Genero
Drama. Tragedia.
Language
Inglés.
Configuración y Contexto
Fines de la Edad Media. Principalmente situada en Wittenberg, Alemania.
Narrador y Punto de Vista
En la obra se presenta el coro, que actúa como narrador y comentarista de algunos acontecimientos de la vida del protagonista.
Tono y Estado de Ánimo
El tono general de la obra es dramático, aunque contiene numerosos momentos cómicos.
Protagonista y Antagonista
El protagonista es Fausto y el principal antagonista es Mefisto, un servidor de Lucifer.
Conflicto Principal
El conflicto central de la obra es que Fausto, desobedeciendo la voluntad de Dios, hace un pacto con el diablo y le entrega su alma a cambio de veinticuatro años de poder ilimitado.
Climax
El clímax de la obra tiene lugar durante la última noche de la vida de Fausto, cuando él, sabiendo que su muerte se aproxima, se muestra arrepentido del pacto que firmó con el diablo en su soliloquio final.
Presagio
El mito de Ícaro, al que el coro alude en el prólogo, presagia el destino de Fausto. Ícaro muere por desoír las advertencias de su padre y elevarse, con alas de cera, en exceso hacia el sol. Así, el mito representa la trayectoria de Fausto, quien, por su arrogancia, busca conocimientos que exceden el límite de lo permitido y cae, por eso, en desgracia.
Atenuación
N/A
Alusiones
Fausto alude a la guerra de Troya en su elocuente discurso dirigido a Helena: “¿Fue este el rostro que lanzó mil naves / y quemó las altas torres de Ilión?” (5.1. 96-97). Con sus palabras exalta la belleza de Helena, por quien, a causa de su rapto, se desató la guerra.
Imágenes
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Paradoja
El papa bendice, paradójicamente, al diablo. Cuando Mefisto y Fausto, disfrazados de cardenales, se retiran llevándose a Bruno, el papa los despide con una bendición: "llevad nuestra bendición apostólica" (3.2. 193). A propósito, Mefisto se mofa de esta bendición, señalando: "Jamás un diablo fue bendito así antes" (Ídem. 194).
Paralelismo
Paralelamente a la acción principal, tienen lugar en la obra episodios cómicos que funcionan como una subtrama. En estos episodios, en algunos casos, vemos eventos de la trama principal ligeramente modificados. Por ejemplo, el episodio del mercader de caballos repite el tema del pacto con el demonio y sus consecuencias adversas, a partir de la negociación por la compra del caballo y sus condiciones. Tanto Fausto, en un caso, como el mercader, en el otro, terminan ampliamente perjudicados con la negociación, puesto que se puede decir que no han adquirido más que ilusiones: el caballo del mercader se convierte en un fardo de paja y la magia que Fausto adquiere con su pacto no le permite alcanzar los objetivos que anhelaba inicialmente, antes de firmar el trato.
Personificación
En el desfile de los Siete Pecados Capitales, cada uno de ellos aparece personificado. Fausto los interroga y cada uno comenta su historia o alguna característica que lo identifica. Este es un motivo recurrente en las obras llamadas "moralidades", y el público de la época probablemente habría reconocido a estos personajes inmediatamente.
Uso de Dispositivos Dramáticos
El emotivo soliloquio final de Fausto (5.2) muestra la desesperación del personaje: en 57 versos, su discurso pasa, aceleradamente, de una idea a otra. El protagonista suplica al sol y a las esferas del cielo que el tiempo se detenga (143-149); pide a ciertos elementos de la naturaleza que lo oculten o eviten su destino (160-170); implora a Dios que atenúe su condena (172-177); alude a diversas teorías y concepciones del alma (178-186); maldice a sus padres, a Lucifer y se maldice a sí mismo (187-189); pide a su cuerpo y a su alma que se disuelvan (190-193); implora a Lucifer que no vaya a buscarlo, y sugiere que quiere quemar los libros que posee (196-197).