Genero
Drama religioso fantástico
Language
Español
Configuración y Contexto
Sevilla. La primera parte transcurre aproximadamente en el año 1545 y la segunda, cinco años después.
Narrador y Punto de Vista
N/A
Tono y Estado de Ánimo
El tono general es dramático, pero tiene momentos cómicos.
Protagonista y Antagonista
El protagonista es don Juan Tenorio. Los antagonistas son don Luis Mejía y don Gonzalo de Ulloa.
Conflicto Principal
Don Juan transgrede las normas sociales durante la mayor parte de su vida, pero, cuando se aproxima su muerte, se arrepiente de su comportamiento y desea salvar su alma.
Climax
El clímax ocurre cuando está a punto de concluir el tiempo otorgado por Dios para que don Juan se arrepienta de su conducta (antes de que caiga el último grano en el reloj de arena). En ese momento, don Gonzalo de Ulloa intenta arrastrar al protagonista al infierno, pero este le pide piedad a Dios para que salve su alma.
Presagio
El plato de ceniza que le ofrece la estatua del comendador a don Juan es un símbolo que presagia la muerte del protagonista. La estatua explica: "Te doy lo que tú serás" (v. 3675). En efecto, poco después, don Juan ve su propio entierro y se entera de que ha muerto a manos del capitán Centellas.
Atenuación
“BRÍG. ¡Vaya! ¡Qué cosas tenéis!
Vos sí que sois un diablillo…” (vv. 1234-1235).
Don Juan es conocido por su maldad, pero la criada de doña Inés, Brígida, muestra simpatía por él y atenúa ese rasgo llamándolo "diablillo". Además, de esta manera, también atenúa la gravedad del plan que él se propone hacer y del cual ella es cómplice: don Juan desea entrar furtivamente al convento donde vive doña Inés y llevarse de allí a la novicia.
Alusiones
"BUTT. Aquí hay Falerno, Borgoña,
Sorrento." (vv. 305-306).
Buttarelli, el dueño de la hostería del Laurel, alude con estos nombres a tres vinos. El Falerno era un vino famoso, conocido por ser el más renombrado de la Antigua Roma. "Borgoña" es el nombre con el que se conocen los vinos franceses producidos en la antigua región del mismo nombre. Sorrento es un municipio italiano situado en la región de Campania, cerca de Nápoles, donde se producen vinos.
Imágenes
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Paradoja
"¿Qué más diáfano y sutil
que las quimeras de un sueño?" (vv. 3054-3055).
Don Juan vacila entre la realidad y la locura, después de que la sombra de doña Inés habla con él en el panteón y le comunica que ofreció su alma a Dios en precio por la suya. Según estas palabras de don Juan, lo que se presenta más vívido en la mente, no es la realidad, sino las fantasías. Don Juan cree que lo que vio y oyó puede ser una fantasía que creó su imaginación.
Paralelismo
"Por dondequiera que fui,
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé,
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo a los claustros escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí" (vv. 501-510).
Estos versos, que se repiten con algunas variaciones hacia el final de la obra, contienen una serie de paralelismos: se repiten las estructuras de los versos y la secuencia de palabras "Yo a...". En este pasaje podemos ver que don Juan se jacta de sus fechorías. Al final de la obra, en el Acto III, las variaciones en los versos son significativas, puesto que ya no muestran a un personaje altanero, sino arrepentido de su maldad: se introduce el primer verso con la exclamación "¡Ah!", y se modifican los últimos dos versos: “y pues tal mi vida fue, /no, no hay perdón para mí” (vv. 3736-3737).
También es interesante notar que don Luis repite casi con exactitud los primeros cinco versos cuando relata las maldades que cometió. De esta manera se exalta el paralelismo que se establece entre los dos personajes.
Personificación
“ESC. La muerte fue tan piadosa
con su cándida hermosura,
que la envió con frescura
y las tintas de la rosa.
JUAN. ¡Ah! Mal la muerte podría
deshacer con torpe mano
el semblante soberano
que un ángel envidiaría” (vv. 2856-2859).
En este pasaje la muerte aparece personificada en las palabras del escultor y de don Juan. En el primer caso, se la representa como un ser con cualidades humanas ("piadosa"), que va a buscar a doña Inés. En el segundo caso, don Juan le atribuye forma humana: posee una "torpe mano". El recurso sirve en ambos casos para exaltar la belleza de doña Inés, que, según ellos, trasciende la muerte.
Uso de Dispositivos Dramáticos
Soliloquio: Don Juan, en soledad en el panteón, manifiesta sentir espanto recordando los daños que ha provocado. Asimismo, se dirige, llorando, a la estatua de doña Inés y expresa que aún siente amor por ella. Así, el lector comprende que el personaje sufrió un cambio significativo en su carácter: siente amor y se siente arrepentido de su maldad.