Resumen
Capítulo 7
A partir de la noche de su doble exhibición, las noticias sobre Carlos Wieder son escasas y confusas. En una revista de teatro, aparece una pequeña pieza en un acto firmada por un tal Octavio Pacheco al que nadie conoce. La pieza es singular en grado extremo: transcurre en un mundo de hermanos siameses que se martirizan mutuamente por turnos, un mundo en donde el sadismo y el masoquismo son juegos de niños.
En los archivos de la Biblioteca Nacional, en un apartado de autor que Bibiano O’Ryan descubre accidentalmente, están compiladas las poesías aéreas de Wieder. Junto a ellas, la pieza teatral firmada por el tal Pacheco. Bibiano encuentra también otra obra dramática de la misma firma, una entrevista a un tal K.W., una columna en una revista del 79 bajo el seudónimo de Masnabou. Todos ellos son Carlos Wieder. Bibiano no tarda en descubrir, a medida que vuelve una y otra vez a visitar la Biblioteca Nacional, que el archivo de autor de Wieder se va engrosando. Alguien lleva cada tanto nuevos recortes. Bibiano decide consultar con uno de los empleados y llega a la conclusión de que quien trae nuevo material cada tanto es el padre de Wieder.
Bibiano encuentra que en 1977 apareció un wargame estratégico cuyo presunto autor es, nuevamente, Wieder. Según los datos que pudo recabar, el juego recrea la guerra que enfrentó Chile con la alianza Peruano-Boliviana. Bibiano intenta encontrar sin éxito este juego, incluso viaja a Estados Unidos a buscarlo. Visita allí a un coleccionista de rarezas literarias, Graham Greenwood, que se interesa mucho por el caso de Carlos Wieder, pero que poco tiene para aportar. Greenwood creía “a la manera norteamericana, decidida y militante, en la existencia del mal, el mal absoluto” (p.110) y era miembro de la Philip K. Dick Society.
Mientras tanto, la obra de Wieder, fragmentaria y escurridiza, perdura. Algunos jóvenes lo leen, pero “¿cómo seguir (...) a quien trata, al parecer con éxito, de volverse invisible?” (p.112). El círculo reunido alrededor de las cenizas del difunto crítico Ibacache habla de una carta enviada por un amigo de Wieder al muerto. En esta carta le anunciaba la muerte del piloto, aunque el círculo de Ibacache cela la información. Ibacache había escrito un libro donde hablaba de Carlos Wieder, de su poesía, de sus influencias, forzando los pocos datos que tenía y la escueta obra del piloto.
El padre del poeta aviador muere en 1990. En 1992 el nombre de Carlos Wieder sale a relucir en una encuesta judicial sobre torturas y desapariciones. Se publica también por esos años el libro de Muñoz Cano, con el relato de la exhibición de fotografías de Wieder. Bibiano O’Ryan publica algunos años antes El nuevo retorno de los brujos, su ensayo sobre los movimientos literarios fascistas del Cono Sur entre 1978 y 1989, en el cual dedica un capítulo al piloto. Luego de este capítulo, en defensa de Wieder salen tres antiguos compañeros de armas: “¿quién, en medio del terremoto de la historia, podría culparlo de haberse excedido en el cumplimiento del deber?” (p.118), dice uno de ellos.
En el juicio por la desaparición de las Garmendia aparece, como testigo sorpresa, Amalia Maluenda, la empleada mapuche de las hermanas gemelas. La historia de Maluenda en su testimonio está plagada de términos mapuches que traducen dos sacerdotes católicos que la escoltan a donde va. Ninguno de los juicios a Carlos Wieder prospera. “Chile lo olvida” (p.120).
Capítulo 8
“Es entonces cuando aparece en escena Abel Romero” (p.121). Arturo está en Barcelona. Allí se le aparece el detective Romero, con una propuesta económica que despierta su interés. Debe ubicar a Carlos Wieder.
Arturo conoce a Abel Romero de nombre, por su resolución de dos casos policiales célebres. Para encontrar a un poeta, Romero dice necesitar a otro poeta. Le lleva a Arturo una pila muy grande de revistas literarias, con el objetivo de que Arturo reconozca la poética de Wieder y puedan encontrar pistas sobre su paradero.
A los días, Romero vuelve a casa de Arturo: le deja tres películas pornográficas para que vea. Arturo cree que debe encontrar a Wieder allí entre los actores, pero, en realidad, Romero le dice que se las hace ver porque son películas filmadas por todo un equipo que fue brutalmente asesinado por un camarógrafo. Romero cree que el asesino es Wieder. Le cuenta también la historia de Joanna Silvestri, una actriz pornográfica que cree recordar a Wieder, pero no aporta nada significativo a la investigación.
