En 1826 Irving emprende un viaje desde Sevilla hasta Granada. Tiene la oportunidad de hospedarse en la Alhambra y se queda allí unos meses. Cuentos de la Alhambra reúne relatos de viaje, ensayos en los que reflexiona sobre el pasado y presente de España, relatos históricos y cuentos inspirados en las leyendas y el folclore de la zona.
La colección empieza con el relato que hace Irving de su viaje desde Sevilla a Granada. A lo largo del relato, el autor comenta sobre las costumbres de los españoles e intenta crear una imagen tanto de la geografía como del pueblo español. Después, los relatos sobre las partes de la fortaleza que visita también van a dar lugar a reflexiones sobre las particularidades de la cultura que tanto admira y tan ajena le resulta.
En cuanto a los ensayos que aparecen a lo largo de Cuentos de la Alhambra, casi siempre sirven de introducción a algún texto histórico o una leyenda. En el capítulo "Poetas y poesía del Alandalus musulmán", Irving informa al lector sobre la importancia que tenía la poesía en la corte de los reinos moros y expresa su admiración por una cultura tan refinada y sensible.
A través de los relatos históricos, Irving transmite los hechos más importantes del reino moro en Granada, desde la desarticulación del Califato de Córdoba, que benefició a Granada porque le permitió convertirse en el centro de la cultura musulmana en la Península, hasta la caída del último rey frente a los Reyes Católicos en 1492. El relato histórico, si bien aparece fragmentado a lo largo de la obra, comprende un período amplio de la historia del reino y quienes estudian la obra de Irving desde su costado histórico destacan la precisión y rigurosidad de su investigación.
Finalmente, la parte de la colección que más se lee de manera independiente es la que compone la colección de cuentos inspirados en la tradición literaria popular. La mayoría de ellos aparece con el título "Leyenda". Estos textos funcionan perfectamente separados del resto de los textos, aunque algunos cuentos como "Leyenda del astrólogo árabe" y "Leyenda de las dos discretas estatuas" comparten personajes. Si bien no son directamente un producto de la imaginación de Irving, el autor da forma a las historias que lee y escucha en su estancia en Granada y las narra de tal manera que aún hoy los lectores disfrutan de ellos. Al tratarse de cuentos tradicionales, el lector se encuentra con elementos sobrenaturales, objetos mágicos, espacios lujosos y refinados, tesoros hechizados que despiertan la imaginación.