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¿Cómo demuestra el hombre su afecto por el chico a lo largo de La carretera?
El hombre demuestra constantemente que está preparado para tomar cualquier acción necesaria, incluso si es violenta, para garantizar la supervivencia y el mejor interés de su hijo. El ejemplo más evidente de esto ocurre cuando el protagonista no duda en dispararle al hombre que le pone un cuchillo en la garganta al chico. Más allá de esta situación dramática, el padre siempre prioriza alimentar al chico antes que cuidar su propia salud, y deja su arma con él cada vez que se separan. Aun más, le ha enseñado al chico cómo debe suicidarse en caso de ser capturado por los malos, tal es la desesperación que le provoca la idea de que sea torturado.
Los cuidados del hombre no se limitan al resguardo físico: él hace también grandes esfuerzos por mantener la moral alta del chico, por evitar que experimente situaciones traumáticas y, sobre todo, por conservar en él la distinción entre el bien y el mal.
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En líneas generales, ¿ofrece la novela una visión positiva de la humanidad, o una más bien pesimista?
A lo largo de la novela, la visión que se propone de lo que constituye lo humano se muestra muy pesimista: las personas que se encuentran los protagonistas a lo largo del camino se erigen esencialmente como un peligro, y dan cuenta no solo de los actos violentos y horrorosos que pueden llevar a cabo las personas en medio de la desesperación, sino también de nuestra capacidad de naturalizarlos. El universo, por su parte, parece contemplar, pasivo e indiferente, el terrible sufrimiento de los humanos.
No obstante, también es cierto que el chico se muestra resiliente en su capacidad de empatizar, comprender y querer ayudar a los otros, a pesar de todas las experiencias traumáticas que ha atravesado. Al final del texto, además, un hombre y una mujer lo rescatan, de hecho, desinteresadamente y lo invitan a viajar con ellos. Si a esto le sumamos que la novela cierra con un párrafo que describe una imagen idílica de truchas nadando en el agua, con mapas del mundo dibujados sobre ellas, podemos entender que la novela sugiere la existencia de un orden superior del que formamos parte, es decir, de un sentido para la existencia humana, y la posibilidad de redención.
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¿En qué sentido difieren las concepciones sobre la muerte que tienen el protagonista y su mujer?
Tanto el hombre como su mujer son conscientes de que en el contexto posapocalíptico que habitan es muy probable que sus vidas queden eventualmente truncadas por una muerte violenta: bien podrían toparse con violadores, caníbales, asesinos, si no morir de hambre o frío. En este contexto, la mujer considera que la muerte es un alivio ante estas amenazas. Por el contrario, para el padre la muerte es una amenaza abominable, en tanto le impediría proteger a su hijo. Es esencialmente su compromiso de conservar la vida del chico lo que impulsa al hombre a mantenerse vivo y viajar hacia el sur.
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Describa al menos dos modos contrastantes en los que los sobrevivientes enfrentan el caos.
La mujer del protagonista no encuentra otra salida a la situación desesperada que experimentan que el suicidio en pos de evitar cualquier destino espantoso que pueda sobrevenirla. Muchas de las personas que el hombre y el chico se encuentran por el camino, por su parte, recurren al robo, el asesinato, la esclavitud e incluso el canibalismo para sobrevivir. Ya sin una civilización que los ampare, estas personas se entregan a los instintos más violentos. Los protagonistas de la novela, por el contrario, eligen hurgar entre la chatarra y en la basura, absteniéndose así de dañar a los demás con el objetivo de asegurar su propia supervivencia. De este modo, ellos funcionan como ejemplo de la posibilidad de resiliencia, empatía y bondad, incluso en situaciones desesperadas.
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¿Qué significa "el fuego" para el hombre y el chico?
El hombre y su hijo reafirman con insistencia que ellos llevan el fuego. Y "llevar el fuego" es lo que los identifica como "los buenos". El fuego representa la resiliencia, la capacidad de las personas de conservar la esperanza, la empatía y la bondad, y de perseverar en una ética personal, incluso en las situaciones más extremas. En otras palabras, el fuego es aquello que los mantiene humanos frente a la destrucción, lo que demarca los límites de lo que son o no capaces de hacer frente a la desesperación para no convertirse en meras bestias.