Resumen
Las víboras invitan a las ranas, los sapos, los flamencos, los yacarés y los peces a una fiesta. Todos los animales van a usar disfraces, adornos y vestuarios especiales para la ocasión. Por su parte, los flamencos quieren ponerse “medias coloradas, blancas y negras” (18).
Los flamencos van a varios almacenes a buscar las medias, pero no las encuentran. Los almaceneros se burlan de los flamencos por las medias que buscan. Luego, un tatú que se quiere burlar de los flamencos les dice que su cuñada, la lechuza, puede traerles esas medias de Buenos Aires. Los flamencos vuelan a la cueva de la lechuza y le piden las medias.
Luego, la lechuza les da, en lugar de medias, “lindísimos cueros recién sacados de las víboras que la lechuza había cazado” (19). Les advierte que en la fiesta no pueden dejar de bailar para que los demás no reconozcan el material de las medias. Sin embargo, los flamencos no entienden el peligro de la situación porque, según el narrador, son animales muy tontos.
Esa noche los flamencos van muy contentos a la fiesta vistiendo los cueros de las víboras y todos sienten envidia por su vestuario. Como los flamencos no paran de bailar, las víboras no ven bien de qué están hechas sus medias. Pero luego comienzan a desconfiar y a mirar con más atención las medias de los flamencos. Les piden a las ranas sus farolitos y esperan a que los flamencos se cansen de bailar.
Un minuto después, un flamenco muy cansado se tropieza y cae de costado. En ese momento las víboras alumbran con los faroles a las medias y descubren que son pieles de víboras. Lanzan un fuerte silbido y acusan a los flamencos de haber matado a sus hermanas. Los flamencos reaccionan con miedo y quieren irse volando, pero están tan cansados que no pueden. Entonces las víboras se lanzan contra ellos, deshacen las medias a pedazos y les muerden las patas. Los flamencos saltan de un lado al otro doloridos y se echan en el agua. Sus patas, anteriormente blancas, se tiñen de colorado por el veneno de las víboras.
El narrador comenta que ha pasado mucho tiempo desde este suceso y que todavía los flamencos tienen las piernas coloradas y las meten en el agua para calmar el ardor de las mordidas de las víboras. Cuenta que a veces se mueven hacia la tierra, pero sienten mucho dolor y deben volver al agua, y que algunas flexionan las piernas por el ardor.
Análisis
“Las medias de los flamencos” es un cuento infantil que se publica en 1918 en el libro Cuentos de la selva.
El cuento tiene la forma de una leyenda. Las leyendas son relatos sobrenaturales que se transmiten de generación en generación y que sirven, en la mayoría de los casos, para explicar fenómenos de la naturaleza. Este cuento de Quiroga inventa una explicación ficcional para dar cuenta del color de las piernas de los flamencos y la razón por la que viven en el agua. El cuento argumenta que los flamencos deben vivir con sus patas sumergidas porque sienten dolor y ardor por las mordidas de las víboras de coral. Del mismo modo, esta agresión genera que sus patas se transformen del blanco al rosado.
Por otro lado, es interesante que el cuento transcurre en un ambiente natural en el que no hay intervención humana. Las víboras organizan una fiesta e invitan a ranas, sapos, flamencos, yacarés y peces. Animales muy distintos pueden interactuar en paz en la selva. Hemos analizado el sentido de unidad que se configura entre los animales, el suelo y el clima de la selva. El mundo natural se presenta en armonía en el comienzo de la historia.
Aunque en varios cuentos de Quiroga lo que interrumpe la unidad del mundo natural es el hombre, en “Las medias de los flamencos”, la interrupción se da por animales que ejercen una práctica profundamente humana. Los flamencos son mordidos por las serpientes porque piensan que han matado a sus hermanas y luego utilizado sus pieles como vestimenta. Las víboras denuncian esto: “¡los flamencos han matado a nuestras hermanas y se han puesto sus cueros como medias!” (20). Aunque el enunciado implica un malentendido (porque los flamencos no han matado a las víboras), expone la crudeza de una práctica que es humana. La peletería es una industria dedicada a la fabricación de ropa y accesorios con cueros y pieles animales. En este cuento, las muertes de las víboras se realizan solamente para la fabricación de un accesorio. A esta luz, podemos pensar que el cuento muestra cómo los animales, cuando incursionan en prácticas humanas, son castigados por el ecosistema de la selva.
Además, los flamencos se caracterizan como animales vanidosos, particularidad que también puede vincularse con el mundo humano. Los flamencos se preocupan mucho por cómo se ven y quieren llamar la atención en la fiesta de las víboras. La vanidad funciona como una forma de ceguera que los impulsa a usar las pieles de las víboras como medias sin darse cuenta de que son, en realidad, cueros. Aunque son inocentes porque no asesinan ellos mismos a las víboras, su vanidad impide que se preocupen por el origen de las "medias".
Por último, es interesante analizar el modo de comunicación que tienen los animales en este cuento y en el libro Cuentos de la selva en general. Quiroga presenta un lenguaje de animales que permite que entre diferentes especies se comuniquen sin dificultad. Esto da cuenta de una idea de unidad en el mundo natural de Quiroga que se manifiesta entre el suelo, el clima, los animales y la flora.
Por último, los animales en este cuento se comunican con un lenguaje otro que va más allá de la comprensión humana. No hablan en castellano y no se presentan antropomorfizados, es decir, con forma o apariencia humana. En cambio, la práctica humana de utilización de una piel animal como accesorio es duramente castigada por la comunidad animal. Aunque no se tematice específicamente la guerra entre hombres y animales como en otros cuentos del escritor uruguayo, se sugiere una crítica al modo en el que los hombres habitan e intervienen el mundo natural.