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Caracterice al yo lírico construido por Parra a lo largo de su obra.
Parra ha construido un yo lírico antiheroico, sarcástico, irreverente, odioso, que desconfía de las instituciones y vive al margen de una sociedad a la que juzga decadente. Además, es anarquista, agnóstico y vago. Es un poeta que se opone a la poesía. En suma, es todo lo que se debe ser para no ser funcionar en la sociedad.
Cierta parte de la crítica ha enmarcado al yo lírico construido por Parra dentro de la categoría de flâneur. El flâneur es un estereotipo literario que, entre otras cosas, se caracteriza por vivir al margen de la sociedad y, desde esa posición, criticar todo lo que lo rodea. Así como el flâneur clásico de Las flores del mal de Charles Baudelaire, el yo lírico de Parra se enorgullece de vivir en el margen y, desde allí, se burla de la sociedad farsesca que día a día se hunde en la miseria.
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¿Cuál fue la posición política de Parra a lo largo de su vida y cómo se ve reflejada en su poesía?
El autor se consideraba a sí mismo como un hombre de “izquierda independiente”. Esa independencia le permitió abordar la política en su poesía sin tener que responder a compromisos ideológicos o partidarios.
En general, la poesía de Parra postula al comunismo como el único camino posible para mejorar la sociedad. Sin embargo, es sumamente crítica con dicho comunismo. A causa de esto, Parra ha sido criticado férreamente por la izquierda. Sobre todo se lo ha acusado de ser cómplice de la derecha y de ser contradictorio por afirmar que es de izquierda, pero al mismo tiempo cuestionarla.
Lo cierto es que en la poesía de Parra, así como en su vida personal, hay críticas tanto a la izquierda como a la derecha. Se elogia al comunismo, pero se acepta al capitalismo como parte esencial de la vida. La contradicción no es vista como un problema, sino como algo esencial del ser humano crítico y pensante.
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¿Qué quiere decir Parra al afirmar que su poesía es una “montaña rusa”?
El símbolo de la montaña rusa es sumamente útil para describir la poesía de Parra. Esta pretende sacudir al lector, despertarlo, divertirlo, sacarlo de la contemplación solemne de la vida. A través del uso de un lenguaje llano, con imágenes simples y cercanas a la realidad, Parra propone una poesía vertiginosa y directa como una montaña rusa. Una poesía que puede llegar a sacudir tanto al lector como para hacerlo sangrar, como él mismo dice, “por la boca y la nariz”.
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¿Cómo aborda Parra en su poesía el tema de la religión?
La religión es abordada por el autor desde el escepticismo. Parra, a través de la burla, se distancia de los ritos, las figuras sagradas y las creencias establecidas dentro del catolicismo. En “Sinfonía de cuna” se burla de un ángel; en “Padre nuestro” construye a la figura de Dios como la de un hombre preocupado e incapaz de resolver los problemas que tienen los humanos; en “Supongamos que es un hombre perfecto” asume que Cristo puede haber resucitado, pero se pregunta entonces dónde dejó su cepillo de dientes.
Ahora bien, pese a su escepticismo, Parra nunca pone en cuestión la existencia de lo divino. Su poesía no niega que hay un Dios, un Cristo, o ángeles, sino que cuestiona y descree de su funcionalidad y su importancia en la tierra.
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¿Cómo puede relacionarse la poética de Parra con el pop art?
El pop art presenta varias características que definen a la perfección la poética de Parra. Entre estas, el pop art y los poemas de Parra comparten:
El uso de diversos materiales representativos del consumismo capitalista para realizar las obras: el uso del “yogurt” en el poema “Quédate con tu Borges” es un claro ejemplo al respecto.
Una fuerte crítica al consumismo, la importancia de la imagen y la banalidad de la sociedad capitalista: en los poemas “Vicios del mundo moderno” y “Noticiario 1957” hay una enorme cantidad de versos al respecto.
Un acercamiento del arte a la realidad: los poemas de Parra describen cosas absolutamente cotidianas a través de un lenguaje también cotidiano y directo.
Un empleo de la figura del propio artista como tema de las obras: gran parte de la poética de Parra está centrada en lo que piensa o le sucede a su yo lírico. A través de este yo lírico ficticio, genera la sensación de estar narrando en sus poemas lo que piensa o le sucede a él mismo, el autor de carne y hueso.