Harry Potter y la cámara secreta

Harry Potter y la cámara secreta Resumen y Análisis Capítulos 7 - 9

Resumen

Capítulo 7: Los “sangre sucia” y una voz misteriosa

El tiempo transcurre sin incidentes en Hogwarts, y Harry evita a Gilderoy Lockhart y a Colin Creevey. El sábado por la mañana muy temprano, Harry es despertado sorpresivamente por Oliver Wood, el capitán y guardián del equipo de Quidditch de Gryffindor, para un entrenamiento al amanecer. De camino a reunirse con el equipo en los vestuarios, Harry se cruza con Colin y, ante su insistencia, Harry debe explicarle las reglas del Quidditch. Se juega con siete personas sobre escobas y cuatro pelotas: dos Bludgers que vuelan bruscamente, tratando de derribar a los jugadores de sus escobas, mientras los golpeadores (Fred y George Weasley) se encargan de esquivarlas con bates; la Quaffle, una pelota grande con la cual las cazadoras (Alicia Spinnet, Angelina Johnson y Katie Bell) intentan hacer goles, pasándola por unos aros que son custodiados por el guardián del equipo contrario; por último, la Snitch, una pelota dorada, pequeña y rápida, que debe ser atrapada por el buscador (Harry) para dar por finalizado el partido.

El equipo de Gryffindor pasa un largo rato en el vestuario, escuchando a Wood explicar las estrategias que ha planeado. Luego se dirigen al exterior para practicar y son recibidos por Ron y Hermione, que los observan desde las gradas. Pronto escuchan un traqueteo y descubren que Colin Creevey está sacando fotos y llamando a Harry para que se acerque y sonría. Harry se avergüenza y finge no conocerlo y Oliver sospecha de que Colin sea un espía de Slytherin que busca conocer sus nuevos movimientos.

A continuación, el equipo de Slytherin entra en el campo de juego, interrumpiendo el entrenamiento. Los Slytherin se niegan a marcharse, alegando que deben entrenar a su nuevo buscador. Draco Malfoy se acerca sonriendo maliciosamente, y explica que su padre hizo un generoso regalo de siete escobas de primera clase al equipo, la Nimbus 2001, un modelo más avanzado que la de Harry y muy superior a las humildes escobas de los Weasley. De hecho, Malfoy hace varios comentarios despectivos sobre las escobas de Fred y George pero Hermione interviene para aclarar que al menos ellos fueron convocados al equipo por su talento y no han tenido que comprar su acceso al mismo. Entonces Malfoy se enoja y llama a Hermione "sangre sucia", una expresión que hace que los presentes se horroricen. Ron saca su varita y lanza un hechizo a Malfoy pero producto de su varita rota, el hechizo sale mal y Ron sale despedido hacia atrás y comienza a vomitar babosas.

Desentendiéndose de las burlas de los de Slytherin, Hermione y Harry deciden llevar a Ron a la cabaña de Hagrid. Al llegar, ven que Lockhart se despide de un Hagrid de aspecto bastante hosco. Hagrid se pone muy feliz de ver a sus amigos y le ofrece a Ron una palangana para que vomite. Entonces los alumnos cuentan lo que ha sucedido y Harry y Hermione admiten que no saben qué significa “sangre sucia”. Entonces Ron explica que es un término terriblemente despectivo que refiere a un mago nacido de muggles, y es utilizado por familias, como los Malfoy, que creen que son mejores que otros por tener “sangre limpia”. Hagrid se horroriza y Ron dice que además de repugnante, la expresión es ridícula pues hoy en día la mayor parte de los magos tienen la sangre mezclada y si no se casaran con muggles, los magos se habrían ya extinguido. Hagrid no tarda en cambiar de tema y le pide en broma a Harry que le de a él también una foto autografiada. Luego, el guardabosques les muestra unas calabazas que ha plantado para Halloween, mejoradas con un encanto mágico. Pero Harry sabe que Hagrid fue misteriosamente expulsado de Hogwarts cuando estudiaba allí y desde entonces no se le permite utilizar la magia.

