Amalia Sáenz de Olabarrieta
La protagonista de la novela es una joven nacida en Tucumán, provincia argentina que es reconocida como el “Jardín de la República”. Amalia es tan hermosa como la tierra natal en la que nació. Ha perdido a sus padres y a su primer marido de muy joven y vive recluida en una casa ubicada en el final de la calle larga de Barracas, en Buenos Aires. Amalia tiene un espíritu imaginativo, sensible y valiente, pero es supersticiosa y cree que su destino está atado a la desgracia.
Daniel Bello
Daniel es el primo de Amalia y el otro protagonista de la novela. Es un joven apuesto y decidido, que dedica su vida a proteger a sus seres queridos y a colaborar en la caída del gobierno de Rosas por medio de intrigas políticas. Su estrategia es infiltrarse y ganarse el respeto de personas importantes del bando federal para evitar la persecución mientras conspira para destruir el régimen dictatorial desde adentro. Daniel posee dos condiciones morales opuestas: “El talento y la circunspección de un grande hombre, y el espíritu frívolo y sutil de un joven común” (p.158). Esta doble condición le permite al narrador criticar el exceso de confianza y temeridad de Daniel, cuyo plan de resistencia termina fracasando.
Eduardo Belgrano
Un joven apuesto y valeroso, descendiente del héroe de la revolución, Manuel Belgrano. En el principio de la novela, Eduardo intenta escapar de Buenos Aires junto con otros unitarios, pero es interceptado por una partida federal que lo hiere gravemente de un muslo. Es rescatado por su amigo Daniel, que lo lleva hasta la casa de su prima, Amalia, donde se oculta mientras se recupera. Estando allí, se enamora profundamente de Amalia. Eduardo tiene todos los atributos de un personaje romántico, por ser un hombre de honor, dispuesto a sacrificar su vida por sus convicciones y por su amada, pero pasa la mayor parte de la novela escondido y herido, sin capacidad de obrar activamente en contra de sus enemigos, como lo hace Daniel.
Florencia Dupasquier
Es la amada de Daniel Bello. Se la presenta como una joven hermosa y refinada, que sabe cómo actuar dentro de la sociedad federal para evitar sospechas. Daniel cuenta con ella para sus intrigas políticas y anhela estar casado con ella para, en un futuro sin Rosas en el poder, poder vivir junto con ella, Eduardo y Amalia en la casa de Barracas.
Cándido Rodríguez
Maestro de primeras letras de Daniel y de Eduardo, es un hombre de unos cincuenta años que es muy digresivo y usa muchos adjetivos al hablar. Es un personaje temeroso, algo torpe y simple, que produce alivio cómico frente a los aspectos trágicos de la novela. Daniel se exaspera con las digresiones de su maestro, pero lo utiliza frecuentemente en sus planes conspirativos, en los que Don Cándido participa sin consentirlo, pero viendo doblegada su voluntad ante la influencia avasallante de Daniel.
Juan Manuel de Rosas
Como personalidad histórica, en el tiempo en que transcurre la novela, Juan Manuel de Rosas es el líder del Partido Federal y gobernador de Buenos Aires, por un segundo mandato (1835-1852). En aquel período, Rosas adquiere facultades extraordinarias y la suma del poder público, con las que organiza una política personalista y persecutoria de la oposición, que es combatida por sus enemigos políticos, una gran parte de ellos exiliados en Uruguay, Brasil y Chile. Como personaje, Rosas es el principal antagonista de la novela, que se muestra sanguinario, autoritario y manipulador. También funciona como una entidad maligna más abstracta, en cuanto su nombre y epítetos: como “Ilustre Restaurador de las Leyes”, tienen el poder de hacer y deshacer acciones que mueven los hilos de la trama.
