El talento de Mr. Ripley

El talento de Mr. Ripley Símbolos, Alegoría y Motivos

Los anillos de Dickie (Símbolo)

Los lujosos anillos de Dickie son un símbolo de su identidad, aspecto y estatus de clase. Tom los advierte inmediatamente cuando lo conoce, momento en que evalúa su valor y lujo. Luego decide hacerse de ellos al asesinarlo, con la certeza de que no puede hacerse pasar por Dickie sin estos accesorios. Sin embargo, Tom no solo quiere engañar a los demás, sino que él mismo desea encarnar el modo de vida de Dickie, poseer su confianza y su personalidad, y sabe que los anillos son una pieza clave de su individualidad. De hecho, se aferra a estos objetos incluso con la conciencia de que son una evidencia de su culpabilidad en el crimen. Esta elección no es del todo racional, sino que tiene sus raíces en el valor simbólico de los anillos, valor que lo hace sentirse facultado para ocupar el papel de Dickie. El vínculo entre estos objetos y el propio Dickie es tal que, cuando Marge los encuentra en la casa de Tom, acepta inmediatamente la historia del suicidio, ya que sabe que él no se habría separado de ellos en su vida.

París (Símbolo)

Para Tom, París simboliza el estilo de vida que siempre ha anhelado. La ciudad ocupa un lugar de deseo casi obsesivo en su mente, y él se siente personalmente herido cuando Dickie rechaza la oportunidad de viajar allí con él, ya que considera el viaje a París como una culminación de su amistad y como el inicio de una vida de viajes y ocio compartido. Tom asocia París con todo lo que desea: riqueza, exclusividad, cultura y emoción. Sin embargo, cuando finalmente consigue visitar la ciudad, no disfruta tanto de su cultura o belleza como de la sensación de haber conquistado un nuevo y preciado territorio. Bajo la identidad de Dickie, Tom recorre las calles parisinas sintiéndose encantador, sofisticado y generoso; le regala generosas cantidades de dinero a la gente que mendiga y busca que lo inviten a fiestas, ya que ser aceptado por la escena social parisina representa para él un logro personal invaluable.

Los espejos (Motivo)

La mayor parte del tiempo, Tom se encuentra tan desconectado de sus emociones negativas -y tan decidido a detenerlas por todos los medios necesarios- que no consigue discernir cómo se siente. En contraste con su incapacidad para autocomprenderse interiormente, Tom es un gran observador del mundo que lo rodea y con solo una mirada puede realizar agudos y acertados análisis de las personas con las que se rodea. De un modo similar, muchas veces consigue advertir sus sentimientos al observarse a sí mismo desde afuera, como un otro. Los espejos, dispersos por varios escenarios americanos y europeos de la novela, le dan a Tom una herramienta para dar sentido a su propio estado emocional. En ellos vislumbra sus muecas de ansiedad e ira, y se da cuenta cuando está al borde de las lágrimas. Al detectar su estado de ánimo en el reflejo, Tom puede actuar en consecuencia, cambiando su expresión o confrontando la fuente de sus sentimientos negativos. Además, los espejos son una herramienta fundamental cuando practica nuevas identidades y prueba las prendas que las acompañan.

El agua (Motivo)

El agua es el mayor miedo de Tom Ripley. Es, además, el origen de todas sus desgracias y probablemente el de su mente retorcida y criminal. Los padres de Tom murieron ahogados cuando él era tan solo un niño, lo que lo llevó a tener que vivir con su tía Dottie, una mujer fría que lo maltrataba por su personalidad amanerada y le recordaba constantemente el costo económico de su crianza. Ello explica, en parte, la obsesión que el dinero y la sexualidad producen en nuestro protagonista. En el transcurso de la acción de la novela, Tom supera su fobia al agua en un arco narrativo que podría ser conmovedor si no tuviera sus raíces en la violencia y la muerte. Tom asesina a Dickie mientras navegan y casi se ahoga en el proceso. Sin embargo, consigue salvarse y con ello adquiere tanto dinero como una nueva identidad. A partir de entonces, se presenta ante el mundo como Dickie, quien es casualmente un experto nadador.

Las cartas y los documentos (Motivo)

El gran talento de Tom Ripley consiste en su habilidad interpretativa, que le permite hacerse pasar por distintos estereotipos sociales con éxito e, incluso, asumir por largos periodos la identidad de Dickie. Sin embargo, su habilidad como impostor no se agota en la actuación, sino que se revela -y complementa- en la escritura. Tom es un gran falsificador y consigue emular casi a la perfección cualquier firma o caligrafía. Gracias a ello, logra que el entorno de Dickie piense que él está vivo meses después de que Tom lo haya asesinado. En la novela, el intercambio de cartas con los padres de Dickie, con Marge y los bancos es un motivo recurrente de gran importancia para la trama y la tensión narrativa. Hacia el final de la historia, Tom triunfa definitivamente al mandarle a Mr. Greenleaf un testamento falso a nombre de Dickie. Gracias a él, consigue posicionarse como el único heredero de Dickie y hacerse de todo su dinero y sus propiedades.

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