Cuando regresan al castillo, Harry y Ron son llamados a cumplir con sus castigos por el incidente del coche volador. Mientras que Ron debe ayudar al celador Filch a pulir los trofeos, Harry debe ayudar a Lockhart a contestar las cartas de sus fans. En el despacho de Lockhart, Harry oye una voz espeluznante que murmura: "Ven a mí....déjame que te rasgue....déjame que te rompa… déjame matarte" (108) y se levanta de un salto, alarmado. Pero Lockhart afirma no haber oído nada y eso asusta aún más a Harry. Al volver a su habitación, se lo cuenta a Ron, que también queda muy sorprendido y ambos se preguntan por el origen de esa voz.

Capítulo 8: La fiesta del aniversario de muerte

Continúan los entrenamientos de Quidditch. Una noche, Harry regresa de uno, empapado de barro, y se encuentra en un pasillo del castillo con Nick Casi Decapitado, un fantasma de Gryffindor que no fue decapitado del todo. Nick tiene un aspecto sombrío y le cuenta que acaba de ser rechazado del Club de Cazadores Sin Cabeza, debido justamente a que su cabeza no se ha desprendido del todo. Pero la conversación se ve interrumpida por la Sra. Norris, la gata del celador Filch; por su parte, Nick le advierte a Harry que se vaya rápido, para no meterse en problemas por ensuciar el pasillo.

Pero ya es tarde y Filch descubre a Harry, lo reprende y lo arrastra a su despacho, donde empieza a planificar un castigo, pero es interrumpido por un gran estruendo. Filch sale corriendo, seguro de que Peeves, el poltergeist, ha hecho una travesura. Mientras está fuera, Harry ve sobre el escritorio de Filch una carta que reza “Embrujorapid”, en alusión a un curso de magia por correspondencia dirigido a magos que no son totalmente mágicos. Enseguida regresa Filch y se da cuenta con horror de que Harry ha leído el sobre. Si bien Harry le asegura que no lo ha leído, Filch le ordena nervioso que se retire.

Harry se encuentra otra vez a Nick, que le confiesa que convenció a Peeves para que provocara una distracción para salvar a Harry del castigo. Harry le agradece y le pregunta si puede hacer algo para ayudarlo con el asunto del Club. Nick le sugiere ilusionado que podría asistir a la fiesta de su 500º aniversario, que tendrá lugar la noche de Halloween, y allí mencionar a los otros fantasmas sin cabeza lo horrible y espantoso que resulta Nick a todos los estudiantes. Harry acepta ir y se compromete a llevar a Ron y Hermione.

Esa noche, los tres amigos se apenan de no poder participar de la fiesta de Halloween y cumplen su promesa con Nick: se dirigen a las mazmorras, donde se desarrolla el festejo. Allí Hermione llama la atención sobre el fantasma del baño de las chicas, Myrtle la Llorona, conocida por inundar el baño con su llanto. Hermione quiere evitar su presencia, pero justo aparece Peeves, que ha escuchado lo que Hermione dijo del fantasma y llama a Myrtle. Hermione intenta disimular, diciéndole a Myrtle que está muy linda esa noche, pero ella desconfía y asegura que se están burlando de ella, por ser gorda y fea. Peeves entonces la burla, diciéndole que se ha olvidado de mencionar sus granos, y Myrtle huye llorando de la fiesta, lo cual apena mucho a Hermione.

En ese momento, llega Nick y les presenta a Sir Patrick, jefe sin cabeza del Club de Cazadores sin Cabeza, que se burla ostensiblemente de Nick, a pesar del intento de Harry por referirse a él como un fantasma aterrador. Entonces los tres amigos deciden irse del festejo para unirse a la fiesta de Halloween. Pero en el trayecto, Harry vuelve a oír la voz misteriosa que ahora dice que es “hora de matar” y siente cómo se va alejando hacia arriba. Harry no comprende cuál es el origen de esa voz, se pregunta si se trata de un fantasma o de una presencia invisible, y decide salir corriendo detrás de ella, escaleras arriba. En el segundo piso, llegan a un pasillo desierto y descubren horrorizados un mensaje pintado en la pared, que reza: “La cámara de los secretos ha sido abierta. Temed, enemigos del Heredero” (124). Al acercarse más descubren un charco de agua en el piso y algo que cuelga rígido del techo: es la Sra. Norris. De pronto, escuchan acercarse una multitud y los pasillos se llenan de gente que regresa del banquete, rumbo a las habitaciones. Se hace un silencio en la masa de estudiantes cuando ven a Ron, Harry y Hermione parados en el corredor frente al mensaje. Entonces Draco Malfoy grita encantado que las próximas víctimas serán los “sangre sucia”.