María Josefa Ezcurra
Cuñada de la fallecida esposa de Juan Manuel de Rosas, Encarnación Ezcurra. Tiene un rol activo en el gobierno de Rosas como la principal gestora del sistema de espionaje y delación que se realiza en Buenos Aires sobre las familias acomodadas y sospechadas de unitarias. Se la presenta como un personaje que disfruta de hacer el mal y que se obsesiona con dar con el paradero del único fugitivo de la emboscada al intento de exilio, Eduardo.
Cuitiño
Otro personaje histórico, Ciriaco Cuitiño fue líder de la Mazorca, grupo parapolicial que fue la principal fuerza represora durante el período del terror del gobierno de Rosas. En la novela se lo describe de aspecto bárbaro y cruel, y como un fiel servidor de Rosas, que ve en Cuitiño una “guillotina humana” (p.59). Es uno de los que creen que Daniel Bello es un buen federal.
Victorica
Bernardo Victorica es el jefe de policía del gobierno de Rosas. Cuando Mármol estuvo preso en 1839, recibió un buen trato de Victorica (algo que aclara en una nota al pie de la novela). Tal vez por este motivo se lo presenta como un personaje más considerado y respetuoso que los otros del bando federal. Victorica confía en Daniel y cuestiona que la Mazorca opere sin consentimiento de la policía.
Juan Enrique Mandeville
Cónsul inglés durante el gobierno de Rosas. Es presentado como un hombre que teme a Rosas y que se somete a su voluntad hasta donde se lo permite su posición de funcionario de la corona británica.
Felipe Arana
Ministro de relaciones exteriores del Gobierno de Rosas, que cumple la función de gobernador delegado cuando Rosas se ausenta de la ciudad para preparar la defensa contra Lavalle. Se lo muestra como un hombre fácilmente influenciable y con escaso poder real, puesto que no se anima a hacer nada sin la autorización de Rosas.
Manuela Rosas
Manuela Rosas o “Manuelita”, como se la nombraba entonces, es la hija de Rosas. Es representada como una joven buena y agraciada que es víctima de su padre, quien la mortifica y la obliga a sociabilizar con gente de todos los estratos de la Federación. Desde la perspectiva del narrador, Manuela Rosas bien podría pertenecer, por su bondad y modales, al Partido Unitario, pero lo que más le preocupa es la seguridad de su “tatita”.
Nicolás Mariño
Es el redactor del periódico oficial del gobierno, la Gazeta Mercantil. Se lo presenta como un hombre de intenciones oscuras que se obsesiona con Amalia, a quien acosa y persigue.
Juan Merlo
Es el hombre que lidera al grupo que intenta exiliarse y a quien se le tiende una trampa.
Riglos, Lynch, Maisson y Oliden
Francisco Lynch, Isidro Oliden, Carlos Maisson y José María Riglos son los cuatro hombres que mueren en la emboscada orquestada por Merlo. Este episodio es un hecho histórico real, al que solo se agrega la supervivencia del ficticio Eduardo.
Doctor Alcorta
Médico y filósofo que asiste a Eduardo el día del ataque. Fue maestro de Eduardo y Daniel en la Universidad de Buenos Aires, quienes se consideran herederos de su pensamiento ilustrado. Aparece como mentor y consejero en momentos clave de la historia.
Pedro
Criado de Amalia. Sirvió como militar en las guerras de independencia junto con el padre de Amalia, y cuida de ella como si fuera su hija.
Luisa
Criada de Amalia, una niña observadora e inteligente. Luisa, Pedro y Teresa son los tres criados en los que Amalia confía plenamente.
Fermín
Criado de Daniel. Es un muchacho servicial y fiel, que tiene el carácter y los conocimientos propios del gaucho, un tipo social de la campaña argentina.
Marcelina
Doña Marcelina es la dueña de un prostíbulo, aunque nunca se lo menciona de esta forma en la novela. Es unitaria y está a disposición de lo que necesite Daniel. Es un personaje que provoca risa porque se la pasa haciendo referencias literarias por cualquier motivo y en cualquier circunstancia.
Madama Dupasquier
Madre de Florencia. Es una respetable señora unitaria, que pasa la mayor parte del tiempo recluida en su casa.
