Nicanor Parra es uno de los poetas más importantes de la literatura hispanoamericana. Su prolífica obra se compone de veinticinco poemarios; el primero de ellos fue escrito por el autor en 1937, a sus veintitrés años, y el último en 2015, casi ochenta años después, a sus ciento uno años.
En esta guía tomaremos poemas en los que pueden apreciarse los temas fundamentales de la vasta obra de Parra, como la religión, la literatura y la política. Por otro lado, apuntamos a que dichos poemas reflejen con claridad las diferentes características del estilo literario que distingue al autor: la antipoesía.
Se considera que el movimiento antipoético, creado por Parra, comienza en el año 1954 con la edición de su libro Poemas y antipoemas. Esta obra, sin embargo, no es la primera del autor. En 1937, Parra había publicado Cancionero sin nombre, un poemario que, por sus características, no es representativo del grueso de su obra. En Cancionero sin nombre, Parra emula el estilo del Romancero gitano de Federico García Lorca: la métrica es la del romance, los poemas tienen un desarrollo narrativo, y el tratamiento de los temas está atravesado por cierta solemnidad.
Dicha solemnidad es radicalmente abandonada en Poemas y antipoemas. Este poemario produce un corte radical en la poesía hispanoamericana. El estilo antipoético incluye entre sus elementos: un personaje antiheroico, humor, ironía, sarcasmo y la utilización de un léxico cotidiano.
Desde esta segunda obra hasta su último poemario, Antiprosa, Parra se mantiene fiel al estilo antipoético. Sus poemarios más destacados son Versos de salón, escrito en 1962, Obra gruesa, de 1969 y Hojas de parra, publicado en 1985.
En 2011, Parra recibe el Premio Miguel de Cervantes, el máximo reconocimiento en la literatura hispanoamericana.
La influencia de Parra en la literatura mundial es enorme. Autores del calibre de Roberto Bolaño, Harold Bloom y Niall Binns han destacado al poeta chileno como uno de los mejores poetas de la historia. Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas. Entre sus traductores figuran reconocidos escritores como Allen Ginsberg y William Carlos Williams.