Capítulo 9: La pintada en el muro

Filch ve a la Sra. Norris colgada del techo y acusa a Harry de haber matado al gato. Dumbledore aparece en ese momento y se lleva a Harry, Ron, Hermione, Filch y la Sra. Norris al despacho cercano de Lockhart. Allí, Dumbledore examina al gato, mientras Filch solloza y Lockhart ostenta sus saberes intentando explicar la muerte de la gata. Dumbledore lo interrumpe, explicando que no está muerta sino petrificada. Agrega que la magia necesaria para realizar ese hechizo oscuro excede ampliamente las capacidades de cualquier alumno de segundo año, pero señala que puede curarse con una poción reconstituyente de mandrágora. Lockhart se ofrece con entusiasmo a hacer la poción, pero Snape lo censura, recordándole que él es el profesor de Pociones. Sin embargo, Filch sigue desconfiando de Harry y explica que el chico sabe que él es un squib y por eso atacó a su gata. Snape acota que los tres estudiantes se encontraban en un lugar peculiar del castillo al momento de los hechos. Ron, Harry y Hermione explican que venían de la fiesta de Nick, pero Snape les pregunta por qué no fueron directamente a la fiesta de Halloween después. Como no quiere dar explicaciones sobre la voz misteriosa, Harry dice que estaban cansados y querían irse a la cama. Snape no les cree y pide que aparten a Harry del equipo de Quidditch hasta que diga la verdad, pero McGonagall y Dumbledore no están de acuerdo y envían a los estudiantes a sus dormitorios. Enseguida, Ron les explica a sus amigos que un squib es alguien que nació en una familia de magos pero no tiene poderes mágicos. Asimismo, Harry se pregunta qué es la Cámara de los Secretos.

Luego del crimen, Justin Finch-Fletchley comienza a evadir a Harry, como si este fuera el responsable. Ginny Weasley parece muy consternada por los sucesos. En la clase de Historia de la Magia que dicta el profesor Binns, un fantasma anciano y aburrido, Hermione levanta la mano y le pregunta por la Cámara de los Secretos. El profesor cuenta que los fundadores de Howgarts, homónimos de las cuatro casas, proyectaron un lugar para educar a jóvenes brujas y magos, hasta que Salazar Slytherin expresó su deseo de excluir del colegio a los magos nacidos de muggles. Los otros fundadores rechazaron esa idea y Slytherin abandonó el colegio, pero antes se encargó de construir una Cámara de los Secretos. Según la leyenda, en ella se ocultaba un monstruo que eliminaría de Hogwarts a todos los magos que no fueran de sangre pura, y al que solo su heredero podría controlar. Los estudiantes se muestran muy interesados pero el profesor Binns continúa con su lección, diciendo que tan solo se trata de un mito.

Este conocimiento hace que Harry se preocupe y aunque no lo comparte con sus amigos, teme estar relacionado con el heredero de Slytherin. Recuerda que el año anterior, cuando fue clasificado por el sombrero seleccionador, este barajó la opción de enviarlo a Slytherin, pero como Harry le pidió que no lo hiciera, el sombrero lo asignó a Gryffindor.

Una tarde, Harry, Ron y Hermione vuelven a la escena del crimen, donde notan una fila de arañas que escapan apresuradamente por la ventana. Luego entran en el baño de Myrtle en busca de más pistas. Cuando salen, se cruzan con Percy Weasley, que los regaña por estar rondando un lugar sospechoso.

Por la noche, Harry, Ron y Hermione se preguntan quién estará interesado en Hogwarts en asustar a squibs y muggles y especulan sobre si Malfoy es el Heredero de Slytherin. Hermione sugiere que podrían averiguarlo haciendo una poción Multijugos, que les permitiría transformarse por un rato en miembros de Slytherin y espiar a Malfoy en la sala común de su casa. Ante la duda de Harry y Ron, Hermione insiste, diciendo que solo haría falta que un profesor redacte una nota de permiso para sacar de la sección restringida de la biblioteca un libro que explica cómo elaborar la poción.