Salomón
El presidente de la Sociedad Popular Restauradora, un grupo de adhesión al gobierno de Rosas. La Mazorca es el brazo armado de la Sociedad Popular.
Padre Vaguá
Un hombre del servicio de Rosas, que actúa como un bufón. Rosas lo apoda “Padre” pero no es un hombre religioso.
Manuel Corvalán
Se trata del edecán de Rosas.
La señora de N...
Una mujer unitaria intransigente, a quien Amalia conoce en el baile dado a Rosas y Manuelita. Es la primera en detectar las intenciones de Mariño.
Lucio N. Mansilla
Otro personaje histórico, Lucio Norberto Mansilla es un militar y político federal, cuñado de Rosas. En la Convención Constituyente de 1824 abocó por principios unitarios, por eso se lo describe en la novela como un hombre que está en el bando federal por conveniencia. Mármol recibió un reto a duelo del hijo de Mansilla, Lucio Victorio Mansilla, por ultrajar el honor de su padre en Amalia.
Agustina Rosas de Mansilla
Hermana de Rosas y esposa de Mansilla. Se la presenta como la mujer más hermosa de su tiempo, pero es muy superficial. Su único interés es en la vestimenta y las joyas, por eso se hace amiga de Amalia, para ver y apreciar sus posesiones.
Mercedes Rosas
La otra hermana de Rosas. Al igual que Agustina, se la describe como una persona que no tiene malas intenciones. Está casada con el doctor Rivera, a quien desprecia por no ser un alma apasionada como ella. Compone versos que causan risa en la sociedad unitaria.
La joven negra de la pulpería
Es la joven que le revela a María Josefa Ezcurra que Amalia se pasea con un hombre herido por su jardín en la casa de Barracas.
Bouchet Martigny
Cónsul francés en Montevideo, con quien Daniel se envía cartas secretas sin revelar su identidad, hasta que se entrevista con él en la ciudad oriental.
Agüro y Varela
Julián Agüero y Florencio Varela son dos personajes históricos exiliados en Montevideo durante el gobierno federal. Agüero es un unitario que participó en los conflictos políticos de la década de 1820. Varela es un escritor y político, hermano del poeta Juan Cruz Varela, y pertenece a una generación intermedia entre la de Agüero y la de Daniel. Como representante de la generación del 37, Daniel admira a estos dos hombres, pero también cuestiona su posición, al proponer que se supere de la división entre unitarios y federales.
Mr. Douglas
Un inglés “contrabandista” de unitarios, que los ayuda a exiliarse en Montevideo con su ballenera.
Mr. Slade
Cónsul de los Estados Unidos en Buenos Aires, que aboga por la libertad de todas las personas y que no tiene formalidades ni pruritos para esconder en su casa a cuanta persona se lo solicite.
Santa Coloma
Otro personaje de la Mazorca, a quien María Josefa Ezcurra ordena entrar en la Casa Sola, donde se refugia Amalia.
Sor Marta del Rosario y Sor María del Pilar
Dos monjas que están a favor de la Federación y que representan el papel que tiene la religión en el gobierno de Rosas. Don Cándido las visita por pedido de Arana.
Mackau
Agne René Armand de Mackau es un comandante de las fuerzas navales de Francia, que firma un acuerdo con Felipe Arana para cesar el bloqueo francés a Buenos Aires. El acuerdo se conoce como tratado Mackau-Arana.
Antonio Bello
Daniel es hijo de un reconocido federal, lo que le da créditos entre los hombres de Rosas. Al comienzo de la novela se lo describe como un "hombre de campo [...] honrado y sincero" (p.33), que ama más a su hijo que a la Federación. Solo se hace presente al final de la novela para impedir la matanza en la casa de Barracas, en la que irrumpe invocando el nombre del Restaurador. Pero llega tarde, por lo que no consigue salvar la vida de su hijo ni la de Eduardo.