-
1
Para Beauvoir, la mujer es concebida como la Alteridad del hombre. ¿Por qué?
Simone de Beauvoir parte de la base de que la relación entre el hombre y la mujer es desigual en la sociedad. La autora demuestra que esa desigualdad no está determinada por la naturaleza, sino que es una construcción social. Como filósofa existencialista, entonces, asume que todo ser humano, para desarrollarse plenamente, busca la trascendencia a través de proyectos. El hombre se concibe a sí mismo como central y esencial en la sociedad, por lo que se realiza como sujeto; es el Uno. Y como contracara, concibe a la mujer como su Alteridad. Ella aparece como el Otro, como un ser inferior limitado a la reproducción de la especie. Por eso la mujer no puede realizarse como sujeto, sino que es apenas un objeto.
-
2
¿En qué sentido es el matrimonio una institución problemática para la autora?
Para Beauvoir, el matrimonio es una institución inherentemente opresiva en la medida en que las relaciones entre el hombre y la mujer se dan en un marco de profundas desigualdades. El casamiento garantiza a la mujer protección y beneficiones económicos que no puede conseguir por sí misma porque está limitada socialmente. A cambio, es responsable de obedecer al marido y dedicar su vida a la maternidad y las tareas domésticas.
Aunque, de acuerdo con la autora, los matrimonios casi nunca se establecen por amor y respeto, y la mayor parte de las mujeres no eligen cuándo ni con quién casarse, este sigue siendo el modo más eficiente de mantener una posición social estable: el trabajo fuera de casa no le aporta a la mujer el dinero necesario para ser completamente independiente, y siguen pesando sobre sus hombros todas las responsabilidades domésticas. A su vez, los hombres se ven limitados en los vínculos sexuales y afectivos con sus esposas.
Por todo ello, el matrimonio es una institución problemática para la autora. Es interesante notar que ella lleva a la práctica esta idea teórica, ya que, a pesar de tener un sólido vínculo con Jean-Paul Sartre, decide no contraer matrimonio a lo largo de toda su vida.
-
3
¿Cuáles son los tres tipos de mujeres que se alienan buscando una liberación individual?
De acuerdo con Beauvoir, la situación de opresión impuesta a la mujer en general hace que algunas de ellas busquen librarse de manera individual. Las narcisistas se fijan obsesivamente en sí mismas y en sus aspectos físicos para tratar de darles sentido a sus vidas. Las enamoradas, por su parte, se entregan por completo a un amante y disuelven su identidad en él. Las místicas, de modo semejante, se entregan por completo a la devoción religiosa. Para la autora, los tres tipos de fijación son respuestas a las limitaciones sociales de la situación de la mujer. Los intentos son inevitablemente fallidos porque, para Beauvoir, la liberación solo puede conseguirse de manera colectiva.
-
4
La filósofa afirma que ninguna mujer ha creado una gran obra de arte hasta el momento en que escribe su libro. ¿Cómo explica esa afirmación?
Beauvoir admite que, hasta el momento en que ella escribe, las mujeres no han producido grandes obras de arte. Da explicación a esta carencia dentro del marco de su tesis general: la mujer ha estado históricamente limitada por su situación social y por eso no ha accedido a las condiciones necesarias para producir nada genial. Por un lado, la educación de la mujer es menos rica que la del hombre. Por el otro, la genialidad es una combinación de talento y locura que a ella no se le permite porque no es libre. Por el contrario, el hombre puede crear porque siente que el mundo le pertenece. Si una mujer tiene talento en la técnica de la pintura, podrá hacer cuadros bonitos, pero no creará obras de arte que cambien el modo de pensar la estética o la sociedad: su pintura es decoración. Por supuesto, Beauvoir no describe esta situación como una realidad positiva, sino que la critica duramente.
-
5
¿Por qué es posible afirmar que la "mujer independiente" de la época de Beauvoir aún no ha completado su liberación?
Si bien la autora reconoce una serie de importantes avances sociales que dan mayor independencia a la mujer, también sostiene que siguen existiendo grandes obstáculos. Por un lado, resalta a lo largo de toda la obra el acceso legal a derechos fundamentales como el sufragio, el divorcio y la propiedad privada. Pero, por el otro, observa que son apenas derechos abstractos en la medida en que la mujer no goce de verdadera independencia económica. Así, por ejemplo, la mujer sigue dependiendo en gran medida del matrimonio para garantizarse una posición económica estable. Esto se debe a que los salarios de las mujeres suelen ser más bajos, y ellas también deben dedicar mucha energía a las tareas domésticas y la crianza de los niños. Además, como la autora adscribe al pensamiento socialista, afirma que todo trabajo dentro del marco capitalista es opresor. Por lo tanto, la liberación completa de la mujer solo puede darse en el socialismo.