Resumen
Se hace de día. María y Brián siguen en el pajonal. Él no se mueve, está afiebrado y agonizando. No puede mantener los ojos abiertos y su percepción parece estar alterada, como si estuviera entrando en el mundo de los muertos, saliendo de la realidad. María sigue a su lado, pero está muy desanimada y triste. En los momentos de calma, cuando no hay amenazas urgentes que le exijan ser valiente y tener coraje, comienza a tener pensamientos horribles y malos presentimientos. Es el primer momento en el que María pierde la esperanza: piensa que no va a poder salvar a Brián, y que la posibilidad de volver a casa es muy lejana, poco realista. Se siente abandonada y sola al ver a Brián casi muerto, y su heroísmo desaparece. Para entretenerse, elabora a mano un tejido de junco para proteger a Brián del sol.
De repente, María escucha un crujido de paja en el matorral. Ve que un tigre cubierto de sangre se les acerca. Toma el puñal y se pone entre el tigre y su marido para protegerlo. El tigre la mira y se compadece de ellos. En vez de atacarlos, sigue camino y se echa a nadar en el arroyo. Una vez pasado el peligro, María se queda dormida o se desmaya, a causa del agotamiento y la angustia.
En ese momento, Brián despierta de su sueño y comienza a hablar. Está delirando de fiebre, el día le parece noche. Mira a María a su lado y le dice que van a morir, que no hay posibilidad de salvarse. Se lamenta porque el amor hacia él será la condena de muerte para su mujer. Sin embargo, confía en que los salvajes pagarán por todo lo que les hicieron. Al escuchar la voz de Brián, María se despierta.
Brián cuenta que él estaba en paz con los indios pero que no se puede confiar en ellos, que siempre hay que tener las lanzas y los caballos preparados porque son traicioneros. Afirma que quiere pelear él solo contra los indios, y que estos son cobardes porque roban y huyen con el botín. Al pensar en esto, Brián se levanta furioso contra los indios, pero se desmaya inmediatamente. María enmudece y su ánimo se debilita.
Brián mira al cielo, toma las manos de María y las pone en su pecho. Le pide que se resigne y acepte que van a morir, pero no es tan grave porque tarde o temprano todos lo haremos. Dice que la muerte siempre es bienvenida para un soldado, porque es una ofrenda a la patria, y a través de ella logra la gloria y la libertad de la nación. Lo único que lamenta es dejar sola y desamparada a su mujer, porque ella se merecía algo mejor que la muerte en medio del desierto. También expresa que lamenta no morir en el campo de batalla, con la bandera ondeando sobre su cabeza y con el honor de ser un héroe de la patria. Finalmente, luego de estas palabras, Brián se despide de María, le pide que intente continuar la huida y le promete que volverán a verse. La mira y fallece. Cae la noche y ella queda sola, angustiada y desalentada.
Análisis
En este canto, hay una profundización en el personaje de Brián. Se desarrolla un poco más la interioridad de su personaje, qué piensa, su pasado como soldado de las guerras de la independencia y sus motivaciones. También se revela que anteriormente existió una relación de intercambio entre criollos e indios, un momento en el que hubo paz entre ellos, pero que los indios traicionaron el acuerdo que tenían, les robaron y los tomaron cautivos, huyendo luego cobardemente.
Este discurso final de Brián antes de morir funciona para complejizar al personaje, pero también como expresión del ideario del nacionalismo y del romanticismo de la época. El ideal de morir por la patria y el de la libertad (del cautiverio, de España) como valores máximos se presentan en boca de Brián y transforman al personaje en una suerte de símbolo de la sociedad criolla en su totalidad.
En este sentido, en las palabras finales de Brián se pone claramente de manifiesto la idea de que el verdadero cautiverio es la pampa. El discurso comienza con la siguiente frase: "Este camino / lleno de espinas está: / y la llanura, María, / ¿no ves cuán triste y sombría? / ¿Dónde vamos? A la muerte." El camino lleno de espinas puede leerse como una metáfora de un progreso (en el espacio o en el tiempo) con dificultades o con obstáculos, pero es importante resaltar la lectura literal de esta frase. Los elementos de la naturaleza (las espinas, la llanura) son los que los mantienen cautivos y los llevan a la muerte.
En esta parte, el personaje de María queda en un segundo plano, casi no habla y hace muy poco. Solamente toma el puñal cuando ve aparecer al tigre, pero finalmente no tiene que usarlo porque el tigre se aleja solo, compadeciéndose de ella. Frente al protagonismo que cobra Brián en los momentos previos a su muerte, María queda en un lugar secundario. Este cambio en el punto de vista está reflejado en la descripción física del personaje. Si en los cantos anteriores se habían puesto en primer plano ciertas características del personaje relacionadas con su valentía, su coraje, su fortaleza física, en esta parte se refuerzan las características que la acercan al arquetipo romántico: "bella como ángel dormido"; "flaquea su corazón"; "María tiembla". Estas descripciones la presentan como un personaje débil, subalterno a su marido.