Los de abajo de Mariano Azuela fue escrita en 1915 en Texas y publicada como folletín en veintitrés entregas ese mismo año en el periódico El Paso del Norte. Luego, en 1916, se publica en formato libro. La recepción de la obra no fue excepcional y recién en 1924 se populariza gracias a un debate que inaugura el crítico Julio Jiménez Rueda sobre la falta de compromiso de los escritores mexicanos con la realidad social. A partir de esa controversia crece el interés por Los de abajo y aparecen numerosas ediciones, incluso piratas, así como traducciones. Su popularidad siguió creciendo y en 1940, Chano Urueta adapta la novela al cine. Hasta el día de hoy, la novela sigue ocupando un lugar importante dentro de la literatura mexicana y es considerada una obra fundante de la literatura de la Revolución.
Los de abajo narra la historia de Demetrio Macías, el líder ficcional de una banda de rebeldes que participa de la Revolución mexicana. Está dividida en tres partes que coinciden con las etapas de nacimiento, consolidación y debilitamiento de la banda que lucha bajo el mando de Macías. Es una obra realista que se nutre de las experiencias que vivió su autor de primera mano, mientras cumplía su función como médico bajo el mando del General villista Julián Medina.
El hecho histórico que se encuentra en el centro de la obra empieza en 1910 y termina aproximadamente en 1920, pero los hechos representados en la novela van de 1913 a 1914. Durante esa época en México la mayoría de la población se siente insatisfecha con la presidencia de Porfirio Díaz, quien gobierna desde hace más de 30 años, favoreciendo a la oligarquía. Una serie de líderes entre los que se encuentran Francisco Madero, Pancho Villa y Pascual Orozco toman las armas para destituir la presidencia fraudulenta de Díaz. Finalmente, en 1911, Díaz deja el poder, y Madero se convierte en presidente. El país todavía está dividido entre revolucionarios y aquellos que apoyan el antiguo régimen. Como parte de una trama compleja que no compete a la trama de la novela, Madero y su vicepresidente primero dejan el poder y, luego, son asesinados. Quien sube al poder es el General Victoriano Huerta. A lo largo de la novela estos nombres aparecen porque Demetrio Macías, el líder ficcional de la banda de revolucionarios que protagoniza la obra, participa de estos conflictos luchando contra Huerta como parte de las tropas villistas.
Así como la novela se nutre de la crónica de los hechos presenciados por Azuela, también toma elementos de la épica. No obstante, no hay acuerdo entre los críticos sobre qué es lo que domina en la obra. Para algunos, la novela carece de una estructura coherente y está compuesta por una serie de episodios, por momentos repetitivos. Por otro lado, otros críticos como Seymour Mentón consideran que la obra tiene una estructura muy clara, pues sigue el camino del héroe.
Puede resultar esclarecedor detenerse en la lectura de Carlos Fuentes, una de las voces más prolíficas de las letras mexicanas del siglo XX, que llama a la novela Los de abajo “la Ilíada descalza”. La relación que une a esta novela con la Ilíada es su contenido épico, pero, como explica Fuentes, se trata de una épica vulnerada por la novela. Escrita casi en simultáneo con los hechos, podía haber sido una narración o crónica celebratoria de un momento fundante de la nación mexicana, pero Azuela se asegura de que en su obra se reflejen las tensiones novelísticas: los matices, las ambigüedades y los defectos de los seres, aplastados por las estructuras del poder, que pueblan su obra.
Azuela ofrece una mirada crítica sobre la Revolución mexicana y lo hace modificando la crónica para reflejar de manera estética la historia de una revolución fallida.
