El misántropo Elementos Literarios

Drama.

Francés.

París, segunda mitad del siglo XVII.

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El tono de la obra es más bien melancólico y pesimista, algo que se condice con la actitud de su protagonista. En los parlamentos de los demás personajes, pueden encontrarse tonos más cómicos, hasta farsescos.

El protagonista es Alcestes. El antagonista está compuesto por varios personajes, empezando por Orontes y acabando por el resto de los hombres de la Corte que pretenden a Celimena. Sin embargo, en términos generales podríamos decir que con lo que Alcestes antagoniza es con la sociedad de su época, a la que considera gobernada por una moda de hipocresía, vileza y falsedad.

El conflicto se da por fuerzas contrapuestas al interior de Alcestes, quien, por un lado, antagoniza contra la sociedad de su época, a la cual considera hipócrita y falsa, y por el otro, se siente fuertemente atraído por Celimena, una muchacha que se asocia bastante con el modelo social que él dice aborrecer. En términos fácticos, podría decirse que el problema que enfrenta el protagonista es la incertidumbre respecto a los sentimientos de su amada, quien parece alimentar las ilusiones amorosas de todos sus pretendientes.

El clímax se da en el último acto, cuando los personajes leen en voz alta las muchas cartas similares que Celimena dedica a todos sus pretendientes. Ello devela la falsedad e hipocresía de la joven, quien hacía falsas promesas de amor y engañaba a todos los hombres por igual.

Un indicio se da cuando en el segundo acto y al final de la primera escena, Celimena se retira de un diálogo con el protagonista alegando que debe escribir una carta. También puede tomarse como un indicio de la decisión final del protagonista una de sus expresiones de deseo pronunciadas en el primer acto, donde declara que le gustaría retirarse de la sociedad y refugiarse en un desierto; decisión que tomará, efectivamente, al final del último acto.

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En el primer acto, Filinto menciona ‘La escuela de los maridos’, obra escrita por el dramaturgo mismo de ‘El misántropo’, Molière.

Ver sección “Imágenes”.

El protagonista de la obra es un misántropo y, por ende, desprecia a la humanidad en su conjunto, por su hipocresía y falsedad. Paradójicamente, está perdidamente enamorado de Celimena, una mujer que encarna todos los vicios que lo alejan irremediablemente del resto de las personas.

En la cuarta escena del tercer acto se deja en evidencia la crítica que la obra realiza a las costumbres de cortesía de la época, a través del paralelismo entre dos personajes: Celimena y Arsinoe. En la escena, un intercambio entre ellas evidencia el comportamiento imperante en la sociedad cortesana: con un lenguaje sofisticado y aparentemente respetuoso, se disfraza un contenido que es más que nada agresivo. De este modo, las supuestas amigas demuestran tener un comportamiento idéntico que revela la hipocresía generalizada que domina en los altos estratos de la sociedad francesa.

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