Análisis

En estos capítulos, se profundiza una tendencia que se da en el mundo de los magos, y de la cual la familia Malfoy es representativa, según la cual ciertos magos se creen superiores a otros, ya sea por su estatus social como por una cuestión racial. Así, Draco se burla de Ron por su pobreza y luego de Hermione por ser una “sangre sucia”.

En suma, el libro plantea un conflicto entre dos modelos de naturaleza humana: la identidad esencialista, sostenida sobre la sangre, y la identidad construida, ligada al mérito y a los valores morales. Para Draco y para quienes comparten su ideología habría distintas razas o tipos de sangre en los magos, algunos superiores y otros inferiores; la sangre de los Malfoy tendría así un alto grado de pureza, a diferencia de la de Hermione, que sería una sangre manchada, impura, inferior, por estar mezclada con sangre muggle. Resulta muy significativo que mientras Draco defiende su primacía respaldado en las cualidades de su estirpe, Hermione defiende los valores que brinda el mérito: “en el equipo de Gryffindor nadie ha tenido que comprar su acceso (...) Todos entraron por su valía” (101).

Del mismo modo, Draco Malfoy, al igual que su padre en la tienda del callejón Knockturn, ostenta los beneficios que le da su cómoda posición de clase y hace uso de ella para ganarse un lugar entre sus compañeros. Por eso es que su padre compra para todo el equipo de Slytherin escobas de primer nivel, con lo cual Malfoy parece ganarse la simpatía de sus compañeros y su lugar como cazador del equipo.

Significativamente, el modelo que les compra es más avanzado que la ya excelente escoba de Harry, y Draco ocupa en el equipo el mismo rol que aquel, con lo cual su voluntad de rivalizar con Harry queda muy evidenciada. Ante la supremacía de las Nimbus 2001, el enorme mérito de Harry en el Quidditch parece también resultar insuficiente.

El espectro de anomalías y diferencias dentro de la comunidad de magos se engrosa con los squibs. El lector se entera en estos capítulos de la existencia de esta categoría, que alude a personas nacidas de padres magos pero que no tienen poderes mágicos. Los squibs son tratados como ciudadanos de segunda clase en el mundo de los magos. Tal es el caso de Filch. La humillación que siente el celador al notar que Harry ha leído su carta, e incluso la certeza de que Harry ha lastimado a su gata motivado por esa novedad, da cuenta del grado de discriminación que viven los individuos que no cumplen con la expectativa de pureza de sangre.

En efecto, el tema de la superioridad racial ligada a la sangre será central en esta segunda edición de Harry Potter y signará el conflicto principal de la novela. Según cuenta el profesor Binns, la propia historia de Hogwarts está atravesada por el conflicto racial. El colegio fue creado en “una época en que la gente le tenía miedo a la magia, y los magos y las brujas sufrían persecución” (134). Salazar Slytherin, uno de los fundadores, ostentaba la misma ideología a la que adscriben los Malfoy, y defendía su superioridad de sangre por sobre la de otros magos. En el capítulo 8 irrumpe violentamente esa cuestión con el ataque a la Sra. Norris: la pintada en el muro del castillo remite a la existencia de una Cámara Secreta en Hogwarts que habría construido Slytherin con el objetivo de garantizar la pureza de sangre en la escuela. Según esa perspectiva, el colegio debería funcionar como un espacio cerrado, capaz de proteger a los “sangre pura” frente a la amenaza de lo externo, lo anómalo, esto es, los “sangre impura”. La idea de un heredero capaz de abrir esa Cámara responde también a la cuestión de la sangre: el secreto de la Cámara no circularía democráticamente sino que solo puede revelarlo quien provenga de la estirpe de Salazar Slyther. Entonces, el mensaje amenazante que aparece en la pared viene a actualizar esa leyenda, que muchos magos ya conocen. De ahí que Draco, al leerlo, interprete “¡Los próximos seréis los sangre sucia!” (125), y que Filch también crea que ha sido escrito por Harry, luego de enterarse de que él es un squib.

