Horacio Quiroga pertenece a la llamada “generación del 900”: un grupo de escritores uruguayos nacidos entre 1868 y 1886 que tuvo su momento de mayor éxito y reconocimiento literario alrededor del año 1900. Entre sus exponentes más importantes se encuentran Horacio Quiroga, Julio Herrera y Reissig, Delmira Agustini, Carlos y María Eugenia Vaz Ferreira, Javier de Viana, Carlos Reyles y Florencio Sánchez.
La crítica estudia los factores que consolidan la conformación de esta generación literaria y las similitudes respecto de su concepción del mundo. En primer lugar, es pertinente analizar las fechas de nacimiento de los miembros. Se puede establecer una zona de fechas de dieciocho años: los mayores del grupo (Viana y Reyles) nacen en 1868 y en 1886, nace la menor, Delmira Agustini. Luego, respecto de sus formaciones educativas, es significativo que los escritores de esta generación son autodidactas. Con excepción de Vaz Ferreira, sus integrantes no asisten a la universidad.
Otros puntos de unión entre los miembros de este grupo son la residencia -durante un tiempo- en la ciudad de Montevideo y el desarrollo de algún tipo de trabajo relacionado con el periodismo. Sin embargo, la mayoría de los miembros tiene una importante vinculación con la ciudad de Buenos Aires, que permite integrar el estudio de la literatura de Montevideo y la de Buenos Aires bajo el concepto de “literatura rioplatense”.
Finalmente, el estilo literario de los escritores de este grupo puede caracterizarse como modernista. El modernismo es una revolución poética promovida por Rubén Darío a finales del siglo XIX. En la generación del 900, la sensibilidad modernista implica una voluntad de renovación estética del lenguaje, un cambio en la sensibilidad vital y una búsqueda de nuevas formas estéticas. Aunque no existe una uniformidad en el estilo y cada escritor utiliza el ritmo modernista bajo su propio tono, hay una voluntad común de renovar los medios expresivos de la literatura.