Al día siguiente, cuando Romero pasa nuevamente por casa de Arturo, Arturo le dice que cree que podría identificar a Wieder si lo viera.
Análisis
A partir del Capítulo 7, es decir, a partir de la noche de la exhibición, Wieder comienza a desvanecerse como su poesía en el cielo. “Las noticias sobre Carlos Wieder son confusas, contradictorias, su figura aparece y desaparece en la antología móvil de la literatura chilena envuelto en brumas” (p.103). Quien está muy interesado en el poeta aviador es Bibiano O’Ryan, que no deja de seguir su rastro y comentar los frutos de su investigación con Arturo en un intercambio epistolar que diríamos es casi unilateral por parte de Bibiano. Es claro para los años 80 que quien era una celebridad cobra ahora una existencia fantasmagórica.
El género policial es uno de los que atraviesan toda la literatura de Bolaño. De un modo oblicuo, nunca hegemónico, Bolaño toma la matriz del género para desarrollar sus relatos. En Estrella distante, más allá de que en el capítulo siguiente nos encontraremos con un verdadero investigador, Abel Romero, los roles no están tan determinados. También Arturo y Bibiano son, de algún modo, detectives. Bibiano se mete de lleno en la búsqueda de los pasos de Wieder. Bajo seudónimos, el piloto publica en revistas. Escribe piezas teatrales, poemas, ensayos, inclusive crea un wargame. Ya se nos dijo que Bibiano tenía la intención de escribir una antología de la literatura nazi en América (cosa que no hace sino referir, como bien dijimos, a La literatura nazi en América del propio Roberto Bolaño): la búsqueda de Wieder se orienta en dirección a ese proyecto de escritura con el que se obsesiona.
Bibiano encuentra en la Biblioteca Nacional un archivo de autor que claramente pertenece a Carlos Wieder. Un hecho perturba por demás a Bibiano: este archivo se engrosa semana a semana. En este momento en que Bibiano decide si seguir esperando en la Biblioteca durante días a ver quién viene a traer más textos o si investiga de otro modo no es el climax de la novela, pero sí un momento de mucha tensión. Estos efectos de lectura recrean un poco el suspenso del thriller, otro género literario considerado menor por la crítica, pero muy productivo en la literatura latinoamericana del siglo XX.
Es claro que con el correr del tiempo la obsesión del aficionado detective toma dimensiones mayores: viaja a Estados Unidos en busca de un coleccionista de rarezas literarias llamado Graham Greenwood. Este encuentro que no trae frutos para la investigación es otra de las tantas líneas inconducentes para la pesquisa que son tan características de la literatura de Bolaño. Funciona, como siempre en estos casos, como una excusa para contar otra historia. Aquí, sin embargo, a lo que lleva este relato es a una reflexión de Greenwood que puede leerse como un axioma de Estrella distante: “[Greenwood] creía, a la manera norteamericana, decidida y militante, en la existencia del mal. El mal absoluto (...). Para luchar contra el mal recomendaba el aprendizaje de la lectura, una lectura que comprendía los números, los colores, las señales y la disposición de los objetos minúsculos, los programas televisivos nocturnos o matutinos, las películas olvidadas” (p.111). Esta cita establece no sólo el lema fundamental que ya mencionamos anteriormente, la existencia del mal absoluto, sino también la posibilidad de combatirlo a través de la lectura de sus residuos azarosos. En las historias marginales, como la del encuentro entre Greenwood y Bibiano (o como, también, la historia de Lorenzo-Petra), hay información. A través de la escritura (de su antología de literatura nazi en el Cono Sur) y también de la lectura (de los textos de Wieder, sobre todo) parece estar la clave para Bibiano de cómo combatir este mal.
Esta insistencia sobre el caso de Wieder se contrapone a lo que sucede en los juicios a las Fuerzas Armadas y, en particular, al juicio contra el aviador que se lleva a cabo, sin pena ni gloria, años después de terminada la dictadura. Donde debería haber información contundente, un testimonio probatorio, hay poesía: Amalia Maluenda, la empleada de las gemelas Garmendia, se presenta a declarar. Requiere de dos sacerdotes que traducen sus palabras en mapuche, Amalia ha dejado con los años de hablar español. En lo que dice, en lugar de haber una narración lógica de hechos concatenados de la noche del crimen de las Garmendia, hay desvíos, comparaciones e indeterminación, y sobre todo una gran carga poética: según Amalia, “el teniente parece ser muchas personas a la vez: un intruso, un enamorado, un guerrero, un demonio. Cuando habla de las hermanas Garmendia las compara con el aire, con las buenas plantas, con cachorros de perro” (p.119). Sin embargo, según el narrador, la historia que Amalia cuenta es "en parte la historia de Chile" (p.119) por más que no sea una secuencia de eventos concatenados.
