Resumen
En la primera parte del poema se describe el paisaje de la pampa al atardecer. El yo poético lo compara con el mar, por ser tan enorme, abierto y vacío. También menciona que, en ocasiones, transitan por allí tribus errantes de indios a caballo, estableciendo a veces sus tolderías, tiendas de campaña, para descansar durante la noche y partir al día siguiente. Luego describe y alaba las maravillas de la naturaleza que pueden verse y sentirse en el campo: el silencio, el viento, los insectos, el canto de los pájaros. Más tarde, al caer el sol, la pampa queda completamente oscura y silenciosa, hasta que se siente un sonido violento como un trueno. Es un grupo de indios cabalgando velozmente, llevando lanzas y dando alaridos. En las puntas de sus lanzas llevan las cabezas de sus enemigos, los blancos. Han incendiado sus viviendas y secuestrado a sus mujeres e hijos. Los indios exclaman que quienes quieran liberar a los cautivos serán brutalmente asesinados también. Luego, la ruidosa turba de indios a caballo desaparece en el desierto enorme y vacío.
Análisis
En esta primera parte del poema, el yo lírico describe con detalle el paisaje, que es el elemento principal de esta sección. Los poetas románticos, como Echeverría, miran la naturaleza como fuente de inspiración, en oposición a los poetas clásicos, que retomaban los temas de la antigüedad griega y romana. En este sentido, el yo lírico incorpora los nombres y características de la flora y fauna local al lenguaje de la poesía culta: los Andes, la yerba, la llanura, el tigre feroz, el yajá, entre otros. Asimismo, exalta y valoriza las características del paisaje: es sublime, grandioso, repleto de maravillas. El yo lírico sitúa así el poema en un lugar novedoso, pero también la situación temporal es original: el poema empieza durante el atardecer, y las primeras acciones comienzan en la oscuridad de la noche. La preferencia por el ambiente nocturno también es una característica de la literatura romántica, que exalta lo sórdido y lo misterioso frente a los modelos racionales de la Ilustración. Recordemos que los intelectuales de la Ilustración pretendían “echar luz”, “iluminar” con el conocimiento la oscuridad de la ignorancia.
Echeverría también presenta en esta primera parte a los personajes locales por excelencia: la tribu de indios. Los describe como “bárbaros” y “salvajes”, montando velozmente a caballo, en clara contraposición a la imagen estática y armoniosa del paisaje. La forma de presentar a los indios los asemeja con una fuerza de la naturaleza. La irrupción abrupta de estos personajes y su forma de moverse generan en el lector una sensación similar a la de una ráfaga de viento o el paso de un huracán.
Sin embargo, el narrador también les otorga, en esta primera parte, características humanas. Concretamente, incluye la voz y el discurso de los indios en el poema. A partir de sus palabras, se puede definir mejor quiénes son ellos como personajes, cuáles son sus móviles y sus objetivos. Por medio de una cita directa, Echeverría pone en boca de los indios el relato del malón pasado. Ellos quemaron los ranchos de los cristianos y abatieron "su pujanza tan erguida". En la misma estrofa, ellos preguntan: "¿Dónde sus bravos están?", comentario en el que se puede leer un tono socarrón y de burla. Los indios están confiados y se muestran engreídos por el éxito del malón, y amenazan de muerte a aquellos cristianos que se animen a recuperar lo suyo.