Cometierra es una novela breve publicada por Dolores Reyes en 2019. Narrada en primera persona, comienza con un breve apartado que funciona como introducción, y luego la narración se organiza en tres partes. Cada parte, a su vez, está dividida en capítulos cortos numerados del 1 al 53. La primera parte cuenta con 10 capítulos; la segunda, con 36 capítulos, y la tercera, con 6 capítulos.
La novela empieza con el velorio y el entierro de la madre de la protagonista y narradora, una chica que, por entonces, vive los primeros años de la adolescencia. Esta chica tiene un don: al comer tierra, tiene visiones que le permiten percibir dónde están y qué les ha ocurrido a personas desaparecidas que sufren alguna forma de violencia, o que ya han muerto. Es por eso que, aunque no conocemos su nombre, otros personajes la llaman "Cometierra". Gracias a su don, la chica sabe la causa de muerte de su mamá: el padre la ha matado a golpes. El hombre, además, se ha marchado. Así, la protagonista y su hermano, el Walter, se convierten en huérfanos y deben arreglárselas solos. Viven en una casa en un barrio pobre del Conurbano Bonaerense, en la Provincia de Buenos Aires.
Sumida en la depresión, Cometierra abandona la escuela y se pasa todo el día tirada en el sillón, sin hacer nada. Mientras tanto, el Walter trabaja en un taller mecánico. La casa suele estar llena de amigos del chico, que pasan horas jugando videojuegos y tomando cerveza. En cierto momento, la protagonista comienza a consumir alcohol también. Ella misma no sabe cómo, pero comienza a correrse el rumor de que tiene un don y que sus visiones le permiten encontrar a las personas desaparecidas. Así, recibe visitas de personas que le pagan por su servicio. Para la protagonista, cada visión es agotadora y muy dolorosa, pero algo en su cuerpo le pide seguir comiendo tierra y, así, seguir colaborando con la verdad y la justicia. Ayudando a estos desconocidos que buscan a sus seres queridos que faltan, Cometierra comienza a ganar dinero propio.
En paralelo, la chica sueña constantemente con la seño Ana, una de sus maestras de la escuela primaria. Cometierra siente un afecto especial por esta docente. La seño Ana es secuestrada y desaparecida cuando la protagonista es su alumna y la policía logra encontrar su cuerpo únicamente gracias a las visiones de la chica. Durante años, Cometierra sigue interactuando con la mujer en sus sueños. Ana la ayuda a lidiar con sus emociones, le da consejos, le avisa sobre peligros inminentes, y también le pide que siga investigando qué le ha pasado, quiénes la han matado. La maestra le pide que se haga justicia.
A medida que se desarrolla la narración, la protagonista vive dos historias de amor. Primero, sale con Hernán, un amigo de su hermano, cuando ambos son todavía adolescentes. Años más tarde conoce a Ezequiel, un joven policía que es un poco mayor que ella. Ambos son buenos compañeros: la tratan bien, la cuidan y la ayudan. Con el Walter, la protagonista también tiene una relación amorosa. Los hermanos se cuidan y apoyan mutuamente.
Al final de la narración, tras haber tenido un enfrentamiento muy violento y peligroso con un grupo de skinheads neonazis y racistas, la protagonista, su hermano y una chica llamada Miseria deciden abandonar el barrio. Se marchan por dos motivos: por un lado, quedarse es peligroso, porque los skinheads querrán atacarlos; por el otro, ella está harta de comer tierra y conectarse con tanta violencia, desaparición y muerte. De todas maneras, en las escenas finales, cuando se van del barrio, ella come un puñado de tierra y la voz de la seño Ana le dice que todavía tiene mucho trabajo por hacer.