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¿Por qué Max y Liesel se hacen amigos? ¿Qué tienen en común?
Inicialmente, Max y Liesel son aprensivos entre sí, pero descubren que tienen algo importante en común: ambos tienen pesadillas recurrentes que involucran la última vez que vieron a sus familias con vida. Ambos son refugiados políticos que evaden la persecución nazi: Max es judío, los padres de Liesel eran comunistas. Sus antecedentes y trasfondos comunes se complementan con los regalos que Max le hace a Liesel: le escribe dos libros, El vigilante y El árbol de las palabras. A través de ellos, Max ayuda a Liesel a comprender el lugar de sometimiento de las minorías perseguidas, pero también reivindica su espíritu libre e indomable; la advierte sobre el poder oscuro de las palabras, tal como las usa Hitler, pero también le enseña sobre su poder liberador y subversivo, lo cual será una enseñanza invaluable para la muchacha.
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¿En qué medida la acción de Hans de darle un trozo de pan a un judío es un acto revolucionario?
Al romper las filas de soldados nazis para acercar un trozo de pan al anciano famélico, en plena procesión de judíos rumbo a un campo de concentración, Hans quebranta la ley y contradice la doctrina nazi, que defiende la persecución y la quita de derechos a los judíos. Con ese gesto, Hans expresa su desacuerdo con esa doctrina: manifiesta su compasión por el estado miserable del judío y, al reconocer su sufrimiento, le restituye parte de la humanidad que el nazismo le niega. Así, Hans arriesga su vida con tal de romper el silencio y el sometimiento que Hitler impone. A pesar de que nadie más lo acompaña en ese gesto, y Hans queda demasiado expuesto ante el aparato estatal nazi, su acción es revolucionaria, en la medida en que contradice el statu quo y propone una alternativa posible al discurso hegemónico y autoritario de Hitler. Además, es evidente que el gesto de Hans es un ejemplo para otros ciudadanos alemanes que miran desde la multitud y que, si bien no se animan a apoyarlo abiertamente, lo ayudan a recomponerse después de que es castigado.
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La esposa del alcalde, Ilsa Hermann, se esfuerza por ayudar y motivar a Liesel a lo largo de la novela, incluso después de que Liesel le roba y la agrede verbalmente. ¿Por qué Ilsa apoya tanto a Liesel?
Aunque Ilsa no lo sepa inicialmente, tanto ella como Liesel han experimentado grandes pérdidas en sus vidas: Ilsa perdió trágicamente a su hijo en la Primera Guerra y Liesel perdió tempranamente a su hermano menor. Asimismo, es dueña de su propia biblioteca, lo cual es poco habitual en la época. La primera vez que ve a Liesel, Ilsa la ve robar un libro prohibido de la quema que organizan los nazis. Lejos de juzgarla, eso parece atraer a la esposa del alcalde, pues se identifica con ella en el placer de la lectura. De ahí que la invite recurrentemente a visitar su biblioteca para leer, y que le regale libros.
Ilsa también encuentra en Liesel un alivio a su sufrimiento, en la medida en que la niña intenta sacar a la mujer de su alienación y su duelo sufriente por su hijo muerto. Aunque lo hace con palabras bruscas, atravesada por el enojo y la frustración, Liesel despierta a Ilsa de su estado de depresión y la insta a superar su dolor. Finalmente, Ilsa retribuye esa ayuda con una similar: cuando Liesel pierda toda esperanza, Ilsa le regalará un cuaderno en blanco, invitándola a escribir sus memorias, las palabras que la salvarán de la muerte.
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¿Cuál es el sentido del libro de Hitler, Mein Kampf, dentro de la novela? ¿Cómo lo usan los diferentes personajes?
Mein Kampf, escrito por Hitler, es emblema de la ideología nazi y la base de su propaganda. En un principio, el libro de Hitler es utilizado en la novela como un distractor. Le sirve tanto a Max como a Hans para aparentar que son defensores de la doctrina del Führer y ocultar así su verdadera identidad: la identidad judía, en el caso de Max, la discrepancia moral y ética respecto del nazismo, en el caso de Hans. Pronto, Liesel aprende también que Mein Kampf es la fuente de su propia miseria: es el motivo de la muerte de su familia de origen, de la guerra, de la persecución que sufre Max. Sin embargo, para Max, paradójicamente, es el libro que le salvó la vida, en la medida en que le permitió llegar a salvo a Molching.
En ese sentido, Max termina por aprovechar su ejemplar de Mein Kampf para un propósito noble: interviene el libro, blanquea sus páginas y las usa para escribir sobre ellas nuevas historias para Liesel. En esas historias, reivindica la amistad y el amor. Así, Max reemplaza el relato pro-nazi por uno totalmente opuesto: uno en el que un judío y una niña alemana pueden ser amigos. De esta manera, Max hace un uso irreverente de Mein Kampf con el fin de manifestar su resistencia al régimen nazi.
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¿Por qué El vigilante es una lectura alegórica de la vida de Max?
El vigilante es uno de los libros que Max escribe para Liesel reutilizando las páginas de Mein Kampf. En él, Max se representa a sí mismo como un pájaro que tiene miedo de los hombres, y enumera a todas las personas que lo han visto dormir, hasta que conoce a Liesel, con quien puede compartir sus pesadillas y forjar una amistad. La representación de Max como un pájaro sugiere que es como un ave presa, enjaulada en ese sótano de la calle Himmel. Pero, por otro lado, su identificación con ese animal da cuenta de su espíritu libre e indomable ante los nazis. En este sentido, el libro propone una lectura alegórica de la vida del hombre: a través de ella, Max puede narrar su vida, pero valiéndose de significados simbólicos. Esa decisión puede fundarse en la voluntad del hombre de contar poéticamente su historia para deleitar a Liesel. Pero también en este punto Max está muy vulnerable, y es probable que encuentre en el simbolismo una manera menos dolorosa de contar su experiencia.