El Capítulo 7 aborda uno de los temas centrales de Estrella distante: la justicia. El narrador deja en claro que los valores de la dictadura se mantienen aún en democracia: no hay justicia para las víctimas del terrorismo de Estado. Contra Wieder “Ninguno de los juicios prospera. Muchos son los problemas del país como para interesarse en la figura cada vez más borrosa de un asesino múltiple desaparecido hace mucho tiempo. Chile lo olvida" (p.120). Si bien la matriz del género policial le es funcional algunas veces a Bolaño en su vertiente clásica (el detective aislado del mundo que, desafectado emocionalmente, resuelve enigmas), la gran mayoría de las veces el policial aparece en su versión negra. El policial negro presenta dudas sobre la posibilidad de hacer justicia: aborda la corrupción del Estado, los crímenes de Estado o su impasibilidad ante las mafias; sus detectives no siempre utilizan formas ortodoxas de investigación y de ninguna manera son monumentos morales. Como la mayoría de las apropiaciones latinoamericanas del policial negro, Estrella distante piensa la transformación del sistema legal y la eliminación del mal y la corrupción como una gran imposibilidad.
En el Capítulo 8 aparece, finalmente, el detective Abel Romero. Busca a Arturo en Barcelona porque necesita encontrar a Carlos Wieder. Alguien le está pagando por hacerlo, y Romero cree que nada mejor para encontrar a otro poeta que un poeta. Le ofrece una buena suma de dinero a Arturo. A pesar de que, como vimos, este accede por el dinero, es cierto también que el caso lo atrapa. El mal, encarnado en la figura de Carlos Wieder, es en extremo seductor e invade, inclusive, los sueños de Arturo. Uno de estos sueños es una clara metáfora del sentido de Estrella distante como reflexión de los años 70 y el vínculo entre arte y política: “Yo flotaba agarrado a un palo de madera podrida. Comprendía en ese momento, mientras las olas nos alejaban, que Wieder y yo habíamos viajado en el mismo barco, sólo que él había contribuido a hundirlo y yo había hecho poco o nada por evitarlo” (p.131). Los años terroríficos que alejan a Arturo de Chile, aquella estrella distante, vuelven a él, lo encuentran en Barcelona, lo atrapan en una montaña de revistas y películas.
Nuevamente en este capítulo tenemos una línea narrativa que no necesariamente da frutos con respecto a la investigación. Abel Romero cuenta que fue, hace un tiempo, a visitar a una estrella pornográfica a un hospital de Nimes donde estaba internada. La actriz, Joanna Silvestri, fue parte sobreviviente de un equipo de filmación que fue masacrado casi en su totalidad por alguien llamado English. Romero cree fuertemente que el camarógrafo English es Carlos Wieder. Esta historia se narrará una vez más, con otros matices y relatos insertados, en otro libro de cuentos Bolaño, Llamadas telefónicas, publicado tiempo después que Estrella distante. Como vemos, la intertextualidad dentro del universo de Bolaño es constante. Las historias duplicadas o triplicadas se desvían, no coinciden del todo; hay similitudes, pero nunca identidad. La identidad, como vimos hasta ahora, es cuanto menos dual, aunque generalmente múltiple. De esto se trata la fractalidad de la literatura de Bolaño.
Volviendo a la investigación, Joanna Silvestri recuerda a English, pero poco tiene para aportar a la pesquisa. Sin embargo, el relato de su propia vida ocupa una buena porción del capítulo. Podemos, de este modo, sumarlo a los relatos marginales que incluye Estrella distante, a saber, la historia de Lorenzo-Petra, la de Joanna, la de Greenwood.
Vale aclarar, para finalizar, que también en Los detectives salvajes se hará un hipervínculo a Estrella distante: allí, entre los más de setenta testimonios que componen la parte central de la novela, uno breve será el de Abel Romero. Cuenta en ese momento cómo conoció a Arturo B. en un bar en el que se reunían a conversar chilenos exiliados. Aquel día conmemoraban el día del Golpe del 73. Dice Abel Romero en Los detectives salvajes: “[Arturo] Belano, le dije, el meollo de la cuestión es saber si el mal (o el delito, o el crimen, o como quiera usted llamarle) es casual o causal. Si es causal, podemos luchar contra él, es difícil de derrotar pero hay una posibilidad (...). Si es casual, por el contrario, estamos jodidos” (p.152). Escrito mucho tiempo después que Estrella distante, este fragmento es una reflexión sobre la lucha contra el mal que, de algún modo, luego de ese encuentro ambos emprenderán por un breve lapso al buscar a Wieder. (Los detectives salvajes Guía de Estudio)