Cortés llama "bárbaros" a los mexicas al mismo tiempo que destaca la riqueza cultural de su civilización (Ironía situacional)
En más de una ocasión, Cortés llama bárbaros o gente bárbara a los mexicas. Sin embargo, y de forma contradictoria, cuando llega a ciudades como Tlaxcala o Tenochtitlan, el conquistador describe la exquisitez de los productos culturales de los aztecas. Desde la ropa que tejen y tiñen hasta los objetos ornamentales, los códices guardados en las casas del saber y los trabajos con los minerales y la cerámica, la manufactura azteca sobrepasa enormemente, tal como lo indica Cortés, a la española. Por todo ello, resulta irónico que el conquistador llame "bárbaros" a los aztecas pero luego indique que sus productos culturales superan en calidad a las españolas.
Cortés prohibe los sacrificios humanos a los mexicas porque su Dios repudia el asesinato, pero él lidera una campaña de conquista que constituye un genocidio (Ironía situacional)
Cortés descubre que los mexicas acostumbran a hacer sacrificios humanos en sus rituales religiosos y siente una gran repulsión por dicha práctica. Cuando se establece en Tenochtitlan, una de sus primeras medidas es prohibir los sacrificios humanos, alegando que el asesinato del prójimo desagrada a Dios. Sin embargo, para ese entonces, Cortés ya asesinó a miles de nativos en pos de conquistar el Golfo de México, y lo seguirá haciendo a lo largo del largo proceso de Conquista.