Las sospechas de que la leyenda sea en realidad un suceso verdadero de la historia atormenta incluso a Harry, que comienza a dudar de su identidad y, al recordar la propuesta del Sombrero Seleccionador de enviarlo a Slytherin, teme haber heredado el mal. Esa misma sospecha empieza a recorrer Hogwarts y los compañeros empiezan a alejarse de Harry.

Hermione representa la racionalidad entre tantos prejuicios. Luego del suceso de la Sra. Norris, evita emitir juicios apresurados y comienza a recopilar información para luego formular hipótesis. Así, es quien se da cuenta de que las arañas huyen de la escena del crimen y evidencia también que, como Dumbledore no pudo curar a la señora Norris, la gata debe haber sido atacada por algo inhumano.

De la mano del asunto de la sangre, en estos capítulos se introduce un elemento oscuro y misterioso, que atormentará a Harry, esto es, la irrupción de la voz siniestra e incorpórea que escucha en el despacho de Lockhart: “Era una voz, una voz capaz de helar la médula ósea, una voz ponzoñosa que dejaba sin aliento, fría como el hielo" (108). Más adelante, el lector se enterará de que esa voz proviene de una serpiente. Si bien a esta altura del libro no hay certezas al respecto, ya hay indicios del origen de esa voz, ya que se dice que es fría y ponzoñosa, como lo son las serpientes.

La aparición de esta voz es el primer suceso que anticipa el conflicto en ciernes. Se presenta de manera enigmática, en la medida en que solamente Harry puede escucharla, lo cual lo deja muy expuesto y solo ante el peligro. Para el lector, la voz es la primera prueba tangible de que algo no anda bien en Hogwarts.

Cuando Harry oye la voz por segunda vez, su reacción es correr hacia ella, una cualidad instintiva y valiente que de alguna forma explica y justifica la fama que consiguió al nacer. Cuando se presenta una situación aterradora, Harry no descansa hasta estar seguro de que todos están a salvo. No huye de la voz que amenaza con asesinar a alguien, sino que va hacia ella, con la esperanza de impedirlo. Por eso, Harry Potter tiene éxito, como se nos explica más adelante en la historia. Y sin embargo, no sobrevive a las situaciones sin ayuda, sino que las supera siempre con la gran ayuda de sus amigos y profesores.

Las estaciones crean una estructura para el libro. Como la novela transcurre en el hemisferio norte, con octubre comienza a transformarse el clima y el verano va dando lugar al otoño. El otoño es tradicionalmente una estación liminal, una transición del verano al invierno, de la vida a la muerte. Además, octubre es el mes de Halloween, una tradición de raíces paganas que asimismo es un pilar de la literatura gótica. Significativamente, esa misma noche, en la fiesta de Nick, se presenta a Myrtle la Llorona, que será clave en la trama. No es casual además que sea esa noche lúgubre en la que se desencadene el primer crimen en torno a la Cámara de los Secretos.

La fiesta de celebración por la muerte de Nick Casi Decapitado asume un carácter cómico y descontracturado. En ella se combinan elementos tradicionales del duelo y de la celebración: “Mis difuntos y afligidos señores y señoras, es para mí una gran tristeza…” (122), dice Nick para iniciar su discurso. Este contraste entre el lamento y la fiesta da un tono de comicidad al encuentro, que será interrumpido pronto por el crimen contra la Sra. Norris. Este suceso estará antecedido por la segunda aparición de la voz misteriosa. En efecto, Harry encuentra la escena del crimen al dejarse llevar por el recorrido que hace la voz por las paredes del castillo.

Ron y Hermione únicamente pueden acompañar a Harry en su búsqueda, pero la diferencia de Harry al ser el único que puede oír la voz, lo aísla. Ron, por su parte, es sensible a la opinión común y a menudo la comparte: por ejemplo, es de los que se burla de Filch y le dice a Harry que oír voces no suena bien. Representa al mago medio. Su instinto es correr cuando encuentran a la señora Noris. En cambio, el instinto de Harry es siempre ayudar.

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