La narración del cuento la lleva adelante el protagonista. Este se encuentra en prisión por haber estrangulado a Rigoletto, el jorobadito. Desde allí, narra los sucesos que lo llevaron a realizar tal acción, convertirse en un homicida y terminar tras las rejas.
La historia comienza tiempo atrás, el día en que un hombre jorobado se acerca al narrador en un café para pedirle un fósforo. Al principio, el jorobado, al que el narrador apoda Rigoletto, es adulón. Luego, pasa a tener una actitud descarada y agresiva. El narrador siente una mezcla de atracción y odio hacia Rigoletto. Desde ese día, pese a que lo desprecia, termina frecuentándolo cotidianamente.
Por otro lado, el narrador tiene una novia llamada Elsa. Su relación lo atormenta: siente que ella no lo quiere, y que solamente quiere casarse con él por conveniencia. En la construcción de este vínculo ha cumplido un importante papel la señora X, madre de Elsa. El narrador está convencido de que la señora X se muestra amable con él, pero secretamente lo desprecia y solo pretende que él se case con su hija para sacarle un problema de encima.
Entonces, al narrador se le ocurre una idea: decide destruir el compromiso con Elsa utilizando a Rigoletto para generar un escándalo. El plan consiste en llevar al jorobado a la casa de Elsa y pedirle a su novia que le demuestre su amor por él besando a Rigoletto. Ella se negará, y eso le permitirá terminar la relación.
Rigoletto accede al plan a cambio de dinero. Una noche, el narrador lo lleva a la casa de Elsa. Ella se niega rotundamente a besar al jorobado. Rigoletto, entonces, tiene un imprevisible ataque de locura. Insulta a Elsa. Le dice que él fue hasta allí para hacer una misión filantrópica y, a cambio, está siendo maltratado. Luego, saca un revólver y le exige que lo bese. El narrador no recuerda qué sucede después. Solo se acuerda que luego entran unos vigilantes y se lo llevan detenido.
