ya sabemos la atrocidad que significa eso de llevar el progreso, de querer modernizar a un pueblo primitivo. Simplemente, acaba con él" (p.40).