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¿Qué distingue a Lázaro de los demás personajes?
Valverde de Lucerna está caracterizado como un pueblito de gente muy religiosa y conservadora. Lázaro se distingue de todos ellos (incluido Don Manuel y Ángela) por haberse ido del pueblo a vivir a América e incorporar allí la ideología progresista. Cuando Lázaro regresa al pueblo, tiene un gran rechazo por la religiosidad de sus habitantes. Según él, el pueblito vive en un atraso medieval. Luego, cuando conoce a Don Manuel, cambia de opinión radicalmente, y comprende que el progresismo totalmente anti-religioso que él profesaba era, en realidad, peligroso y contraproducente para el pueblo.
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¿En qué consiste la teoría de “la agonía del cristianismo” de Unamuno, y cómo aparece en la novela?
Según Miguel de Unamuno, toda religión es válida en tanto tenga significado para sus feligreses, sin importar cuánta verdad haya en ella. Esta teoría lo llevó a enemistarse con la iglesia, ya que Unamuno discutía que hubiera verdad en el cristianismo y la palabra de Dios, y también a enemistarse con el progresismo, ya que estos consideraban que la religión era una herramienta del Estado para controlar a la gente y que, por lo tanto, había que abolirla.
En la novela, al unir a Don Manuel, como representante de la religión más allá de su verdad (él no cree en Dios, pero ayuda a la gente a través de la fe), con Lázaro, representante del progresismo, Unamuno plantea su ideal de lo que debe ser la religión: una herramienta para ayudar, en su vida terrenal, a aquellos que necesitan tener fe y esperanza.
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¿Cómo está construido el paralelismo entre Jesucristo y Don Manuel?
A lo largo de toda la novela hay diferentes alusiones a episodios de la Biblia. La mayor parte de estas alusiones remite a Jesucristo y, a partir de estas, se construye un paralelismo con Don Manuel. Por ejemplo, varias veces se habla de la cruz que debe llevar Don Manuel. Aquí la cruz es un símbolo del sufrimiento del párroco, y alude a la que llevó Jesucristo al Calvario antes de su crucifixión.
Otro ejemplo lo vemos en la frase que se destaca en cada sermón de Don Manuel: “¡Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”. Esa frase, precisamente, es pronunciada por Jesús en la Biblia, y aquí tiene especial relevancia dado que Don Manuel no puede creer en Dios y, en cierto modo, siente que este lo había abandonado.
Un último ejemplo: Don Manuel, en un encuentro con Ángela, le dice que él no podría soportar las tentaciones del desierto. Hay un episodio bíblico en el que Jesús cruza el desierto y es constantemente tentado por el diablo. Una de las tentaciones que le ofrece es el suicidio, tentación con la que Don Manuel lucha toda su vida.
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4
¿Cómo aparece en la novela la frase de Karl Marx “La religión es el opio de los pueblos”, y cuál es su importancia?
La frase de Marx aparece citada por Don Manuel en una conversación que este tiene con Lázaro. El párroco no nombra a Marx directamente, sino que alude a él mencionándolo como “un caudillo de la revolución social”.
Lo interesante aquí es que la frase, originalmente, tiene un valor negativo. Para Marx, había que combatir la religión dado que mantenía al pueblo alejado de la realidad, embobado, como si estuviera bajo los efectos del opio. Don Manuel, sin embargo, acuña la frase de Marx y, en contra de lo que se podría pensar a priori sobre la opinión de un párroco, le da un valor positivo. Para Don Manuel, la religión debe ser el opio de los pueblos, ya que el opio permite dormir y soñar, alejarse de la verdad, una verdad que, según Don Manuel, es insoportable y el pueblo no está preparado para afrontar.
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Ángela, prácticamente, no conoció a su padre biológico. Sin embargo, comienza dando algunos detalles sobre él. ¿Por qué? ¿Qué importancia tienen? ¿Cómo influyen estos detalles en su personalidad?
Unamuno construye dos personajes que, siendo del pueblo, se distinguen de la gente del pueblo. No tienen la misma pasividad, no creen en la religión a ciegas; tienen dudas, objeciones. Lázaro, al haberse ido del pueblo a América, adoptó la ideología progresista, anti-religiosa. Pero Ángela, prácticamente, no salió del pueblo.
Para comprender su personalidad inquisitiva, esa búsqueda constante de la verdad, es importante la figura del padre biológico. De él sabemos dos cosas: por un lado, fue un forastero que llegó al pueblo y allí conoció a la madre de Ángela; por otro lado, se hace un fuerte hincapié en que llegó con muchos libros (se deduce que tener libros no era común en Valverde de Lucerna), entre ellos, Don Quijote de la Mancha.
El padre biológico de Ángela, entonces, no era un pueblerino. Venía de otro lugar con más desarrollo; los libros simbolizan eso. Y Ángela lleva esta herencia. Es más inteligente y culta que los demás y, por supuesto, la lectura de los libros que el padre dejó en su casa la marcó desde niña. No es casual que el libro que más se destaca sea Don Quijote de la mancha, una novela que constantemente pone en cuestión el valor de la verdad en contraposición de la fantasía. Durante toda su vida, Ángela fue lectora. Incluso, Don Manuel tenía algunos reparos en torno a esto, y en alguna ocasión le sugirió que todas sus dudas venían de sus lecturas.