Poemas de Nicanor Parra

Poemas de Nicanor Parra Símbolos, Alegoría y Motivos

La rosa amarilla (Símbolo)

La característica de la literatura que Parra critica con mayor vehemencia es la solemnidad. En el poema “Quédate con tu Borges”, postula a la rosa amarilla como un símbolo, precisamente, de la solemnidad literaria. Dice:

Él te ofrece el recuerdo de una rosa amarilla
Vista al anochecer
Años antes de que tú nacieras
Interesante puchas qué interesante (p. 507).

Claramente, el yo lírico está siendo sarcástico al afirmar que la rosa amarilla “ofrecida” por Borges es realmente interesante.

El yogurt (Símbolo)

En contraposición a la solemnidad literaria, Parra propone una poesía terrenal, cercana a la realidad. Cierta crítica ha enmarcado a Nicanor Parra dentro del pop art. Una de las características de dicha corriente es el acercamiento radical entre arte y vida; otra es la utilización de materiales extraídos del consumismo capitalista masivo. En esta cita, Parra propone al yogurt como símbolo de su poesía terrenal, lo que muestra claramente como dichas características están presentes en su poesía. El yo lírico le dice al lector: “Yo no te prometo nada/ ni dinero ni sexo ni poesía/ un yogurt es lo + que podría ofrecerte” (“Quédate con tu Borges”, p. 507).

El barco (Alegoría)

Una de las características principales del yo lírico construido por Nicanor Parra es la de ser un marginado social. Este yo lírico siempre está en otra cosa y nunca en donde debería estar. En el poema “Notas de viaje” dice: “Yo me mantuve alejado de mi puesto durante años/ (...) Entretanto el barco ya había entrado al río” (p. 44).

Una alegoría es un conjunto de metáforas que funcionan unidas. En este caso, el barco metaforiza la existencia del yo lírico. El río es la entrada a la adultez del mismo. El puesto del que el yo lírico se ausentó es el de piloto del barco; es decir, el de estar a cargo de su vida. En síntesis, la alegoría transmite la idea de que el yo lírico no se hizo cargo del rumbo de su vida y así, a la deriva, entró en la adultez.

Más tarde, en el mismo poema, dejará en claro que siendo un adulto ya nunca pudo estar al mando de su barco, dado que no estaba capacitado para ello.

Chillán (Símbolo)

Chillán es una ciudad central de Chile. Se caracteriza por su imponente naturaleza. Está rodeada de montañas y de ríos. En el poema “Hombre al agua”, el yo lírico (como hemos dicho, un marginal) decide alejarse de Santiago de Chile y partir hacia Chillán en bicicleta. Chillán es utilizado como un símbolo de la naturaleza y la vida simple; un lugar en el que el yo lírico puede desplegar sus alas, en contraposición al caos de la capital chilena en donde este no puede volar porque tiene las plumas mojadas:

Dentro de unos minutos
Parto para Chillán en bicicleta.
No me quedo ni un día más aquí
Sólo estoy esperando
Que me sequen un poco las plumas
(...)
Atiendan el teléfono
¿Qué no oyen el ruido del teléfono?
¡Ese ruido maldito del teléfono
Va a terminar volviéndome loco!
(...)
¡A Chillán los boletos!
¡A recorrer los lugares sagrados! (p. 106).

La montaña rusa (Símbolo)

En el poema “La montaña rusa”, Parra compara a su poesía con una montaña rusa. Dice:

Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices (p. 93).

La montaña rusa funciona como un símbolo de la violencia, vertiginosidad y velocidad de la poesía de Parra, en comparación con la solemnidad y lentitud de la poesía que se escribió durante la primera mitad del siglo XX, antes de que aparecieran sus obras.

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