El mercader de Venecia Elementos Literarios

Drama - Comedia

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La obra está ambientada en la Venecia del Renacimiento. Venecia fue uno de los centros financieros y comerciales más ricos y cosmopolitas de la época de Shakespeare. También fue el hogar de una gran comunidad judía, que prosperó a pesar de enfrentar la discriminación de la mayoría cristiana.

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'El Mercader de Venecia' se suele considerar una "comedia problemática". Algunas obras de Shakespeare presentan elementos cómicos y dramáticos de forma compleja y dificultan su categorización como comedias o tragedias. El tono de esta obra es, en su mayor parte, el de una comedia romántica. Sin embargo, Shylock, posiblemente el personaje más importante de la obra, se encuentra con un destino trágico.

Antonio es el protagonista que da nombre a la obra y Shylock, el judío, es el antagonista.

Para conseguir el dinero que necesita su amigo Bassanio, Antonio contrae una deuda con Shylock, un prestamista judío, quien exige una libra de carne de su acreedor si este no le devuelve el préstamo en el tiempo estipulado. Como los barcos de Antonio no llegan a puerto a tiempo, el cristiano debe pagar con una libra de su carne a Shylock. Para evitarlo, Porcia, la prometida de Bassanio, se hace pasar por jurista e interviene en el juicio.

El pico de intensidad de la obra se alcanza en el acto III, cuando Shylock descubre que su hija se ha fugado con un cristiano y da rienda suelta a su cólera pero, al mismo tiempo, se entera también de que Antonio se encuentra en bancarrota y decide, como venganza, cobrarse la libra de carne estipulada en el contrato que ambos han firmado.

Al inicio de la obra, el estado de ánimo melancólico y triste de Antonio presagia que algo malo está por suceder.

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A lo largo de toda la obra hay abundantes alusiones a la cultura clásica grecolatina y a la Biblia. Los cristianos se comparan, por ejemplo, con Jasón en busca del vellocino de oro, mientras que Shylock cita pasajes del Antiguo Testamento y menciona profetas judíos.
Los amantes Lorenzo y Jessica se comparan, a su vez, con otros amantes de la literatura clásica, como Troilo y Crésida, Píramo y Tisbe y Dido y Eneas.

Consultar sección "Imágenes".

Como se analiza en profundidad en el análisis, toda la obra es una gran ironía y se construye sobre la ambivalencia. Por ejemplo, es paradójico que la misericordia de los cristianos se ponga de manifiesto cuando atacan a los judíos, incluso escupiéndolos o golpeándolos.

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El lenguaje figurado que emplean los personajes abunda en personificaciones, especialmente de sentimientos y valores espirituales. Jessica exclama, por ejemplo: "Pero el amor es ciego, y los amantes también" (p. 100). En la segunda escena del Acto III, Porcia exclama: "y bien sabes / que el odio no da consejos tales" (p. 123). Personificaciones de este tipo abundan en toda la obra.

Se utilizan dispositivos dramáticos tradicionales como los soliloquios y los apartes.